Capítulo 18: Helicóptero

37 29 13
                                    

-Delta Foxtrot-11 aquí torre de control, ¿Cuál es su situación? Cambio.

-Nuestro piloto, creemos que está sufriendo un paro cardiaco. Cambio.

Se podía oír la interferencia de la radio. Sin respuesta.

- ¿Me copian torre de control? Cambio.

- Si... ¿con quién estoy hablando? Cambio.

-Jim, estoy a cargo de la misión. Cambio.

- ¿En dónde se encuentra? Cambio.

- Acabamos de despegar del campamento, nos dirigimos a Nome. Cambio.

- ¿Usted sabe pilotar un helicóptero? Cambio.

-No. Esa es la situación. Cambio.

- ¿Pero ya se encuentra en el aire, correcto? Cambio.

-Correcto. Tenemos poco tiempo, no podíamos esperar un vehículo de emergencia. Sé cómo se usan los controles para el vuelo y el despegue. Sin embargo, necesitaré asistencia en el aterrizaje. Cambio.

-Copiado. Lo contactaré con un asesor de vuelo para que lo guíe. Cambio.

Un zumbido de interferencia subió por la columna de Jim como un rayo paralizante.

-Torre de control, aquí Delta Foxtrot. Cambio.

Estática. Silencio. Nada.

-Torre de control, aquí Jim, dese Delta Foxtrot. Cambio.

El zumbido de la radio se intensificó.

Desesperado, volteó a ver a Pierre, en señal de disculpas, agachó la cabeza. Sin embargo, parecía que el francés estaba intentando comunicarle algo. No lo escuchaba por el sonido del helicóptero. Jim le colocó unos audífonos con micrófono.

Con todas sus fuerzas el francés alcanzó a decir -Estamos volando muy alto.

Jim ignoró esta frase por unos segundos, por que su prioridad era volver a contactarse con la torre de control y no le importaba la altura a la que volaba el helicóptero. Intentó nuevamente.

-Torre de control, respondan. Cambio. - Estática.

Comprendió entonces que no captaba la señal de radio por la altura. Bajó el control de la altura, muy drásticamente, y oyó que la agonía de Pierre empezaba a incrementarse. Logró con dificultad nivelar el helicóptero.

-Delta-Foxtrot-11. Respondan. Cambio.

-Aquí, torre de control. Cambio.

-Podemos ver su ubicación en nuestro radar. Mantengan esta altura dirigidos al suroeste. Cuando estén cerca, daremos las instrucciones para que puedan aterrizar.

Por la inyección de adrenalina que acababa de recibir, su visión estaba centrada al frente. Su mente, como el paisaje se hallaban en blanco, y de una infinidad exponencial. Habían pasado apenas algunos minutos desde que habían salido del campamento, pero parecían una eternidad. Sintió sus palmas sudar y sus brazos, cuello y espalda estar totalmente rígidos, inmóviles. Quería ver las primeras muestras de civilización y empezó a impacientarse al solo ver blanco. Se empezó a decir a sí mismo: eres insignificante, pero puedes decidir ser grandioso.

Vio la primera casita de madera abajo suyo. Preso de una emoción única, tomó la radio.

-Acabo de ver la primera casa de Nome. Cambio.

-Es correcto. Procederemos a darte las instrucciones de aterrizaje. Cambio.

-Realiza esto cuando te demos la señal. Con la palanca de control, necesito que dirijas las aspas a 0°, esto hará que lentamente descienda el helicóptero. Se irá acumulando energía, que te ayudará en el aterrizaje. Solo unos metros antes del suelo, tendrás que inclinar las aspas ligeramente hacia arriba. Te avisaremos cuando. Cambio.

Pasó un minuto. Una infinidad. Veía cada vez más y más casas, hasta que vio la torre de control que era mucho más visible que el resto de las construcciones. Logró identificar que un gran número de personas estaban cerca de la pista de aterrizaje. Pensó que esto era extraordinario ya que Nome era una población pequeña y era pasadas las 4 de la mañana. Un pensamiento aterrador lo cegó por unos instantes: "¿Qué pasa si pierdo el control y todas estas personas se accidentan por mi culpa?". Empezó a respirar agitadamente, con un creciente grado de desesperación cuando oyó por la radio.

- Delta-Foxtrot-11. Inicie protocolo de aterrizaje en este instante. Cambio

Jim tomó un largo respiro y su confusión se tornó en claridad. Colocó las aspas a 0° con lo que el helicóptero empezó a descender. Se sintió la caída mucho más abrupta de lo que esperaba.

- ¡¿Torre de control, debería descender tan rápido?!

- Conserva la calma Jim, está bien el descenso. Te estamos observando. Cambio.

Pasaron unos segundos de suspenso y sintió que el helicóptero iba a estrellarse en cualquier momento.

- ¡¿Ya debería cambiar la inclinación de las aspas?!

-Cuenta hasta 20 e inclínalas muy despacio y progresivamente. Cambio.

La torre de control empezó el conteo. -veinte, diecinueve, dieciocho.

Jim oía su respiración cada vez más, sentía que le faltaba el aire.

-trece, doce, once. -Era una interminable el conteo. Empezó a ver destellos de luz.

-cinco, cuatro, tres.

-Cambia el grado de las aspas ahora. Cambio.

Se paralizó por un momento, pero se dijo a si mismo gritándolo: Cinco segundos de valor. Tomó los controles y cambió la inclinación de las aspas. 

Te agradezco muchísimo que hayas llegado hasta este punto leyendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Te agradezco muchísimo que hayas llegado hasta este punto leyendo. Me encantaría que me cuentes de tu opinión de mi novela.

Por cierto ¿Alguna vez te has subido a un helicóptero?

Nuestro Pedazo de ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora