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No puede ser de todo el maldito Nueva York me lo decido encontrar en la más refundida cafetería

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No puede ser de todo el maldito Nueva York me lo decido encontrar en la más refundida cafetería. Él pudo haber ido a la cafetería mas cara de toda esta ciudad y encontrarse con su ex, pero no con su victima. De verdad pido que no se fije que estoy aquí. Lo observo desde lejos, sus movimientos son lentos y por un momento le veo como una persona normal, lo malo es que no lo es.

Tal vez solo estaba pasado de copas. Trato de excusarlo, pero sé que un hombre tiene mucha más resistencia a los efectos del alcohol y al momento de tratar de aprovecharse de mí, estaba muy consciente de lo hacía.

"Te frio con un shot de frambuesa" el barista da mi orden y me acerco al recibidor. Estaba a punto de recibir mi ticket de salida cuando, nada mas que el Marcus, quiso exactamente lo que yo quería. La pequeña escena termino juntado nuestras manos, al mismo tiempo que nuestras miradas. Joder.

Enseguida me reconoció, me pude dar cuenta ya que su mirada se posó en todos los lugares menos en mis ojos.

"Yo de verdad necesito este café, señorita, voy tarde para una reunión y necesito esto..." me da una pequeña ojeada "Mas que usted" ¿Se supone que es un cumplido?

"Solo tómelo" simplemente digo. El sonríe y revela unos de sus hoyuelos, le hace unas señas al mesero indicándole algo y se va de la tienda... Con mi bebida.

"Tome" me dice el mesero, me da un líquido muy diferente a lo que pedí, le doy un sorbo, y para mi sorpresa estaba delicioso.

"Disculpe, pero yo no ordene esto" le digo al mesero con todas las intenciones de devolverle la bebida, pero me detiene.

"El Sr. Johan a pagado por el ya, así que no se preocupe" Comienza a limpiar la encimera y me ve nuevamente al ver que no me muevo de mi lugar.

"¿El Sr. Johan es cliente frecuente de aquí?" Pregunto ilusa. El mesero deja ir una risa burlona.

"Cliente frecuente" repite mis palabras "Señorita, el Sr. Johan es el dueño de este lugar" Niega con su cabeza, mientras se aleja para atender al siguiente comprador. Trago saliva mientras veo alrededor. El lugar era algo formal, unas tenues luces alumbraban cada mesa, había un rincón de lectura, unos baños al fondo y la cocina ocupaba la mayor parte del local.

Confundida me pongo de nuevo los auriculares y emprendo nuevamente mi camino.

'Black Enterprises'

El gran letrero se podía leer a kilómetros. El edificio era altísimo y aun no me podía hacer la idea que todo eso le pertenecía a William. Entro por la recepción ganado algunas miradas de las trabajadoras del lugar, y creo que es porque es mi segunda vez aquí. Me dirijo al elevador a la oficina de William y espero. Las puertas se abren y las rubias que estaban hace una semana me miran aún más sorprendidas que las de abajo.

Ya me sabia el camino a su oficina, así que solo me limito a sonreírles y tocar la puerta de William.

"Adelante" se escucha cortante desde adentro. Alguien está teniendo un mal día, por lo visto.

De todo menos AmorWhere stories live. Discover now