La tercera vez es la vencida

38: Descubrimientos y movimientos de apertura

Bien.

Esto fue.

Finalmente había llegado el momento, después de todos estos años.

El Rey Demonio iba a legalizar el asesinato durante los próximos diez segundos.

Nunca pensó que llegaría a esto...

¡CHOQUE!

Al gemir en voz alta y confirmar que sí, las cosas frente a él realmente estaban sucediendo, sacudió la cabeza y trató de enterrar su rostro no solo en sus manos y brazos, sino también dentro del piso de su castillo.

No, él sabía que esto sucedería algún día. Por supuesto que sabía que lo haría, con la compañía que tenía. Por eso, la documentación que legalizaba el asesinato durante diez segundos después de que se aprobó estaba en su oficina, rogando ser utilizada cada vez que tenía que lidiar con ellos.

Aunque era inevitable. Tenía que asesinar a todos los demás en esta maldita habitación, porque...

"Santa mierda, ¿todas tus edades colectivas de doce años e inteligencia colectiva son iguales a una roca particularmente activa?"

Parpadeó cuando el caos se calmó, y suspiró cuando se dio cuenta de que había dicho eso en voz alta. Bueno, no había nada para eso. Era lamentable, pero solo tenía que asesinar-

" Padre", la voz paciente y molesta de su hija sonaba en su oído. Respiró hondo y luego se acomodó en su asiento.

"¿Sabes qué?" preguntó retóricamente. Todos se callaron rápidamente.

Nadie respondió a su pregunta retórica, y él continuó. "Voy a encontrar algunas jodidas drogas y alcohol, y robaré el alijo 'secreto' de Celestina, y me emborracharé jodidamente . Con suerte, finalmente me derrumbaré, pero en la remota posibilidad de que no lo haga, ¡Nos vemos, carajo, luego!".

Saltó de su asiento y su hija inmediatamente lo agarró del brazo. Se tragó las ganas de empezar a llorar, pero se permitió que lo guiaran de regreso a su asiento.

Dio otro suspiro largo y prolongado, y miró alrededor de la mesa.

Sylvia había estado arrojando comida sobre la mesa a Ragcraft, quien había cambiado a la forma de un Horror de muchos tentáculos para tomar represalias de manera efectiva. Él había respondido de la misma manera, cambiando sus brazos a los sustitutos de los tentáculos de una quimera.

Verdia los incitaba a ambos y trataba de coquetear descaradamente con Celestina, que acababa de llegar de su duro reentrenamiento. Ella había estado ignorando al Dullahan, fumando en silencio y amenazando con usar los poderes de su Dios Oscuro para esclavizarlo después de que su táctica habitual de "soplar humo en su cara" no funcionó debido a que su cabeza no estaba donde la cabeza de cualquier otra persona estaría.

Wolbach simplemente estaba mirando su batido arruinado con una expresión abatida. Estaba contaminado con trozos de carne y ensalada, y se veía completamente desagradable.

La mayor parte de eso, y la ruina del aire refinado de esta comida, había sido provocado por los NEET que entraron y robaron la mitad de la comida, arruinando el almuerzo que el Rey Demonio había preparado cuidadosamente.