La tercera vez es la vencida

30.-Reflexiones de una unidad absoluta (y más)

Alderp casi saltó del carruaje mientras se dirigía a su mansión en la ciudad.

Su tamaño rozando contra los lados de la puerta de su carruaje le recordó que si hacía eso, seguramente se rompería la nariz o la cadera o algo así, así que en lugar de eso, salió del carruaje con delicadeza y luego echó a correr.

Sabía que no saldría de la manera habitual: las puertas serían lo primero que se protegería, lo que significaba que necesitaría mucho, mucho dinero para sobornarlos en lugar de poder simplemente cruzar gracias a su estado noble.

Entró en su casa. Por supuesto, no podía dejar atrás su otra reliquia. El primero parecía haber llegado a manos de Iris, lo que significaba que, eventualmente, Maxwell la convencería de ponérselo y luego borraría sus recuerdos.

Llegaría al Príncipe Heredero Jatis, y luego solo le tomaría una reunión para tomar el cuerpo del Príncipe.

Sería un juego de niños tomar a Lalatina como esposa de allí. El Príncipe necesitaba producir un heredero, incluso si el próximo Candidato a Héroe mataba al Rey Demonio y la sucesión pasaba a Iris.

Gruñó mientras se dirigía a su habitación. Si tan solo no hubiera empujado sus planes hacia adelante...

Él suspiró. A pesar de la falta de mano de obra en esta capital, la seguridad se había incrementado hace un tiempo, lo que lo llevó a necesitar sobornar a la gente en el camino a su mansión, lo que le obligó a agarrar más en su salida.

Aparentemente, Claire y ese desgraciado sin dinero de Rain habían hecho un gran alboroto por el hijo de un noble que había causado una explosión en medio del distrito comercial, razón por la cual necesitaba obtener más dinero .

Empezó a sudar cuando llegó a su tesoro secreto. Recogería su Reliquia Divina y algo de dinero, y luego estaría en camino.

Se quejó mientras jugueteaba con la cerradura de la puerta de su tesorería. Si ese estúpido Príncipe hubiera estado en la fiesta, podría haberlo hecho en ese mismo momento...

¡ Pero nooooo ! Ese idiota, al igual que su padre, estaba completamente obsesionado con la batalla. Era un milagro que este lamentable reino no se hubiera derrumbado en una guerra civil a estas alturas, pero suponía que este lugar no lo haría.

No hasta que el Rey Demonio fue finalmente destruido y lo único que impidió que los nobles ignoraran al Rey, la amenaza de la condenación eterna, y que los campesinos no objetaran los altos impuestos, la amenaza de la condenación eterna y los caballeros letales que mantuvieron la paz. fui con el

Suspiró felizmente al ver su dinero. Recogió algunas bolsas de Eris y luego robó su Reliquia Divina del pedestal. Podría haber parecido una roca, pero Max, a pesar de todos sus gestos molestos, fue sumamente útil.

Mientras lo tuviera, podría cambiar los recuerdos de todos allí, si hiciera otro contrato con él. Incluso ese Degurechaff no sería capaz de resistir el poder del Demonio si no estuviera dividiendo su atención entre muchas personas diferentes.

Se dio la vuelta, preparándose para dirigirse a la habitación secreta donde se encontraba Max. No era tan secreto como el sótano de su habitación en su residencia principal en Axel, pero había estado bien por ahora.

Suspiró ante la idea. Realmente, si el poder de Maxwell hubiera funcionado en algo que se pareciera remotamente a la proximidad, los cultistas de Eris, y su líder, el cardenal Gabel Montgommery, lo habrían descubierto debido al rastro innegable que dejó en todas partes.