Segunda parte: Capítulo 71: Adiós

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Holiii! Ya parece una costumbre que se me olvide publicar el capítulo cuando realmente me toca. Lo siento, jejeje. 

En fin, por fin hemos llegado al final de la segunda parte. El último capítulo de esta parte, y el último capítulo de esta enorme etapa en la vida de Harry y Giovanni. Como ya les adelanté hace un par de semanas, tras la publicación de este capítulo, me tomaré dos meses "libres", en los cuales no habrá nuevos capítulos. En estos dos meses me centraré en adelantar todo lo posible la tercera parte (que ya he comenzando a escribir).

Sé que a lo largo de esta historia han habido varios parones, o "hiatus" sumamente largos, y siempre me lamentaré por ello. Sin embargo, espero que puedan aguantar estos dos meses para seguir con esta historia, que ya llegará a su tercera y última parte, donde por fin veremos cómo acabará todo entre Giovanni y Harry. 

Así que, bueno... espero que disfruten de este capítulo, ¡y nos vemos dentro de dos meses, cuando ya sea mayo!

¡Un beso enorme a todes!



Capítulo 71: Adiós

Chase nunca se consideró una persona muy familiar. Es decir, adoraba a su madre y a su hermana, y le encantaba pasar tiempo con ellas. Pero nunca se había imaginado formando su propia familia, con responsabilidades de pareja, de padre. No, no. Él siempre se había considerado una persona que buscaba una libertad plena y total.

Luego aparecieron Lucio y Leonardo, ¿no? Pero bueno, ese era otro tema. Lo importante, era que Chase siempre miraba con sentida confusión, y hasta lástima, a aquellas personas que soñaban con formar su propia familia, con tener hijos. Y en ese grupito estaba incluido su más querido, fiel y guapo mejor amigo. A ver, las cosas como son, Giovanni nunca fue muy intenso con la idea de formar una familia, pero siempre que salía el tema de una forma u otra, su amigo siempre le contestaba, desde bien joven, que le gustaría tener uno o dos hijos. Que la idea clásica de pareja+hijos+casita bonita+perro era algo que siempre le había ilusionado.

Incluso después de que su mejor amigo aceptara su clara preferencia por los hombres, seguía con esa idea. Aunque esa idea se había quedado más en un sueño.

–¿Te imaginas que aparezca un día con un esposo y nuestros hijos en casa de mis padres? –preguntó una vez, cuando apenas tenía 16 años, riendo. –Me matarían. Sería caótico.

Y razón no le faltaba a su buen amigo. Chase supo que aquella ilusión de formar una familia se había ido desdibujando, pero no porque sus ganas hubieran desaparecido, sino porque, teniendo la familia que tenía, era una realidad complicada. Hasta que llegó Violetta, su gran amigo se acostó con ella, y ea, bebé en camino. Y cuando Giovanni, con solo veintiún años, le dijo que Violetta estaba embaraza y que él sería padre, vio en sus ojos una mezcla de ilusión y miedo. Miedo por tener que casarse con Violetta por ello, e ilusión por tener un hijo.

Chase sabía que Giovanni adoraba a Dany por encima de cualquier ser vivo en toda la tierra, y que daría lo que fuera, incluso su propia libertad, por estar con él. Y así hizo. Se casó resignado con Violetta. Pero recibió a Dany eufórico.

Nunca, pero nunca, y cuando Chase decía nunca, era NUNCA, imaginó que volvería a ver esa mezcla de sentimientos en los ojos de su amigo. Esos cambios de expresión tan abruptos y contradictorios, pasando del "dios mío, me cago en la madre que me parió" al "soy el hombre más feliz del mundo".

Pero ahí estaba su amigo, sentado sobre el sofá, fumando como un buen carretero, y con una copa bien cargada de vino, explicándole que Violetta estaba embaraza. Otra vez. Y que ella quería tenerlo. Y él obviamente –para Giovanni parecía ser sumamente obvio –, también quería tenerlo.

Guerra fría [Historia gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora