Segunda Parte: Capítulo 69: Repitiendo la misma historia

616 63 27
                                    

Buenas queridos y queridas lectoras! Tras dos semanas, como prometí, les entrego el siguiente capítulo. 

Espero que lo disfruten!!



Capítulo 69: Repitiendo la misma historia

Las semanas seguían pasando, y Angelo seguía siendo su fiel radar. Nunca se acercaba a él cuando estaba en la academia, simplemente lo veía desde la lejanía, desde aquella terraza, mientras se tomaba un café, o lo que fuera. Solo iba una vez a la semana, a veces dos, y el día que no lo veía al medio día en la academia, se lo encontraba por la tarde en la Galería. Ahí sí que se le acercaba de vez en cuando. Pero lo peor, definitivamente, eran los fines de semana; ya fuera el sábado o el domingo, Angelo se iba a comer al Noctem Rossi, y siempre pedía que él fuera su camarero, y nunca se lo negaban. Había dejado de salir de fiesta, porque sabía que se lo podría encontrar. Ya lo había visto otras dos veces, y desde que vio que aquello se podía convertir en otra rutina, otro sitio para que le siguiera, decidió que no saldría al Doph's, e incluso se vetó el Vanity, por si acaso.

Gracias a Dios, no se acercó nunca a Emily's, seguramente por la presencia de Chase. Este le había dicho que pensaba a informar a Leticia de cualquier avistamiento de Angelo, y seguramente este se lo sospechaba. A Harry le alegraba eso, ya que así por lo menos podía salir a tomar algo con sus amigos cerca de su casa.

Emma, Lui y Jim sabían que había dejado de salir por Angelo, pero Bea, Dalia y Lucca, obviamente no. Y él sacó la excusa de que estaba demasiado cansado con el trabajo, los estudios y las prácticas. Y debido al tiempo que estas tres cosas le comían, fue la excusa perfecta.

Angelo cogió otra costumbra lo más de siniestra, según sus tres amigos: enviarle flores, bombones e incluso entradas o invitaciones a obras de teatro, a exposiciones de arte, etc. Recordaba la primera vez que las recibió, fue Lui quien abrió la puerta y vio al repartidor, con cara de pocos amigos, seguramente por tener que subir seis pisos por escaleras. Su amigo, sorprendido, recibió un pequeño ramo de girasoles.

–Harry... te han mandado unas flores. –dijo, volviendo al salón y mostrándoles los girasoles. Harry, confundido, se levantó del sofá y cogió las flores. En una de ellas, estaba apoyada un pequeño papel con una nota.

"Dijiste que te gustaban. A."

–No me lo puedo creer. –dijo, mientras releía la nota.

–¿Qué? –preguntó Lui.

–Es Angelo. –respondió Harry, dejando el pequeño ramo sobre la mesa y extendiéndole la nota a Lui. –Me las ha mandado ese cabrón. –Lui cogió la nota y la leyó.

–Dijiste que te gustaban. –leyó. –Dios, Harry, ¿le dijiste que te gustaban?

–Me preguntó por la pulsera que me dio Emma. –Harry levantó su muñeca, donde había una pequeña cuerda con un discreto dije en forma de girasol. Emma se lo había regalado hacía mucho tiempo, sabiendo que era su flor favorita.

–¿Y por qué coño se lo dijiste?

–Pues porque me gustan los girasoles, Lui. ¡Yo que sé! Me preguntó, y en vez de quedarme callado le dije que me gustaban, ¿yo qué coño iba a saber que iba enviarme unos putos girasoles?

Y bueno, desde ahí, cada semana recibía un pequeño ramo de girasoles, que Lui se encargaba muy amablemente de tirar.

–Joder, me da pena tirar tantas flores. –comentó una vez, esta vez también junto a Jim y Emma.

–¿Te da pena ese tipo? –preguntó, mortificado Jim.

–Me dan pena las flores, Jim, no Angelo.

Guerra fría [Historia gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora