—El mismo equipo que la envió a morir a Dakka por abrir un archivo de seguridad nacional y que también la acuso de volar toda una estación de policía.

—El mismo equipo que años después lucho para que esos cargos fueran eliminados —replico Diane—. Creo que no tengo más que hablar con usted señor, fue un placer...

Diane se levantó de su silla y se disponía a irse, pero Denning que estaba algo impresionado e intrigado por la actitud de Diane le llamo de nuevo y le pidió que se quedase.

—Entiendo... Sé que su lealtad esta con Five-0, está bien. Trabaje para Five-0 y no en contra de ellos, pero de igual forma el Comandante McGarrett no estará al frente de Five-0, pondré a alguien más. Así que usted elige.

— ¿Qué se supone que ha hecho Steve durante este tiempo?

—Pues he puesto a varios oficiales a vigilarles, y aunque han estado más dispuestos a seguir las reglas, siguen a prueba. Un error y todos quedan fuera.

—Creí que todo este teatro era porque Sean temía que dijera todo lo que se —dijo ella y el gobernador se levantó de su silla, dio una vuelta a su escritorio y quedo frente a Diane recostándose de la mesa de su escritorio.

—En parte, pero a decir verdad Five-0 puede ser más un problema que una ayuda, así que he puesto a varios oficiales de la NSA a vigilarlos. Su última oficial, la Agente Weston se vio influenciada por ellos así que tuve que sacarla.

—Ok, entiendo. Yo dirigiré el equipo y le demostraré que no somos un problema, y no se preocupe por vigilarnos, los Five-0 y yo vemos Hawala como nuestro próximo hogar seguro—dijo ella y con una sonrisa bastante sarcástica estrecho la mano del gobernador y salió del lugar.

...

No parecía tan difícil, la decisión estaba tomada, y aunque en su mente estaba siempre, no quedarse, solo cerrar el capítulo e irse, también estaba intentar tomar todo esto con calma.

Durante las últimas semanas, todos los que rodean se habían encargado de recordarle todo lo negativo que había hecho Five-0, y aunque su cabeza estaba hecha un lio, como ya se lo había dicho, esta era una segunda oportunidad y tenía en mente todo manejaría todo, pero sobretodo se mantendría enfocada en recuperar su memoria, ahí estaba todas las respuestas, la objetividad. Porque cada historia solo traía consigo un poco de rencor y aquel sentimiento no la dejaba decidir si Five-0 y Steve McGarrett eran los monstruos que decían o no.

Para despejarse un poco decidió que antes de ir al Cuartel y decirle a Steve que se quedaría, pasaría por un café. Pero había manejado casi 10 minutos y aun no veía un Starbucks, así que de detuvo en un lugar llamado Wailana Coffe Shop. Parecía agradable a simple vista.

Tomo su pequeño bolso y salió de su auto, a su lado se estacionaba una Silverado azul marino, ella solo miro y no le tomo atención, pero quien venía en esa camioneta si la había visto.

— ¡Ey! —le llamo.

—McGarrett —dijo ella con una sonrisa. Después de todo era agradable ver a quien sentía que le debía la vida.

—Estuve llamando a tu teléfono. Temía que te fueras de nuevo... Ya sabes, Danny se pondría... Ya sabes —dijo y Diane rio.

—Lo sé —respondió ella—, no de hecho iba al cuartel luego de salir de aquí. Voy a quedarme.

—Esa es una buena noticia —dijo el—. ¿Qué buscas en Wailana?

—Un buen café —respondió ella.

—Bien, pues te enseñaré algo más que el excelente café que sirven en este lugar. Vamos —dijo Steve.

Ambos se encaminaron hasta la entrada del café, Steve abrió la puerta del lugar para Diane y le señaló el camino. Enseguida tomaron una mesa y se sentaron.

Hawaii Five-0Место, где живут истории. Откройте их для себя