Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}

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El ambiente en Hogwarts era... diferente. Me lo esperaba.

Con Snape como nuevo director, las cosas habían cambiado completamente.

Unos cuentos mortífagos ya estaban rondando por los pasillos. Los hermanos Carrow tenían el control de muchas cosas, uno de ellos eran los castigos, extremadamente diferentes a los de Dumbledore. 

Para ellos era divertido, pero yo no soportaba verlo. Les lanzaban hechizos aquellos que les desobedecieran, insultaran o simplemente porque se les antojaba. Su favorito era Neville Longbottom.

Él no tomaba ninguna clase conmigo, no como antes. No querían que los aliados de Harry Potter se me acercaran. Órdenes de mi "padre".

Realmente quería detenerlos, pero tenía mis propios asuntos. Suena egoísta, pero ya era tiempo de serlo. Muchas ocasiones puse los sentimientos de alguien antes que los míos, pero ya estaba harta. Tenía que dejar un espacio para mí y solo para mí, para sanar, para perdonar, para amar.

Draco no me ha dejado sola en el último mes que hemos estado aquí, y se lo agradezco. Ha sido tan comprensivo y cuidadoso conmigo, aunque algunas ocasiones me siento como una carga, como si cuidara un cristal que se podría romper con tan solo mirarlo.

—Come cariño, te sentirás mejor —la voz de Draco me sacó de mis pensamientos.

Lo miré y me dio una hermosa sonrisa, yo no podía hacerlo y me dolía no responderle de la misma manera.

Me ofreció una charola con el desayuno completo. No había querido ir al Gran Comedor.

—Gracias —dije apenas con voz y tomé la taza de café.

Draco asintió quiso acariciar mi mejilla, pero yo me moví impidiéndole hacerlo. Vi en sus ojos ese dolor, el dolor de no poder si quiera rozar mi piel.

Como quisiera que supiera que lo siento, que supiera que me muero por que me abrace como antes, como él quiera y me tocara. Pero simplemente no podía.

—Buenos días —Pansy entró a la habitación con una gran sonrisa y una gran bolsa de alguna marca de cosméticos.

—Hola Pansy —Draco la saludó y le dio un abrazo. Susurraron algo que no pude entender y poco después él salió de la habitación.

—¿Qué tramas Pansy?

—¿Yo? —frunció el ceño y se sentó a mi lado—. Nada —disimuló inocentemente y me robó una uva de las frutas.

—Ajá —repuse con ironía e hice una leve risa y le di un sorbo a mi café.

—Este sábado te olvidarás de todo y mantendrás a un lado esos pensamientos —dijo al momento de tomar el control remoto de la pantalla.

Yo evadí dar una respuesta a su idea.

—¿Euphoria? ¿De nuevo? —dije forzando una sonrisa.

—Te hice sonreír con tan solo ponerla, así que sé que te encanta tanto como a mi —repuso feliz, ahora robándome una fresa—. Además se acaba de estrenar el nuevo episodio.

Pansy se acostó boca abajo y con los pies en la cabecera. Tenía la extraña acción de mover los pies lentamente y luego más rápido cuando algo le emocionaba.

Me di por vencida y dejé mi desayuno para ver el episodio con ella. Me acosté de la misma manera, junto con una almohada para recargar mi barbilla. También le di una a ella.

...

—Aunque los muggles no me caen del todo bien, quisiera tener sus vidas algunas veces —comentó aún teniendo la vista hacia la pantalla—. Tienen sus problemas, pero no están en una guerra.