Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}

~20~

2 semanas después.

Era mi último día en Hogwarts como estudiante de cuarto año. Estaba muy contenta por pasar mi ciclo con buenas calificaciones y más emocionada aún por las vacaciones de verano.

Ron me había invitado a su casa para el verano, pasaría solo 2 semanas ya que mis padres no me permitieron más tiempo, pero al menos me habían dado el permiso de ir. También estaría Harry y Hermione, aunque Harry se quedaría todo el verano y Hermione igual que yo.

—¿____, ya tienes todo listo? —se escuchó a Hermione del otro lado de la puerta.

—Sí Her, pasa —respondí y abrió la puerta

Traía un pantalón de mezclilla a la cadera, una playera roja oscuro y una sudadera color negro. Su cabello estaba atado a una coleta un poco despeinada. Sin duda tengo a la mejor amiga más bella de la Tierra.

—Que linda te ves —le dije con una sonrisa y ella se ruborizó.

De vez en cuando hay que recordarle a nuestras amigas lo bonitas que son, a mi me gusta que me lo recuerden.

—Gracias —sonrió dulcemente—. Es mejor que bajemos tus cosas de una vez, tenemos que ir a desayunar para después irnos —comentó y tomó la jaula de mi lechuza "Blair" y salió de la habitación.

La seguí cargando con la mano derecha mi maleta donde tenía todas mis cosas y ropa.

Mientras pasaba por la sala común de Slytherin pude notar como Draco salía de su habitación con su traje negro. Se dio cuenta que lo estaba mirando así que volteó a verme, pero aparté la mirada rápidamente, no nos habíamos hablado en la última semana, lo que me dijo realmente me hirió.

Bajamos las cosas y nos fuimos a desayunar al Gran Comedor, Ron y Harry aún no bajaban, podía notar la tensión de Hermione.

—-Tranquila Her, bajaran pronto —traté de tranquilizarla y tomé un sorbo de mi té.

—Es que ya es bastante tarde, si no bajan ahora llegaremos tarde, y todo por su culpa —contestó apresurada y molesta.

En eso entró un pelirrojo desarreglado y le seguía un despeinado con lentes redondos, era claro que Ron y Harry apenas se habían despertado.

—Lo sentimos, se nos hizo tarde, casi no dormimos —dijo Harry, sentándose a mi lado.

—Sí, Harry dice la verdad, no dormimos nada anoche —prosiguió Ron, sentándose a lado de Hermione.

—¡¿Lo sentimos?! ¡Se los estuve diciendo por una semana entera!, ¡no se duerman tarde porque nos tenemos que levantar temprano!, pero claro nunca me hacen caso... —Hermione se dedicó a reprocharlos y enojarse con ellos.

Deje de escuchar a Hermione, ya que no podía dejar de pensar en que me iría de aquí, peleada con Draco. Miré a la mesa de Slytherin y ahí estaba él, se veía que él tampoco había descansado, tenía ojeras y apenas tocaba su comida. Alzó su mirada y me vio, no podía apartar la vista, pero tampoco quería seguir viéndolo.

—¿____? —Harry llamó mi atención, apartando la mirada de Draco.

—Si, lo siento, ¿de qué hablan? —dije distraída, mirándolos.

Los tres de miraron, sabían lo que pasaba. Miraron a Draco al mismo tiempo.

—Dejen de mirarlo —ordené nerviosa.

—¿Aún están peleados? —preguntó Ron en voz baja y quitando los ojos sobre la otra mesa.

—Es más que obvio, no se dirigen la palabra desde hace una semana —respondió Harry.