La tercera vez es la vencida

32.-Producción y espionaje

Woosh.

Miró a su alrededor y descubrió que no la habían llevado a otra habitación. No estaba en la habitación que había reclamado como suya, y no estaba en la habitación que Viktoriya había reclamado, ni siquiera en el dormitorio principal, donde se encontraba la entrada a la mazmorra secreta de Alderp.

En cambio, todavía estaban en la habitación que habían requisado para trabajar. Estaba compartiendo una silla con Viktoriya, lo cual era obvio por el sonido de esa voz que había gritado, y...

Jejejejeje…

Ella luchó contra el impulso de gritar de ira cuando se dio cuenta de lo que les estaba señalando.

contracción _

Ella frunció el ceño. Había sentido que ese estúpido mechón de cabello se movía de nuevo , y…

Haga clic en .

La causa del chasquido era evidente. Había una cámara antigua en un trípode apuntando directamente hacia ellos, y tomaba una foto ocasional. Dicha imagen saldría lentamente de la cámara, revelándose en unos escasos segundos, y luego…

Observó cómo la última imagen se volaba con lo que parecía un viejo ventilador de escritorio normal. Voló por el aire varias veces, antes de ser lanzado a través de la piedra que probablemente era mármol a través de una puerta abierta. Tanya podía escuchar unas risitas débiles provenientes de la vuelta de la esquina.

El dial en la parte frontal de la cámara alcanzó su cenit y Tanya cerró los ojos rápidamente, con la esperanza de que Lorelei no notara el cambio en su posición.

Las risas continuas, y no huir apresuradamente de la ira de Tanya, desde el pasillo le dijeron que no lo había hecho. Tanya comenzó a pensar en cómo diablos se daría cuenta de esto.

Sus brazos estaban entrelazados con los de Viktoriya, y su espalda descansaba contra su costado. Su cabeza estaba…

Su cara se coloreó. Su cabeza probablemente estaba apoyada contra la hermosa y grande teta de Viktoriya.

Ella negó con la cabeza ligeramente. ¡No! No había forma de que algo así estuviera funcionando, y el calor que sentía subiendo por sus mejillas, aunque era una reacción normal, no justificaba nada.

Ella respiró hondo. Todo lo que necesitaba hacer era convencer a Viktoriya de que la dejara ir. Sin despertarla y hacer esto increíblemente incómodo.

Las cejas de Tanya casi se fruncieron. ¿Cómo diablos se suponía que iba a hacer eso ?

Haciendo una mueca, Tanya se inclinó hacia arriba, ajustando su posición para estar más cerca de la cabeza de Viktoriya. Eso tuvo el desafortunado efecto secundario de empujarla de nuevo hacia los senos de la mujer.

El rostro de Tanya se sonrojó cuando Viktoriya dejó escapar un pequeño gemido y comenzó a repetir la frase 'esto es un error, no acoso sexual, ambos somos adultos técnicamente' una y otra vez en su cabeza.

Finalmente, se elevó lo suficiente como para colocar su boca al lado de la oreja de Viktoriya. Su expresión parecía feliz, con suerte, estaba teniendo sueños agradables y no uno que se transformó en ser asesinada, atacada o violada.