Reina el amor duele (COMPLETA✔️)

capítulo 43🔪🩸

Pienso en Devon y en como se había esforzado tanto en enseñarme todas y cada una de las técnicas de ataque, en como se había comprometido en que aprendieran todo lo necesario sobre la anatomía humana y en cómo sus ojos analizaban cada movimiento que hacía. Me sentía segura con su presencia lo cual es algo estúpido y qué aún me carcome la cabeza.

Salgo de la ducha, seco mi cuerpo y con una mueca de asco me coloco la misma ropa sucia y manchada que tenía, cosa que hace reír a Devon en cuanto me ve.

— No pienso tener una cita contigo vestida asi. — Dice mientras me lanza una bolsa blanca.

—¿Tendremos una cita?— pregunto con diversión.

— No si hueles a muerte.

Le doy un empujón que lo hace retroceder y me dispongo a volver al baño y lavar mi cuerpo nuevamente. 

Maldita sangre de cerdo.

Una vez estoy limpia y seca abro la bolsa que me ha dado Devon y descubro que es un bonito vestido negro con un corcet de encaje y falda de tul brillante, lo saco completamente de su paquete y noto que tiene una etiqueta morada que dice.

"Así tampoco es como imaginaba nuestra primera cita pero ya era hora ¿No?"

Un ligero calor sube hasta mis mejillas mientras saco unas zapatillas negras con un poco de plataforma del fondo de la bolsa.

Me coloco el vestido que se amolda perfectamente a mi figura y luego sin dar tantas vueltas me pongo las zapatillas que también son de mi talla. ¿Como había logrado acertar tan bien mis medidas?

En cuanto salgo del baño tengo que mantener la boca cerrada para no comenzar a babear como un bebe por su plato de comida favorito. Devon lleva puesto un smoking negro que lo hace ver mucho mas ardiente que el mismísimo sol, el traje esta perfectamente planchado y ni una maldita arruga se posa sobre la tela.

Su cabello va peinado hacia atrás con gel y esto me hace sonreír, sus ojos grises se entrecierran y me siento agradecida de poder ver cada detalle de sus gestos sin nada que me lo impida, incluso puedo ver el piercing de la ceja que siempre va oculto bajo una manta de pelo.

— Veo que esto va enserio .— digo y él pasa su lengua por sus labios para humedecerlos.

—Muy enserio .— responde.

La lluvia paró pero dejó grandes charcos de barro por dónde sea que mires, Devon cierra la puerta de la cabaña con llave y luego ambos comenzamos a caminar por el sendero oscuro que gracias a las piedras no tiene barro.

Al llegar al auto los dos nos limpiamos los zapatos con un trapo que él tenía en el baúl del auto y luego nos montamos en el vehículo para dejar atrás el bosque y volver a la ruta.

En el camino hacía donde sea que Devon había planeado ir llame a mi madre para saber como se encontraba ya que no sabía nada de ella desde mi cumpleaños.

— Mamá.— la saludo y puedo oír una risa nerviosa del otro lado de la línea.

—Hasta que me llamas— responde.

—Si, lo siento las tareas me tienen agobiada — me disculpo.

Por unos segundos el silencio se hace presente y esto hace que mi corazón se acelere ¿Está enojada?

—No pasa nada, cariño, lo entiendo— Otra voz le dice algo que no puedo oír bien y luego ella continúa hablándome — ¿Qué dices si vienes la semana viene?

—¿Enserio?— pregunto sintiéndome felíz— Por supuesto.

— Puedes venir el viernes y podemos hacer algo.— dice.