capítulo 3🔪🩸

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Lunes.

Semana de orientación.

Intento peinar mi cabello en una coleta pero lo único que consigo es acabar frustrada porque mi pelo no hace más que actuar en rebeldía así que decido dejarlo suelto, observo el reflejo del espejo y esto hace que me sienta aún peor. Había intentado tapar mis ojeras con maquillaje pero solo había conseguido tener la apariencia de una cara persona enfermera.

La desconocida que por fin había aceptado decirnos su nombre, Victoria, iba vestida como una maldita bruja. Pero no esa clase de brujas feas que nos presentan en los dibujos animados si no que todo lo contrario, su cabellera negra iba suelta y unos pequeños pendientes colgaban de sus orejas, como outfits había optado por una remera de the Walking dead que era demasiado grande, tan grande que daba la sensación de ser un vestido, en la parte de abajo llevaba un jeans negro.

Por otro lado Penny se veía como una niña tierna pero con cierta chispa intimidante, su cabello iba recogido en dos coletas altas, lleva puesta una remera rosa que deja al descubierto su piercing del ombligo y una falda blanca con medias hasta las rodillas.

—Desearía ser tú.—dice Penny—llevas el cabello simplemente suelto y un pijamas y te ves hermosa ¿cómo haces?

Se que lo que había dicho era un halago pero no pude evitar apretar la mandíbula ante sus palabras.

—Creo que alguien se equivocó de carrera, debiste estudiar modelaje.—dice Victoria leyendo mis horarios.

Me coloco la capucha del buzo azul que llevo puesto, y bajo la mirada.

(...)

Salón A.

Ahí es donde tengo que ir, me despido de mis compañeras de piso y comienzo a caminar sola por los pasillos, mientras siento varias miradas sobre mi.

Mierda. Quizás debí arreglarme un poco más.

No estoy encontra del maquillaje ni de la buena vestimenta pero el miedo de que me ocurra algo por la forma me la que me visto o que me tachen de tal o cual cosa no me acababa de convencer. Aprieto la manga del buzo deseando que todas esas miradas expectantes se alejen de mi.

—¡Hey!

—Hola—respondo al ver que Bastián es quien me habla.

Observo su ropa y nuevamente siento que debí optar por otra cosa y no por un plantón de ejercicio y un buzo gigante, soy un maldito desastre delante de él que luce como un modelo de catálogo.

—Me gusta tu buzo, se te ve genial.—dice como si pudiera escuchar mis pensamientos.

Levanto la vista y puedo notar en sus ojos que realmente piensa que me veo bien.

—¿Como te preparas para tu primer día de clases, señor veterinario?

Bastián sonríe y puedo ver sus mejillas ruborizarse—Estoy muy nervioso.

—Si te sirve de algo yo también estoy nerviosa.

Y ese es el fin de nuestra conversación, Bastián asegura verme en el receso y sale disparado corriendo por los pasillos cual loco.

Llego al salón A y antes de abrir la puerta observo mi rostro pálido en el reflejo del vidrio, una mirada nerviosa es todo lo que veo. Respiro hondo tres veces y entro.

El lugar está lleno, todas y cada una de las personas se encuentra hablando entre ella a excepción de unos pocos que están tomando notas.

Hay un lugar libre en la última fila así que ahí es a donde me dirigo, una chica morena me sonríe amablemente y yo le devuelvo el gesto mientras pongo mis cuaderno sobre la mesa.

Reina el amor duele (COMPLETA✔️)Where stories live. Discover now