capítulo 10🔪🩸

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—Mierda.

Me arrodillo sobre él mientras siento el corazón en la garganta, tiene varios golpes en el rostro pero eso no es nada comparado en la cantidad de sangre que sale de uno de los tantos cortes que tiene en el abdomen.

—Tranquilo, la policía viene en camino.—digo en un intento de calmarlo y calmarme.

Me saco la campera que tengo puesta y la colocó sobre la herida, lo escuchó maldecir y respirar con dificultad.

—Chloë, no puede verme la policía—dice entre quejidos nerviosos.

Trago saliva en seco,—¿Qué quieres que haga?

—Sacame de aquí.— Me pide.

Mis ojos van a su herida y veo que la campera ya está teñida de rojo, esto esta mal.

—Chloë...

Escucho las sirenas de la policía a lo lejos y entonces sé lo que debo hacer.

Paso mis manos por la cintura del moribundo e intentado ponerlo de pie, seguido de esto pasó uno de sus brazos por detrás de mi nuca y comienzo a arrastrarlo fuera del callejón.

Las sirenas están cerca pero nosotros le sacamos una ventaja de dos cuadras, por lo que cuando llegan al lugar del incidente Devon y yo estamos lo suficientemente lejos de ellos.

—Necesitas ayuda.— murmuro con la respiración acelerada.

Su rostro tiene un tono grisáceo y la herida sigue sangrando sin parar, tiene que ver a un médico o va a morir en cuestión de una hora.

—No es así como imagine nuestra primera cita—bromea y no puedo evitar reírme nerviosa.

—Te acaban de apuñalar, puede que estés por morir ¿y me dices esto?

—Me gusta pensar que soy inmortal.— mascullo.

Siento un nudo en la garganta y unas repentinas ganas de llora me invaden, inhalo su aroma que es una mezcla de tabaco y sangre.

Esto me recuerda tanto a esos oscuros momentos donde mi madre me pedia ayuda para levantarse del piso debido a que no lo podía hacer por si sola. Me había prometido a mi misma no volver a pasar por una situación similar pero miren la ironía de la vida, estoy aquí repitiendo una escena similar pero con un completo desconocido.

—¿A dónde vamos?

—Hasta el edificio blanco.

Hasta el edificio blanco. Repito y ese es mi motor para arrastrarlo media cuadra más.

—Toca el departamento 44...—murmura y ese es el momento exacto en el que sus ojos se cierran y su voz se desvanece.

Había perdido la consciencia y ahora pesaba el doble, mi garganta se cierra impiendome respirar, aún faltaba para llegar al edificio sin contar que la policía ahora estaba deambulando por estas zonas.

Tomo su pulso y siento que es débil.

Lo apoyo contra la pared y corro hasta el edificio donde tocó el timbre del departamento cuarenta y cuatro.

—¿Si?

—Devon... Devon está inconsciente, hay mucha sangre creo que va a morir.—digo en un hilo de voz.

No se si pasan minutos o segundos pero Evans abre la puerta del edificio y en cuanto me ve con la manos cubiertas de sangre mira hacia donde está Devon y sale disparado como una flecha en su dirección.

Lo levanta como si no pesará nada y rápidamente lo sube al ascensor del edificio.

—¿Que paso?—pregunta con la mandíbula tan tensa que incluso pareciera que sus dientes van a romperse.

Reina el amor duele (COMPLETA✔️)Where stories live. Discover now