capítulo 13🔪🩸

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El lugar está sumido en un silencio terrorífico, lo único que se escuchan son nuestras pisadas cada vez que subimos un nuevo escalón.

Había elegido seguirlo, ir con él, ¿eso me hacía una maldita loca? ¿Una persona incapaz de pensar con coherencia?

Devon abre la puerta que se encuentra al final de la escalera y ambos salimos a la terraza del edificio.

La luna se alza en el cielo junto con algunas nubes grises que amenazan con romper en llanto, una fuerte ráfaga de viento me hace maldecir por no haber traído una campera más abrigada. Observo a Devon quien se percata de la situación y se hecha a reír.

Claro, él iba bien abrigado.

Pantalones de jeans negros, una buzo del mismo color que tenía una "x" amarilla en el centro y una bufanda blanca alrededor del cuello. Otra ráfaga de viento me obliga a abrazarme a mi misma.

Estúpido vestido y estúpida yo por vestirme de una forma en la que ni siquiera me agrada.

El chico al que decidí seguir camina hasta una pequeña escalera que está pegada a la pared, la típica escalera que suben las personas de mantenimiento en las películas.

-¿A dónde vas?-pregunto.

-Al cielo-responde sarcástico mientras comienza a subir-Voy al techo, tonta.

-¿Al techo?-repito.- Hay alerta meteorológica, es peligroso.

Recuerdo la noticia que había visto en la televisión mientras la sesión de fotos transcurría.

<<Rige una alerta meteorológica por tormentas fuertes y ráfagas de viento para la Ciudad y el Conurbano.

El Servicio Meteorológico Nacional anticipa un descenso en la temperatura para hoy con la llegada de las lluvias.>>

Devon desaparece de mi campo de visión así que sin tener otra alternativa subo las escaleras tras él, esto de perseguirlo ya no me está gustando mucho.

Subo el último fierro de la escalera y quedo impactada ante la hermosura de la vista.

Y no, no estoy hablando de Devon.

Hablo de lo lindo que se ven los edificios, las calles y el parque de la universidad cuando un nuevo relámpago lo ilumina todo, tengo que admitir que quizás se ve un poco aterrador pero realmente vale la pena el susto.

Miro a Devon quien también tiene sus ojos puestos en los edificios y en la aterradora tormenta que se avecina, su cabello negro brilla con intensidad cada vez que un nuevo rayo hace presencia, su rostro no posee ninguna marca a excepción de un pequeño lunar que se encuentra encima del labio del lado derecho.

-Deja de mirarme así, me estás comenzando a dar miedo y soy yo quien tiene que dar miedo-dice y ríe por lo bajo para luego adoptar una postura arrogante y segura.

-Lo siento es que semejante obra de arte debe ser admirada -me burlo para restarle importancia al hecho de que lo estaba mirando con demasiado detalle.

-¿Ahora me coqueteas?-pregunta-No te confundas, bambi.

Su voz suena tan maliciosa y a la vez tan sensual que hace que mis mejillas ardan, bajo la vista y luego vuelvo a mirarlo para descubrir que él está mirando mis labios con demasiada concentración.

¡Joder!

-¿A caso quieres besarme?-vuelvo a burlarme en un intento despistado de quitar la tensión que se estaba generando entre nosotros.

-No es exactamente lo que imaginaba hacer con tu boca.

Decir que mi corazón está acelerado se le queda corto, estoy demasiado nerviosa y daría lo que fuera por desaparecer.

-¿Y que imaginas hacer?-preguntó entrando por completo en su juego.

-La curiosidad va a matarte. -advierte con un brillo extraño en sus ojos grises.

-Tú y todo el misterio que te rodea va a matarme.- respondo con sinceridad.

Una fuerte ráfaga de viento me hace temblar de frío y abrazarme con aún más fuerza, Devon en un movimiento rápido se quita el buzo haciendo que la remera que llevaba de bajo se suba hasta el punto de dejar al completo descubierto su abdomen que tiene varios tatuajes diferentes pero el que más llama la atención es uno de un Ángel llorando lágrimas rojas, también veo la gran cicatriz que le quedó donde lo habían apuñalado.

Por unos segundos ambos intercambiamos miradas, sus ojos grises se oscurecen creando así un gran contraste con su piel pálida, veo sus cejas perfectamente perfiladas y entonces por primera vez noto el piercing que tiene en la ceja.

-Ponte mi buzo-ordena lanzándolo en mi dirección -Muy bonito y todo tu vestido pero no es abrigo.

Me quedo mirándolo. El tono de voz preocupado y decidido con el que me ha hablado me deja petrifica ¿debería agradecerle o ponérmelo y ya? Trago saliva lentamente mientras opto por ponerme el buzo sin decir nada.

Meto mi cabeza por el hueco y entonces su olor me deja atontada, una mezcla de perfume, jabón y lo que creo es tabaco inunda mis fosas nasales haciendo que quiera olerlo sin parar, algo así como cuando mi madre me compraba un libro y el aroma de las páginas nuevas me embriagaba.

Devon da dos pasos adelante y se inclina hacia mí para ayudarme a acomodar el buzo. Está cerca, tan cerca que si yo me pusiera en puntillas de pie podríamos rozar nuestros labios.

El celular de Devon comienza sonar ruidosamente haciendo que ambos nos alejemos bruscamente.

¿Qué carajos acaba de pasar?

-¿Victoria?-lo escucho decir-Mierda, No toquen nada. -vuelve a hablar de una forma brusca-Ya voy. -la comunicación se corta y Devon vuelve sus ojos a mi,-Debo irme.

Victoria Scott.

Siento el odio recorrer mis venas, la frustración y el coraje se están apoderando de todo mi ser. Observó a Evans quien tiene la mandíbula tensa y sus manos apretadas en un puño haciendo que sus nudillos se vean completamente blancos.

Veo el cadáver descompuesto hombre que había asesinado hace un mes atrás. Está completamente calvo, su boca está ligeramente abierta pero sus dientes ya no están ahí, la ropa que lleva puesta está completamente desgarrada y manchada de barro al igual que su cara, brazos y pies.

-¿Qué mierda vamos a hacer ahora?-Pregunta Connor sin poder despegar sus ojos del muerto.

-Debemos sacar el cuerpo de aquí-responde Evans con total calma.

Miro la hora en el reloj y entonces se que debemos llamar a Devon, todo esto era un caos y él sabría que hacer. Los había arrastrado a un túnel sin salida.

-¿Victoria?-atiende al tercer noto.

-Devon, han desenterrado el cadáver... No sabemos qué hacer.-mi voz suena tranquila pero lo único que no siento es tranquilidad.

-Mierda, no toquen nada ya voy.

Siento que el mundo me da vueltas, mi respiración se vuelve pesada y la vista se me nubla.

Estoy jodida, no, ¿Que digo jodida? Estoy en el puto infierno nadando en estiércol.

Evans me tomó del brazo con fuerza y me arrastra hasta su habitación donde cierra la puerta con llaves, y me lanza sobre su cama.

-¿Qué diablos pasa contigo?-pregunta molesto.

-¿¡Que qué diablos pasa conmigo!?-gritó-¿Realmente quieres saber?

Evans asiente mientras muerde su labio inferior con tanta fuerza que lo hace sangrar.

-Pasa que me enamore de mi hermanastro, pasa que mate a dos hombres y no siento remordimiento alguno y para rematarla la persona más importante de mi vida se hizo cargo de lo que he hecho yo, ¡Eso pasa, Evans!

Siento las lágrimas rodar por mis ojos, siento mi alma hundirse en la oscuridad y eso no me asusta en lo más mínimo, lo que me asusta son los reconfortantes brazos de Evans abrazándome.

Reina el amor duele (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora