Conversación entre hermanos

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Últimamente Andrés dormía mal. El bombardeo de pensamientos que le invadían cada noche le impedían descansar con tranquilidad.

El plan de robar el oro del banco de España, su cercana boda... Muchos eran los motivos de aquellos pensamientos rumiantes en las noches florencianas en el monasterio en el que había instalado su base de operaciones, pero sin duda había un tema al que no paraba de darle vueltas: tú.

Tu llegada y tu integración en la banda había despertado algo en él que le entusiasmaba y le daba miedo a la vez. ¿Era amor? Si era amor, sin duda era un tipo de amor que Andrés nunca había experimentado antes...rozaba la obsesión.

Por eso se apoderó de él una furia instintiva cuando escuchó tu risa en la lejanía acompañada de la risa de otro hombre. ¿Celos? Podría ser...fuera lo que fuera, tenía que intervenir.

Caminó apresurado siguiendo aquellas carcajadas, las cuales le llevaron al jardín interior del monasterio.

En medio del césped, entre infinidad de papeles y tazas de café vacías estabas tú, con la misma ropa de ayer y acompañada por Sergio Marquina, el hermano de Andrés.

Todavía no había amanecido, pero no faltaba mucho. Tan sólo unos pobres focos de luz y un puñado de velas iluminaban el jardín.

- Andrés, buenos días- dijo Sergio al ver a su hermano aparecer.

Andrés sintió un ligero alivio al comprobar que tú y su hermano no parecía que estuvierais sobrepasando los límites, tan sólo era una conversación animada rodeados de documentos, como si hubieran estado toda la noche trabajando.

- ¿Habéis madrugado para estudiar el plan?- preguntó Andrés sin devolverle el saludo a su hermano. Todavía no estaba del todo tranquilo con la idea de que Sergio y tú os quedarais a solas. Quién sabe, quizás surgía la chispa y eso era totalmente inaceptable para Andrés.

- No, en realidad no hemos dormido nada, llevamos toda la noche estudiando y analizando.

- ¿Ya habéis descifrado cómo abrir la cámara acorazada del Banco?

-No, la del Banco no- contestaste- la de la Fábrica de Moneda y Timbre. Sergio ha estado hablándome de ese plan y, la verdad, pinta mejor que el plan suicida del oro.

Notaste al instante que la cara de Andrés era de pocos amigos. ¿Habías dicho algo que no debías?
-______________-dijo Andrés sin apartar la vista de su hermano- ¿serías tan amable de dejarnos a solas un momento, por favor?

Miraste a ambos hermanos sin entender bien cuál era el problema y seguidamente obedeciste. No querías meterte en lo que parecía una disputa familiar.

- ¿La casa de la moneda? ¿En serio, Sergio? ¿No habíamos quedado en que era un plan con demasiadas fisuras?

- Fisuras que ___________ ha estado solucionando una por una en una noche, Andrés.- dijo Sergio poniéndose de pie, entusiasmado - nos hemos pasado la noche resolviendo los inconvenientes del plan, es una genio, podríamos re diseñarlo y hacerlo factible ahora que la tenemos a ella.

- Estabas intentando ligar con ella, ¿verdad?- preguntó Andrés, prácticamente afirmándolo.

-¿Qué?- un incrédulo Sergio no entendía la actitud de su hermano - Andrés, por favor, céntrate, ___________ me ha explicado cómo abrir la cámara de la fábrica en tiempo récord y....
- No te hagas el tonto conmigo, Sergio- dijo Andrés en un tono más elevado - ¿te gusta? ¿Te parece guapa?

-No tengo intenciones de...

-¡Contesta!

- Bueno, sin duda es hermosa, pero no pretendo nada con ella más allá de lo laboral, Andrés, te juro que nos hemos pasado la noche trabajando en el plan, nada más.- Andrés conocía a su hermano y sabía que no mentía. Al escucharlo se dio cuenta de la imagen de paranoico que estaba dando.-Pero no estoy entendiendo nada, ¿por qué te molestas tanto? ¿Acaso te gusta_________?

-Pues claro que no, no seas ridículo.

Sergio, que también conocía a su hermano, sabía que Andrés mentía.

-Andrés, te casas en cuatro semanas, ¿a qué viene esta obsesión con una mujer que acabas de conocer?

-¡ Amo a mi futura esposa, que quede claro! Y soy un hombre leal- dijo con ímpetu - Pero reconozco no sé muy bien qué me está pasando con___________.

Sergio resopló y se colocó las gafas, las palabras de su hermano había hecho que de repente todo el cansancio acumulado de una noche de trabajo intenso se había apoderara de él.

- He visto esa mirada en ti antes, Andrés. Es la obsesión, la misma que utilizas en tus golpes pero aplicada a mujeres. Nunca ha acabado bien, así que por favor, no metas la pata. __________ es como un ángel caído del cielo, de lejos la integrante más valiosa que podíamos tener para el robo, no hagas que se vaya, ¿me has entendido?

- El robo, el robo y el robo, ¿no sabes pensar en otra cosa? A veces los sentimientos se interponen en la vida, no hay que impedirles la entrada, hay que dejarse llevar por ellos.

Sergio, entendiendo que jamás iba a conseguir que su hermano dejara de lado por un momento sus impulsos emocionales y entrara en razón, lo miró con desaprobación.

- ¿Me estás diciendo que te has enamorado de una mujer que acabas de conocer?

- No- dijo, algo dubitativo- Como he dicho yo amo a Tatiana, pero...

- ¿Pero?

- Pero ahora mismo siento...curiosidad por descifrar el misterio que supone esta mujer. Como las moscas que se sienten atraídas por la luz, ¿entiendes?.

Pasaron tres años hasta que le confesaste, entre las sábanas de vuestra cama, que habías estado escondida detrás de un muro escuchando aquella conversación entre hermanos.

BERLÍN Y TÚ. LA CASA DE PAPEL. ONE SHOTS.On viuen les histories. Descobreix ara