~capítulo 31~

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—¿Decís qué me queda bien este vestido? — le pregunto a Migue.

—De moda no sé nada, pero te ves linda. ¿Yo me veo bien?

—Yo que claramente se de moda, eso —lo señalo— va como piña. — me río.

—Si esto —se señala— va como piña. Lo tuyo va como... kiwi.

Frunzo el ceño. —Pero a vos no te gusta el kiwi.

—Justo por eso te lo dije. — se ríe y yo le lanzo una almohada.

—¿En serio me queda feo? — sigo preguntando mientras me veo por quinta vez en el espejo.

Miguel me vuelve a rebolear la almohada.

—Te queda muy bien, aparte porque te preocupas tanto. Anthony ya es tu novio, no es que lo tengas que conquistar o algo parecido.

Agarro de vuelta el almohadón y se lo tiro.

—Yo lo tengo que seguir enamorando, no es que lo enamoré una vez y ya está. Si pensas eso vas a perder a Sam.

Ahora él agarra la almohada y me pregunta si le queda bien la ropa.

—Si te soy sincera ahora que lo veo mejor. Va como... sandía.

—A vos no te gusta la sandía.

—Por eso, tonto. — me río por hacerle la misma broma que me hizo él a mi.

Cuando me está tirando el almohadón, justo mi papá abre la puerta del cuarto y la almohada le pega en la cara.

Miguel se tapa la boca de vergüenza y yo hago lo mismo pero para evitar reírme.

—Ay que feo lo que hiciste hermanito. — contengo la risa— Fea la actitud.

—Perdone sensei fue totalmente sin querer yo...

—Mejor vayan metiéndose al auto porque los voy a matar.

Salimos del cuarto riéndonos para metermos después después la camioneta con un águila pintada.

♡♡♡

Ya habíamos terminado de cenar en la casa de los LaRusso cuando veo que Anthony se para de al lado mío, me da un beso en la cabeza y se va.

Me parece raro que haya hecho eso pero no me preocupo, tal vez haya ido al baño o tenía sueño y se fue a acostar un rato.

Recién me empiezo a preocupar cuando pasar quince minutos y él todavía no vuelve.

—¿Anthony no volvió todavía? — cuestiona Amanda.

—No, pero ahora lo voy a buscar. Permiso.

Me paro de la mesa y voy por la casa a buscar donde se había metido.

Después de estar buscando por un buen rato, lo encontré.

—¿Queriendo estar solo? — le pregunto a mi novio cuando me lo encuentro en el patio sentado en el banco.

—Estaba esperándote. — me hace una seña para que me siente al lado de él.

—¿Pasa algo? — interrogo extrañada mientras me siento.

—Sí. —me mira y yo levanto las cejas— Que te amo. Y mucho t/n.

Cuando dice eso suelto el aire que tenia guardado y sonrío.

—Yo también te amo pero la próxima vez que me lo quieras decir, hacela menos larga porque casi se me sale el corazón.

Él se ríe y pasa una mano por mi espalda para que me apoye en su hombro.

—No sé que haría sin vos.

—¿Nos levantamos cariñosos? — lo miro.

—Casi fin de año pega fuerte, —se ríe — solo no quería que dudes de lo que sos para mí.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que decido hablar.

—Vos sabes que hablar no es lo mío. Pero sabes que leer lo es. —él asiente— Cuando era más chica crecí viendo a esas princesas de cuentos que encontraban a su príncipe azul y tenían su final feliz. Cuando empecé a crecer, también empecé a leer más, leía y leía. Todos encontraban su amor eterno. Como Romeo y Julieta, su amor incondicional los llevó a la muerte, pero no podían vivir sin el otro.

Hago una pausa y Anthony me acaricia el pelo.

—Yo me pasaba las noches soñando e imaginando que llegue mi príncipe azul para salvarme de todo eso que vivía. Que llegue la persona que ponga mi mundo de cabeza. Ese chico que poco a poco me fue conquistando y me hacía sentir mariposas en la panza. Soñaba con eso día y noche, despierta o dormida; daba igual. Y yo estaba segura que lo iba a encontrar. Poco a poco iba perdiendo mis esperanzas, cuando salía con Julian me dí cuenta que no era para nada lo que yo buscaba. Él era egoísta, aburrido, narcisista y egocéntrico. Ese no era mi príncipe azul ni tampoco era mi Romeo.

Levanto mi cabeza para mirarlo a los ojos y que vea que lo que estaba diciendo, era verdad; salía de mi corazón.

—Sé que no soy la bella durmiente ni tampoco una Julieta. Tampoco busco igualar un libro o una película. Quiero crear una propia, una donde yo: T/n Lawrence, sea la protagonista. Donde encuentre a mi príncipe o si buscamos algún actor para interpretarlo, sé que solo quiero que seas vos: Anthony LaRusso.

Lo agarro de las mejillas y sonreímos los dos.

—Anthony, ¿te gustaría ser el príncipe Azul de esta Bella durmiente?

—¿Seria para siempre?

—El contrato es para toda la vida. — sonrío.

—Entonces acepto ser tu príncipe azul. Para toda la vida.

Los dos nos reímos y nos besamos. Un beso que transmite todo lo que no podemos decir, lo que no nos sale.

Porque amar no es solo decir "Te amo" amar es demostrarlo día a día. Con una caricia, con un beso, con un abrazo. Muchos no tienen una definición para el amor. Porque es así, para el amor no hay definición.

Amor es lo que cada uno puede dar, de la forma que sea y a quien sea. Amor es vida. ¿Sin amor que nos queda? Nos queda... gente vacía, sin sentimientos, sin alma, sin corazón.

Ama, amate, amen... el amor es el puente a todas las puertas que vemos inalcanzables desde algunos lugar.

Nunca dejen de confiar en el poder del amor. Nunca renuncien a ese sentimiento hermoso, porque al fin y al cabo, el amor llega.

Llega en el momento justo, en el momento que nos salva sin pedirlo, llega en ese momento clave para hacernos felices. Porque el amor no pasa por un "Te amo" pasa por cada uno.

En resumen: el amor no tiene definición.

Solo... disfruten de él. Que para algo existe el amor.

Fin.

Cuidado Conmigo, LaRusso- Anthony LaRusso y Tú.Where stories live. Discover now