Cuidado Conmigo, LaRusso- Anthony LaRusso y Tú.

~capítulo 16~

—Vamos, t/n. Despertate. Ya es hora del almuerzo.

Escucho a Johnny desde lejos, él estaba preparando unos panchos.

—¿Qué hora es? — pregunto todavia dormida.

—Son las 3 de la tarde.

—¿Por qué parece que son las 11 de la mañana? — digo adormecida.

—Porque tenes sueño, pero estos panchitos te van a levantar el ánimo.

—Intenta que no se quemen como tus fideos. — me río.

—Que graciosa. Y no te hagas la tonta que ví tu estado, no soy ningún tonto yo.

—Bueno, pero estaba divertida esa foto.

—Después pasamela y la subo al Facebook.

—¿Sabes usar Facebook? — pregunto irónica.

—Tu hermano me enseño algo. — vuelve a prestar atención a sus panchos y empieza a cortar el pan.

Me levanto para ir al baño y lavarme la cara.

Escucho que tocan la puerta de entrada y Johnny la abre. Al segundo la vuelve a cerrar.

Me lavo la cara rápido y salgo.

—¿Quién era? — pregunto mientras me acerco a la puerta.

—El diariero, nada importante. — dice despreocupado.

Vuelven a tocar la puerta y esta vez abro yo.

—Hola, t/n.

—Anthony. ¿Qué haces aca? — pregunto confundida.

—Vine a que me perdones. — me extiende un regalo: era un osito panda de peluche.

No se que decir esto me tomó por sorpresa. No me imaginaba que él iba a venir hasta mi casa para que lo perdone.

Agarro el obsequio y lo miro. Me acuerdo de lo que Johnny me dijo, que siga a mi corazón y si está mal después se verá.

—Antes que digas algo, necesito hablar yo. —toma la iniciativa— Sé que soy un ignorante, un egoísta. Pero esta vez sé que quiero estar con vos. Y no soportaría que te alejes de mi por un acto tan idiota que hice. Por favor, no te alejes de mí. Te necesito.

Esas dos últimas palabras lograron algo en mí corazón. "Te necesito"

—Yo también ayer te necesitaba, Anthony. Necesitaba un abrazo tuyo, un beso tuyo, —él agacha la cabeza— necesitaba que me digas que ibas a estar para mí, que me contengas. Que me prometas que me ibas a proteger pase lo que pase.

—Te juro que lo voy a hacer, lo que dije ayer fue todo en un momento de celos. Pero te juro que si me das otra oportunidad, yo te voy a proteger con mi vida.

Si mirada era sincera, parecía arrepentido.

—Perdón, Anthony. Pero necesito tiempo. Ahora las cosas están peores en mi cabeza y necesito paz y tranquilidad. — le digo dándole de vuelta el regalo

—Sea lo que sea yo te puedo ayudar y acompañarte.

—Lo siento, solo —siento mis ojos humedecerse— necesito estar sola.

Él da un paso atrás y yo siento mi corazón romperse. Estoy haciendo lo que dijo Johnny. Tal vez este mal lo que estoy haciendo ahora, pero mi corazón ahora dice que me relaje.

Con todo el dolor del mundo, cierro la puerta y veo a Johnny atrás mio mirándome.

—Johnny, lo hice. — le digo conteniendome el llanto.

Él viene a mi y me da un abrazo cálido, acogedor, casi paternal. Eso era lo único que necesitaba para largarme a llorar.

—Tranquila, pequeña. Ya está, —me acaricia la cabeza— hiciste lo que te dijo el corazón.

—¿Y si hice mal? — pregunto asustada.

—Lo vas a arreglar.

♡♡♡

Jugábamos a la casita robada con Johnny, ya eran las 6 de la tarde y el clima estaba horrible.

—¿Eso es un tres? — pregunta Johnny por la carta que esta arriba en mi casita.

—No, un ocho. —me río— Sí, Johnny, es un tres.

—Ya es la cuarta vez que te gano. — dice para robarme mi casita con su última carta.

—No estoy muy lúcida hoy.

—¿Seguis pensando en él? — pregunta.

—¿Qué hice Johnny? —digo agarrándome la cabeza.

—Lo que sentías.

—No hice eso. —lo miro— hice lo que quería mi cabeza, mi corazón quería correr a sus brazos.

—A veces es muy complicado diferenciarlos. —me apoya.

—Johnny, por mi acto inmaduro lo perdí.

—Ahora que no estas en apuros y estas más tranquila. ¿Qué dice tu corazón?

Mi corazón dice que soy una idiota, y que por una vez en la vida deje de comportarme como una egoísta y piense en él, en lo mal que debe estar ahora. Mi corazón ahora me está diciendo "corre, t/n, corre"

Me paro de la silla y agarro mi campera.

—¿Qué haces t/n? — pregunta Johnny mientras ve que me acerco a la puerta.

—Mi corazón me guía y voy a dejar descansar a mi cerebro por un rato.

—Esa es mí chica. — festeja Johnny.

Salgo de la casa, y empiezo a correr. Se donde queda la casa de los LaRusso gracias a todas las veces que fuimos a buscar a Sam.

Siento que un par de gotas caen en mi cuerpo, se largo a llover. Paso por la plaza en la que tuvimos nuestra cita y veo a un señor vendiendo globos. Creo que es el mismo al que Anthony le compró. Se me ocurrió una genial idea.

—Señor, ¿me puede dar ese globo de corazón azul?

—¿Yo te conozco ya?

—Hace una semana un chico le compró un globo de corazón, lo arruine todo y necesito remediarlo. Mañana vengo y se lo pago. — digo agitada mientras la lluvia era más fuerte.

El señor me da el globo azul y me habla.

—Te lo regalo, andá por tu chico.

Le agradezco y vuelvo a correr. Se escuchaban algunos truenos a lo lejos y cada vez llovía más y más. No me importaba en lo absoluto. Mi corazón está latiendo con más fuerza cada vez que doy un paso más cerca de la casa de Anthony. No sé sé es por lo agitada que estoy de correr o por lo acelerado que esta de los nervios.

¿Qué se supone que le diga cuando llegue a su casa? ¿se supone que me tiene que perdonar? No lo culpo si me rechaza, me pagaría con la misma moneda.

Freno de correr y me pongo a pensar si volver a casa, ya estaba a pocas cuadras de la casa de los LaRusso pero me estaba empezando a acobardar. Mire el globo que tenia agarrado a mi mano y sentí un impulso a seguir corriendo y otro que me indicaba que vuelva atrás. Supe cual indicación me estaba dando el corazón así que seguí, corrí y corrí

Ya estaba en frente de la casa, toda empapada y con agua cayendo por mi pelo y manos. Toco la puerta y a los minutos me abre Daniel.

Él no dice nada, me mira a los ojos. Intentando decifrar que hacia acá. Daniel parece darse cuenta y me sonrie.

—Anda t/n. Está en su cuarto.

Le agradezco y toda así empapada por la lluvia subo a su cuarto, no me pare a pensar que decirle ni nada, solo actue y abrí la puerta.

—Anthony...