Cuidado Conmigo, LaRusso- Anthony LaRusso y Tú.

~capítulo 1~

—Este programa de televisión es el mejor.

Sí, estoy hablando conmigo misma en voz alta. No hay nadie en casa —como siempre—.

Solo puedo tirarme en el sillón y no olvidarme de las cosas que me pide mi papá.

Ya me la olvide ayer y antes de ayer. Y me las perdonó solo porque estaba de buen humor porque alguien le había comprado un no sé que.

Justo estaba por agarrar la lista para ir al supermercado. Eran así las cosas en mi vida, yo tenía que hacer absolutamente todo. Por eso es que no voy a la escuela.

Me suena el celular y es mi padre. Atiendo asustada, no es muy común que me llame.

—T/n, ¿ya compraste lo que te pedí?— me habla enojado.

—Ya estaba por salir a comprar. Me distraje con un-

—No me importa, andá a comprar las cosas y hoy de comer quiero fideos con salsa blanca. — me ordena.

—Está bien. — ruedo los ojos, últimamente prefiero morirme.

—Esa es mí chica.

Corto la llamada y agarro la lista para no olvidarme de nada. Soy una persona muy distraída y se me olvidan las mitad de las cosas, eso suele traerme muchos problemas.

Las cosas que tenia que comprar eran: 2 packs de cerveza de 6, 3 paquetes de cigarrillos y 2 encendedores.

Menos mal que el dueño de la tienda sabe que son para mi padre porque sino me llevan presa o algo peor.

Agarro mis llaves, me pongo una campera por si refresca y me acerco a la puerta.

Cuando la abro veo a un chico más alto que yo, con una mochila. Estaba a punto de tocar el timbre cuando me vio.

—Hola. — me dice con una sonrisa.

—¿Quién sos?

—Soy Miguel Diaz, vine a buscar al señor de esta casa.

—¿Mi padre?

—¿Tu papá se llama Mike Barnes?

Frunzo el ceño, ¿éste viene para esos negocios que tiene papá?

—Em, sí. Pero ahora no se encuentra en casa si lo buscas para negocios.

—Vos dijiste que es tu papá. — repite mientras me mira.

—Sí, lo es. Hay algo con eso.

Él se queda callado como por un minuto.

—Mira flaco. Te doy un consejo, no te metas en las cosas de mi papá. Después es un lío salir sin morir.

—¿Eh?

—Que no lo busques.

—Él también es mi papá. — dice mientras mira al piso, nervioso.

—¿Qué dijiste? — pregunto asombrada.

—Él estuvo con mi mamá, Carmen Diaz. ¿No te hablo sobre mi? — ahora habla desilusionado.

—No sabía que tenía un hermano.

—Sorpresa — mueve los brazos— yo tampoco sabía.

Me quedo ahí parada por lo que parece una eternidad, ¿un hermano? Papá nunca me había hablado de otro hijo y mucho menos de otra pareja. Él está a tiempo de no pasar por lo que paso yo. Se tiene que ir.

—¿Puedo pasar? — pregunta tímido.

—Me tengo que ir a comprar, pero vos también andate. No lo busques más.