Cuidado Conmigo, LaRusso- Anthony LaRusso y Tú.

~capítulo 4~

No sé que ponerme para la fiesta, pensaba algo clásico. Tampoco es un boliche. Aunque puede ser porque debe ser grande la casa.

Ya son las 5:30 y sigo mirando mi armario como una idiota.

Tal vez Carmen me podría ayudar. Ella seguro sabrá de esto.

Bajo las escaleras y veo solo a Rosa sentada en el sillón, mirando la tele.

—Emm, rosa. ¿Sabe donde está Carmen?

—Ay, hola t/n. Creo que está en lo de Johnny con Migue.

—Ah, bueno. La espero acá entonces.

—No te lo recomiendo, suelen tardar mucho. — dice mirandome.

—¿Decis que vaya?

—Vos andá, total nada te va a atropellar.

Me río. —Gracias Rosa.

Me estab acercando a la puerta cuando vuelve a hablar.

—Decime abuela.

Le sonrío y asiento con la cabeza para salir de la casa.

Toco la puerta en la casa de Johnny y me abre Migue.

—Hermanito, ¿esta acá tu mamá?

—¿Quién es? — grita Johnny para abrir por completo la puerta y verme. —Ah, t/n, pasá.

—Gracias. Necesitaba hablar con Carmen.

—Decime cielo, ¿que pasa?

—Oh oh, — dice Johnny— tema femenino, creo que es hora de irnos.

—No Johnny, nada que no puedan escuchar, pero pasa que no creo que ustedes sepan combinar ropa.

—¿Ropa? ¿Para qué? — agarra una cerveza de la heladera y la empieza a tomar.

—Tengo una fiesta.

Escupe la cerveza en la cara de Miguel, Carmen y yo nos reímos.

—¡Sensei! — se queja Miguel.

—¿Una fiesta?

—Sí, pero es en la casa de un compañero de colegio.

—Ah, al menos no es en un boliche o club de strippers.

Lo miro frunciendo el ceño.

—Johnny, tengo 14. No puedo entrar a esos lugares.

Él solo levanta los hombros y vuelve a tomar su cerveza mientras que Migue se limpia la cara con su remera.

—¿En casa de quien es la fiesta? Parece que hiciste amigos.

—Es en la casa de un tal LaRusso.

Johnny vuelve a escupir la cerveza en la cara de Migue.

—¡SENSEI!

—¿ESCUCHÉ MAL? ¿LaRusso dijiste?

—Em si.

—No sé como LaRusso aceptó, esto va a ser gracioso.

—¿Los conoces?

—Es mi archi-enemigo —levanto mis cejas— mentira, ya lo estamos resolviendo. — aclara al ver la cara de Carmen.

—Cuestión que no sé que ponerme.

—Yo tengo un traje de un esqueleto por si queres.

—¿En serio, Johnny? — Dice Carmen mientras niega con la cabeza.