Cuidado Conmigo, LaRusso- Anthony LaRusso y Tú.

~capítulo 17~

Nota autora: bueno, antes de empezar con el capítulo (es mi capítulo favorito hasta ahora) les quería avisar que tal vez actualiza a diario, pero en vez de 2 capítulos, suba 1. No puedo creer el apoyo que le están dando a la historia. Lxs amo.

—T/n, ¿que haces aca? —Anthony parecía enojado, estaba en cuero y su remera la vi tirada en el piso.

—Solo vine a pedirte perdón. — me acerco a él.

—¿Vos a mi? ¿No se supone que me odias y yo tengo que conquistarte de vuelta? — dice desconcertado.

—Escuchame, soy una idiota, solo pienso en mi misma y no ví el daño que te hacia. —le doy el globo azul— no es mucho pero si lo queres aceptar como objeto de mi perdón, no me enojo. — sonrío tímida.

Él sigue tenso. No soltó ninguna sonrisa.

—Sé que fui una inconsciente, vos te merecías una explicación y yo me enojé. —lo miro — Pero que conste que vos también estuviste mal.

Suelta una risa chiquita y me volvió el corazón al alma.

Agarra el globo y se acerca a mí.

—Perdón por tratarte mal cuando viniste a pedirme perdón. Yo te juro...

—No, déjame hablar a mí nenita: muy lindo que me vengas a buscar con este temporal afuera y todo eso de película, pero vos no me entendiste, —lo miro con el ceño fruncido—no importa qué somos o que dejamos de ser, porque sea lo que sea, vos sos mía y yo soy tuyo.

—¿Eso quiere decir que me perdonas o que me mandas a la mierda? — pregunto sin haber entendido lo que dijo.

—Quiere decir que dejes de decirme perdón y me beses. — me sonríe.

Ahora si me siento bien. Me siento completa, satisfecha. Entera de vuelta.

Me atrae hacia él y me besa. Un beso suave, lindo, digno de una reconciliación. Sus brazos me abrazaban por la cintura y los míos estaban en sus mejillas.

Estuvimos así por basante tiempo hasta que me separo.

—Te mojé todo. — me río al ver su pecho húmedo.

—Ahora mismo no me importa. —va hacia su escritorio y me da el osito panda— Tomá.

—¿No lo tiraste? — pregunto extrañada.

—Tenía pensado dejartelo en tu mochila mañana, no me pensaba rendir tan fácil.

Nos reímos los dos, él pensaba seguir luchando porque lo perdone.

—Creo que es momento de irme. — digo yendo hasta la puerta de su cuarto pero el se interpone.

—¿Estás loca? Esta lloviendo a montones, se va a caer el cielo por poco.

—Ya estoy toda mojada que más da. — le digo.

—Te vas a quedar a dormir acá. — me ordena.

—¿Estás loco? No me voy a quedar acá, mañana tenemo colegio y aparte Johnny se va a preocupar que no vuelva.

—Mi papá va a llamar a Johnny y le va a avisar que te quedas acá. Ahora te vas a bañar y esta ropa la ponemos a secar. — sonríe satisfecho.

—¿Y que que mientras tanto? ¿Me quedo desnuda?

—Usas mi ropa. Te va a quedar perfecta. O la de Sam, como prefieras.

Lo miro frunciendo el ceño pero al ver su cara, acepto.

—¿Tus papás no tendrán problema?

—No, les caes bien.

—Que consuelo.

Anthony me da un beso cortito en los labios antes de ir abajo con sus papás a avisarles.

Valió la pena correr bajo la lluvia después de todo. Logré que me perdone y ahora iba a dormir en su casa, Miguel se cae de culo cuando le cuente. Aunque seguro que Johnny le contará antes, tanto a Miguel como a Carmen.

♡♡♡

—Mi papá ya le avisó a Johnny.

—¿Cómo se lo tomó?

—Mi papá dijo que casi tiene que llamar a la ambulancia por un pre-infarto. —abro los ojos como platos— Fue sarcasmo por lo tenso que estaba él.

—Al menos no vino con el auto a buscarme.

—Por suerte, —Va al armario a buscar algo que me ponga— tomá.

Me da un conjunto de ropa de basket.

—Te va a quedar linda mi ropa. — me guiña un ojo y yo me río— en el baño tenes todo lo necesario.

—Gracias.

♡♡♡

—Pero bueno. —Anthony chifla— Te queda pintado.

—Tampoco es wow. — digo mirando al espejo.

—Créeme que si es wow.

—¡Bajen a comer! — grita Amanda desde abajo.

—Vamos, dale.

La cena concluyó con naturalidad y fue agradable. Los señores LaRusso me preguntaban cosas del colegio y como llevaba la vida acá en Atlanta. Anthony no paraba de mirarme y eso a veces me hacía sonrojar.

—¿Comiste bien? —pregunta Anthony cuando subimos a su cuarto.

—La verdad que sí, estaba riquísima.

—Y ahora falta el postre. — cierra la puerta y yo enarco una ceja— los bombones de dulce de leche que te compre, no seas malpensada.

Apaga las luces y prende las Led, las pone en color azul, un ambiente agradable. Trae los bombones a la cama y empezamos a comerlos.

—T/n. — me habla mordiendo un bombón.

—¿Qué pasa?

—No te voy a apurar a que ne cuentes nada que vos no quieras. —lo miro— Pero sí queres hablarlo en algún momento, quiero que sepas que no me voy a alejar de vos. — me agarra la mano.

—Gracias por entenderme.

—No estás más sola, yo siempre voy a estar acá. Pase lo que pase. Digas lo que me digas.

Lo abrazo y nos quedamos así por un tiempo.

Cuando nos acabamos los bombones, decidimos que lo mejor iba a ser que vayamos a dormir.

Él apago las luces Led y nos acostamos. La cama de él era grande pero no era una matrimonial.

No voy a negar que estaba un poco nerviosa, como se supone que tengamos que dormir.

Me puse de costado e intenté dormir pero nada, el sueño no llegaba. Me puse boca arriba y tampoco.

Lo miro a Anthony y me di cuenta que estaba despierto también.

—¿No podes dormir tampoco? —pregunto.

Él abre los ojos y me corresponde la mirada.

—No llega el sueño.

Me acerque más a él y le dí un cálido beso en los labios, tal vez eso aliviane un poco las cosas. Acuesto mi cabeza en subo pecho y él pasa sus manos al rededor de mi cintura.

Era una posición cómoda y linda para dormir con él. El sueño parecía aparecer y por fin pudimos descansar.