Capítulo 123

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Soplando el humo por su boca disfrutó por primera vez en años el sabor del humo de habano cubano y el sabor del brandy.

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que fumó?

¿Diez años?

¿O fueron doce?

El tiempo de verdad era una perra.

Su cuerpo ya estaba presentando señales de edad, canas y arrugas no eran un problema pero la falta de energía así como el obvio agotamiento y daños por la edad y excesos pasados estaban volviéndolo lento.

Ya no era el joven Nick Fury, un espía de S.H.I.E.L.D. capaz de lidiar contra los residuos de Hydra después de la guerra y del establecimiento de S.H.I.E.L.D.

Creía que sus años de trabajo habían servido para que Hydra sea historia y finalmente darían inicio a una nueva era...

*Thud*

Golpeó la pared causando una gran abolladura en el metal y sintiendo su mano solo un poco entumecida.

Al instante ese dolor se fue.

Todo comenzó con Umbrella...

Nicholas lo sabía, desde que se fundó hace años hasta el día de hoy.

Todo el estrés que ocupaba su mente apareció casi al mismo instante que está empresa.

Sobretodo desde que confirmó que Deathstroke parecía tener una relación con Umbrella y desde que conoció a este extraño sujeto.

Oficialmente S.H.I.E.L.D. no tenía ni idea de quoen era esta persona pero Nicholas Fury estaba un paso adelante.

O eso creía...

Desde que se conocieron oficialmente las cosas cambiaron.

Confiar en Deathstroke no era bueno pero tampoco parecía tener otra opción.

Le dio información gratuita y valiosa que lo pondría en peligro, considerando lo grande que era la infiltración de Hydra el que se pusiera en contacto con el fue muy peligroso.

El tomo un riesgo así que Fury decidió arriesgar algo.

Jamás creyó...

Jamás creyó que las cosas estuvieran tan jodidas.

Parecía que todos esos años recibiendo heridas, aguantando estrés, noches sin dormir y muchas muertes fueron en vano.

Ya sabían quién era el líder de Hydra, Deathstroke tuvo la amabilidad de mostrar directamente a quien debía apuntar.

No lo creyó al principio pero...

El mismo hombre que rechazó el Premio Nobel de la Paz sentado junto al Soldado del Invierno jamás es algo bueno.

Sobre todo una vez investigó a fondo, ahora que sabía que tan profunda fue la infiltración pudo hacerlo sin que nadie lo note.

Sobre todo por algo que pasó desde el encuentro con Deathstroke.

Su cuerpo antes con arrugas y canas símbolos de la edad desaparecieron, su panza cervecera y por el agotamiento desapareció.

Sus brazos débiles recuperaron el músculo de hace años y las cicatrices en su cuerpo desaparecieron.

Incluso su ojo...

Todo su cuerpo se encontraba en un estado que solo podía definirse como "perfecto".

Según los doctores que le hicieron análisis su cuerpo es el más sano de la Tierra, más que el de un joven atleta nivel olímpico

Sus niveles físicos eran el tope de lo humano y su cuerpo se sentía incluso más ligero que cuando era joven.

Prototype SystemWhere stories live. Discover now