Capítulo 93

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Sofia regresaba a su casa bastante cansada.

Tomó doble turno o el día de hoy para comenzar a ahorrar, pronto sería navidad y aunque su hijo nunca le pedía nada quería darle un regalo como todos los años.

Antes eran libros o juguetes pero...

Desde que su hijo recibía una enorme cantidad mensual de dinero las cosas materiales parecían no importarle así que algo más pensado era la mejor opción.

Algo que John quiera pero que no podría conseguir por su cuenta...

La cabeza comenzó a dolerle después de unos momentos.

Tener un hijo tan único tenía sus problemas.

Era bueno no tener que regañarlo y que incluso hiciera las cosas que ella no podía por su cuenta debido al trabajo.

Aunque le avergonzaba decirlo vivir con su hijo resultó más fácil que vivir sola, su hogar siempre estaba ordenado y lo único que tenía que hacer al llegar a casa era cocinar, eso en caso de que John no lo haya hecho ya.

Amaba a su hijo y le asustaba lo independiente que era, su mente no comprendía que había hecho bien para que John sea tan bueno pero agradecía al cielo por esto.

Apenas entró en su hogar el olor a pollo frito inundó su nariz, probablemente su hijo trajo amigos y comieron todos juntos.

Mirando las ollas en el fregadero negó con la cabeza, subiría a su habitación antes de bajar a arreglar la cocina.

Al subir las escaleras se detuvo de golpe.

Llámalo instinto de madre pero Sofia sabía que algo pasó en su casa.

Miró a la puerta del cuarto de su hijo y en silencio se acercó, tomó como sus mano el pomo de la puerta...

Tenía seguro.

Una sonrisa fría apareció en el rostro de Sofia.

No le molestaba que su hijo ponga el seguro, el podía tener su privacidad y había leído que para los hijos, sus habitaciones debían ser un lugar donde ellos se sientan seguros.

Pero...

Ella estuvo fuera una noche y al regresar su hijo tenía la puerta asegurada.

Eso no sonaba bien aun si lo decías decías chino.

Fue a su habitación y sacó algo que juró jamás usaría.

Tomó la pieza de metal y caminó de regreso a la habitación de su hijo.

Juró darle su espacio y dejarlo ser él mismo...

La llave del cuarto de John.

Puso la llave en el pomo y desbloqueó la puerta.

Al abrirla se quedó en blanco.

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Al despertar la teta derecha de Jess seguía en mi boca, obviamente le di unas probadas antes de soltarlo.

Jess estaba profundamente dormida después de terminar varias veces seguidas.

Reduje un poco mis niveles físicos gracias a Control Corporal Perfecto para hacerlo lo más satisfactorio para ambos posible así que esta vez se fue a dormir sin preocuparse por mis necesidades.

Me estiré y fui a lavarme los dientes, mis colmillos y dientes afilados destruían los cepillos de dientes así que a este paso debo comprar uno cada dos o tres días.

Prototype SystemWhere stories live. Discover now