Te quedaste al lado de Jin todo el tiempo que estuvo en el hospital. Sus hombres vigilaban la puerta aunque no había necesidad porque sabían que estabas más que dispuesto a arriesgar tu propia vida para proteger a su jefe.
Cuando Jin se despertó, estabas tan feliz que no podías dejar de llorar.
"¿Q-Qué pasa, princesa? ¿Por qué estás llorando?" preguntó Jin rápidamente como si se hubiera despertado al ver tus lágrimas en una mañana normal cuando compartías una cama, segura y feliz en su departamento.
"¿Q-Qué?" te ahogaste, "¿¡Cómo puedes preguntar eso!? Casi mueres", gritaste aún más fuerte y escondiste la cara entre tus manos.
Jin se sentó en la cama con cierta dificultad, con una sonrisa de satisfacción oculta en sus labios.
"Pero no lo hice", sonrió y acarició tu cabello con su mano sana que no estaba en un cabestrillo, "te aseguraste de eso".
Miraste hacia arriba, tus ojos se abrieron como platos. "¿Por qué te sentaste?" lloraste una vez más e instaste a Jin a acostarse. Hizo lo que le dijo solo para evitar que te enojaras tanto.
Una vez que te calmaste un poco y te limpiaste las lágrimas, te sentaste al lado de Jin y encontraste su mano con tus dedos. Acariciaste sus nudillos con el pulgar y olfateaste, tu corazón palpitó al verlo despierto.
"¿Estabas realmente tan molesta, princesa?" preguntó Jin más gentilmente, perdiendo la sonrisa traviesa de sus labios. Asentiste y no hizo falta nada más para hacerte llorar de nuevo.
"Oh, princesa, está bien, estoy bien ..." dijo Jin tranquilizadoramente y te hizo apoyarte en su hombro sano mientras te acostabas a su lado. "Está bien, cariño... te amo..."
"Yo también te amo, Jin... tanto..." tartamudeaste, limpiándote las lágrimas una vez más.
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𝐘𝐨𝐨𝐧𝐆𝐢
Esperaste pacientemente a que los médicos despacharan a Yoongi del hospital e incluso cuando le dieron permiso, te aseguraste con ellos de que estaría bien si regresaba a casa.
"Él estará bien, Sra. T / N, no se preocupe por eso", dijo el médico de Yoongi mientras firmaba los papeles ante sus ojos. "Estoy seguro de que vas a cuidarlo bien, por lo tanto, no me preocupa en absoluto". El hombre mayor sonrió tranquilizadoramente y te entregó algunos de los papeles necesarios.
Cuando regresó a la habitación del paciente, Yoongi estaba más que listo, se sentó al borde de la cama y estaba ansioso por irse. Querías llevar su bolso por él, pero él no lo quiso. Una mirada dura y molesta de él y cerraste la boca aunque una parte de ti quería reír. Era adorable cuando estaba de mal humor.
Lo llevaste a casa ya que Yoongi no podía conducir con un solo brazo. Cuando llegaste a casa, lo ayudaste a ducharse, asegurándote de que no mojara las vendas. Sin embargo, eso fue lo último en lo que pensó Yoongi cuando te vio quitarte la ropa también.
