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Rane  se despertó luego de unas horas gracias a los besos traviesos en su vientre, sabía que su Lukkar era el niño travieso, podía sentir su olor y mentalmente sabía que aún tenía un pocos el efecto del alcohol y eso le gustaba aunque también le proecupaba.

—  Serán tan lindos como tú. —  Susurró Lukkar contra su piel.

— O como tú.— Contestó Helian a su lado.

— ¿Te imaginas si somos bendecidos con una hembrita? Será preciosa como su madre.

Rane abrió los ojos y le sonrió, pero Lukkar estaba concentrado en su vientre levemente abultado, solo le dio atención cuando Rane le acarició el cabello, el macho simplemente la miró para besarla. Dulce y amargo, ese era el sabor de Lukkar cuando bebia y le fascinaba a Rane.

— ¿Cómo te sientes? ¿No fuimos muy rudos contigo?— Preguntó Lukkar separándose.

— Luk, estoy muy bien no debes preocuparte por eso. El que esté embrazada no significa que no pueda tener sexo rudo.

— De todas formas te cuidaremos mejor.— Gruñó Lukkar contra su piel.

—¿Acaso es eso posible?

— Mmm hay muchas cosas que cubrir.— Gruñó Helian en su oído.— Especialmente los problemas hormonales.

Rane se giró un poco para poder besarlo, amaba lo amoroso y cariñoso que eran, los había extrañado demasiado, especialmente cuando la cuidaban tan tiernamente que de alguna manera la excitaban.

— Hel... Quiero jugar.— Le ronroneo la humana mordiendo su labio inferior.

— Mmm vamos a jugar cariño.— Sonrió el macho verde listo para comenzar la acción.

—¡Nada de juegos!— Exclamó Herian entrando al nido.— Rane cariño, debes descansar.

— Ya estoy bien descansada. Quiero jugar cosas de adultos ahora.

— Debes esperar, los gemelos ya prepraron todo para hacerte los exámenes ¿No quieres conocer a nuestras... Nuestros bebés?

—¡Si quiero!— Dijo Rane levantándose rápidamente olvidando que no estaba vestida hasta que los machos gruñieron.— Mmm tal vez deba bañarme antes...

— Yo opino lo mismo, esa mancha de azul entre tus piernas es muy notoria.— Se rió Helian.

— Yo creo que se ve bonita.— Gruñó Lukkar orgulloso.

— Machos...— Negó Rane divertida antes de dirigirse al baño para limpiarse.

—¿Y tú como estás?— Preguntó Herian al macho de cabello azul.

— Aún creo que estoy con el efecto. Quiero comer a Helian, Helian con frutas... un cóctel de Helian.— Carcajeó levemente logramos sonrojar a Helian.— No sé que mierda tenía esa bebida pero estoy como en otra órbita.

— ¿ No será que Lexer queria drogar a Dravos?— Preguntó Herian tomándole la temperatura a Lukkar.

— Tal vez. Lexer esta loco.— Se rió Helian y Lukkar le lamió el cuello dejándolo como estatua.

— Te ves delicioso.

— No empiecen a follar, Lukkar no me traumes.— Negó rápidamente Herian.

— Hace un rato no decías eso... Eras un espectador muy interesado en nosotros.— Le sonrió con malicia Lukkar.— Estoy seguro que te excito. Te follarias si no fuera porque amo mucho a mí Helian y respeto a Rowen.

— No te creas, no me interesas.

— Aja... Dile eso a tu verga.— Le señaló entre las piernas y Herian no tuvo que mirar para saber a lo que se refería.

Herian solo desvío la mirada mientras Lukkar comenzaba a besar a su exclusivo. Herian tenía que admitir que era muy caliente verlos tocarse de esa manera, tal vez el Mes del Sol ya lo estaba afectando , ahora quería que Rowen viniera y lo tocará también.

— Oigan.— Dijo Rane saliendo del baño con una toalla.— Si yo no follo, ustedes tampoco. Vamos Luk, quiero conocer a nuestros bebés, luego haremos más bebés.

— Estabien musa, dejaré este bocadillo para después.— Suspiró el macho para levantarse de la cama y besarla.— Iré a darme un baño rápido, tu adelanta cariño.

Rane asintió y vió el macho perderse de su vista mientras ella iba a buscar ropa, fue entonces cuando notó la erecciones de sus machos verdes y sintió su garganta seca, muy seca.

— Her... Tengo sed.— Sonrió juguetona.

— iré a traerte algo.— Dijo rápidamente Herian pero Rane lo detuvo.

— De ti, tengo sed de ti. Se me antoja sandía.— Dijo Rane arrodillándose frente a él para desatar los cordones de los pantalones y bajarlos hasta ver ese gran pedazo de carne verte erecta con sus venas remarcando todo su contorno. Ya podía oler el dulce aroma del líquido preseminal.— Y tú eres lo más cercana a una.

— Rane, bebé no creo que sea bueno para ti...¡Joder!—Exclamó interrumpiendo su a si mismo cuando la caliente lengua de su sherik tocó la punta de su miembro alterandolo.

— ¿A caso me quieres prohibir de lo que es mío? ¡Te avisaré con Rowen luego!— Exclamó molestes mientras se metía todo el miembro, o casi todo en realidad, en su pequeña boca.

Lo succionaba y a veces jugaba con su lengua, torturandolo sin piedad alguna. Lo chupaba desde suave a fuerte llevándolo a garganta, casi ahogándose con él, mientras jugaba con sus pesados testículos llenos de semen, listos para complacer a su hembra.
Herian intentó resistiré pero Rane era su perdición, olvidó que su hermano de sangre estaba allí y la tomó de la cabeza acelerando más las embestidas en su boca con cuidado de no lastimarla. Si, era una niña muy traviesa pero están embarazada y debía complacerla.

¿Un sacrificio? Claro que no, ni un poco.

— Creo que Rane tiene mucho de mí ¿No crees hermano?— Dijo Helian malicioso.

— Rane es una diosa.— Gruñó Herian quitándole su pene de la boca y volver a meterlo lentamente luego que haya tomado aire.— Mí diosa.

—Le gusta tu verga por lo que puedo ver, supongo que es el sabor.— Sonrió Helian tocándose.— Hex me había dicho que Rane compara nuestro sabor a frutas de la Tierra.

— Deliciosos.—Dijo Rane en un jadeo.

— Princesa, no duras limpia ni un segundo ¿Verdad?— Sonrió Herian toamndo su miembro de nuevo.— Abre la boca amor, me voy a correr en tu boquita para quitarte el hambre.

Rane sonrió y le dio unas lamiditas antes de abrir la boca lo suficiente para recibirlo. Herian no demoró mucho, el Mes del Sol lo tenía tan mal que con solo pensar en ella ya estaba en peligro de correrse.
Su sherik era tan hermosa arrodillada frente a él, tenía sus ojos rojos llorosos, sus labios hinchados y sus mejillas sonrojadas,  su aroma a excitación llenaba la habitación y vaya que era una habitación tan grande como para llenarla. Ella era tan hermosa que de solo verla se corrió tan fuerte y mucho en su boca, tanto que le dolió un poco. Rane, por otro lado, se encontró literalmente mamando de la cabeza de su pene, tomado todo de él.

¡Y joder! Recién era el primer día del Mes del Sol.

—¡Luk espérame, me voy a bañar contigo!— Grito Helian con su miembro afuera de sus pantalones, totalmente excitado.

Rane sonrió cuando vio Herian casi desmoronarse frente a ella, lo había sacudido por completo, era genial que tuveira a diez machos porque presentía que uno solo no aguantaría su hambre sexual.

— Eres delicioso Herian, no sabes cuánto te amo— Susurró lsmiendose los labios y Herian le limpio con un dedo el rastro del líquido verde que caía por su barbilla, a lo que Rane chupó ese dedo para luego recibir un beso apasionado de su Herian.

—¡Espera Helian!— Se escuchó del baño.

— ¡Estoy caliente Luk, dame tu verga!

Por supuesto que Lukkar no se resistió tanto y a los pocos segundos se escuchaba gemidos y ruidos sexuales de esa puerta lo que hizo reír a Rane mientras se vestía con la ayuda de Herian.

Si, amaba la loca familia que tenía.

Crónicas de Hyurilk: RaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora