4

16.8K 1.6K 444
                                    

Hexel miraba a su pequeña amazona mientras le enseñaba como tenía que hacer para llegar al baño, luego de la muestra de valentía que ella hizo frente a los insultos de Dravos, estaba más que claro que ella era perfecta.

— ¿Simplemente debo tocar la pared y ya? Realmente son muy avanzados.— Dijo sorprendida tocando el control mientras entraba al baño secreto de la habitación de Hexel.

— Avanzados pero aún seguimos siendo idiotas.

Rane lo miró sonriendo y asintió antes de cerrar la puerta. Hexel sonrió complacido con ella, ¿que importa si los demás no la aceptan aún? él la quería para él y al parecer no tendría que compartirla aún.

— Hexel.— Dijo su hermano Herian entrando con una bandeja y algo que parecía ser sopa.— Le preparé el caldo nutritivo de mamá, vaya a saber hace cuánto que no come.

— Está bien, déjalo arriba de la mesa de noche y retírate.— Dijo Hexel con voz un tanto fría.

Herian asintió pero no se retiró por lo que Hexel lo miró extrañado, nunca desobedeció a su hermano mayor pero esta vez lo haría porque su curiosidad por su sherik era más grande.

— Quiero conocerla un poco más.— Dijo excusándose.

Hexel lo miró por un segundo, él conocía a cada uno de sus hermanos y sabía que ninguno la lastimaría intensionalmente y menos Herian, así que debía darle está oportunidad.

—Esta bien, no dejes que Dravos o los demás vengan a intimidarla.

Herian asintió mientras Hexel lo dejaba solo en el cuarto, sabía que lo hacía para que ella ponga su atención en Herian, algo que él agradecía mucho de su hermano mayor. Mientras Hexel se iba exclusivamente para seguir discutiendo con sus demás hermanos.

— Hexel ¿Como hago correr el agua del inodoro?— Preguntó Rane saliendo.

— Emmm Hexel tuvo que hacer algo, yo te ayudo.— Dijo un tanto tímido y se acercó al baño.

— Oh pensé que eras él... Son parecidos, casi idénticos.— Se sonrojó Rane y se alejó instintivamente del extraterrestre, algo que él notó y le sonrió con amabilidad.

— Somos camada, nacimos el mismo día, soy Herian.

— Soy Rane.

— Lo sé.

Durante ese momento la incomodidad se hizo presente y ninguno sabía que decir. Rane parecía estudiarlo y Herian sabía que tal vez ella solo confiaba en Hexel, ya que era el único que le brindo cariño desde que la encontraron. Sintió un poco de celos ante eso.

— Lo siento.— Dijo Rane de repente.

—¿Que cosa?— Preguntó confundido.

— Sé que... No soy lo que esperaban, no soy muy fuerte ni valiente, no tengo curvas de infarto y claramente soy muy virgen, ni si quiera he dado mi primer beso, lamento no ser lo que querían. — Dijo tímidamente y Herian se sintió como un imbécil.

— No digas eso. Nadie se hubiera enfrentarlo a Dravos, el hecho que tú con tu 1,60 le hayas puesto a llorar muestra lo valiente que eres.— Trato de animarla y ella se rió levemente.

— Pero aún así no soy apta para ser su esposa. Realmente quiero volver a la Tierra, entre ser rechazada por mi propia especie y estar obligada a vivir nuevamente con otros que me rechazan... Prefiero un mal conocido que un nuevo por conocer.— Dijo tratando de no soltar ninguna lágrima.

—¿Eres rechazada en tu planeta?— Peguntó asombrado acercándose a ella hasta tocarle la mejilla.

— Mmm mi vida no le importa a nadie. Desde que tengo uso de razón solo dependo de mi misma, es agotador no importarle mínimamente a nadie. Cuando iba a la escuela veía a muchas mamás con sus hijos mostrando su cariño y a mi nunca...a mi nunca siquiera me han dicho un "te quiero" a veces me pregunto ¿Que hice para que mi madre me dejara sola en un orfanato? Estoy realmente cansada. Creí que ahora que tenía 18 años podría encontrar alguna pareja para formar una familia y así... No sentirme tan sola como me siento.

— Oh bebé.— Susurró Herian antes de abrazarla, algo que sorprendió a los dos.— No estás sola. Desde el momento en que supimos de tu existencia nos hemos vuelto locos esperando por tu llegada.

—¿Que quieres decir?— Pregunto insegura.

— Tu gobierno permite que los círculos puedan ir a conocer a su sherik cuando nacen. Cuando naciste te vimos por primera vez y estábamos tan felices, eras grande y sonreías mucho. Recuerdo haberte cargado y me tomaste un dedo y me lo apretaste tan fuerte que dije: "será fuerte y valiente", no me equivoqué.

—¿Entonces conociste a mi madre?— Peguntó ilusionada y Herian respiró frustrado, ahora venía lo difícil.

— Básicamente, tu gobierno paga a las mujeres para tener a nuestras sherik, usan parte de nuestro ADN y le inyectan a las mujeres para crear compatibilidad con la cría y el círculo. Luego de eso cuando nacen las crías, las futuras sherik, son llevadas a un complejo y durante un mes el círculo debe pasar tiempo con la sherik hasta crear un vínculo.

— Espera.— Dijo alejándose un poco brusca.— ¿Me estás diciendo que fui creada intencionalmente para ustedes? ¿Que el principal objetivo de mi nacimiento es para ser una máquina de tener bebés? ¿Que pase mi primer mes de vida con ustedes?— Preguntó horrorizada.

— No eres una máquina de hacer crías, eres nuestra Sherik.

— ¿Y cual es el principal deber de una sherik?— Peguntó y Herian no contestó porque ella tenía razón, se esperaba que Rane diera a luz mínimamente a 6 crías.— No sé que es más cruel... Pensé que mi madre había sido una irresponsable que tuvo sexo con algún desconocido o que tal vez era adolescente y no quería una bebé en su vida pero en realidad le pagaron para tener una bebé para un grupo de extraterrestres que solo quieren preñarme como si fuera una máquina de hacer hijos. Esto es demasiado para mi... Solo para eso importo.

Herian sintió que había metido la pata, tal vez no debió contarle su procedencia a Rane, tal vez debió mentirle y decirle que su madre la amó mucho pero, no quería mentirle. El hecho que estuviera manejando esta noticia lo suficientemente bien para no llorar le estaba demostrando que no se había equivocado, ella es fuerte.
En el momento en que se lejos aún más y le dio la espalda, Herian no pudo contenerse a abrazarla por la cintura sorprendiendola.

— No importa Rane.— Le susurró en el oído.— Realmente no importa quien es tu madre o tu padre, no importan ellos. Nunca dudes que tú creación fue por amor... Por el amor de nosotros por ti. Fuiste concebida porque te amamos, naciste rodeada de alegría y de nuestro amor. Lamentamos haberte faltado por tanto tiempo, fue una tortura para nosotros pero... Ya estás en casa pequeña, ya estás con nosotros: tu verdadera familia y quienes te amamos más que nada en el mundo. Puedes confiar en lo que te digo, tu eres nuestra felicidad, nuestra fuerza.

— Pero parece que no todos piensan igual.

— Tal vez los demás estés sorprendidos y tal vez pienses que Dravos te odia.— Herian la giró y vio sus ojos vidriosos.— Te aman demasiado, por 18 años y tal vez más te han amado y temen, como yo, lastimarte. No es porque no seas curvilínea, es porque eres pequeña y pareces muy delicada, lastimarte sería lo último que quisiéramos.

— Pero ¿Por qué dijo esas cosas?— Pregunto negándo, no entendía nada.

— Porque para él es mucho más difícil de aceptar que puedas salir herida por nuestro inmenso amor a ti. Dravos es un idiota... Pero es un idiota que te ama con locura.

— Si esa es su forma de amar no lo quiero.

Herian sonrió, su sherik era terca y peleadora, sus vidas nunca más serían tranquilas con ella.

— Dales tiempo, verán que están cometiendo un error. Pero no dudes nunca, que has sido creada por  amor, tal vez no el de tus padres, pero si el nuestro y tu llegada al mundo ha sido el motivo por el que nos levantamos cada mañana y respiramos.

Rane se quedó pensativo ante sus palabras. Todo le parecía una locura, todo esto era perturbador pero al menos sentía que su vida tenia un significado y que su existencia era importante, al menos para alguien.

— ¿Tu...me quieres?— Preguntó tímidamente.—¿Soy importante?

— Eres muy importante, eres indispensable.— Dijo alguien sorpendiendolos, era el extraterrestre de cuatro brazos que los miraba. Herian sonrió, Rowen era duro pero sabía que no pasaría mucho antes que su sherik le ablandara el corazón.— No lo dudes.

Tal vez no pasaría mucho antes que todos estuvieran a sus pies y encontraran la felicidad eterna.

Pronto su sherik entendería cuanto la amaban en realidad.

Crónicas de Hyurilk: RaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora