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El cuerpo de Rane tamblaba ante la idea de lo que le haría Hexel.

Hexel... Su primer amor y ahora su primera vez y su primer esposo.

Había algo en ella que gritaba a voces que esto estaba bien, que esto era lo correcto y que fue este su destino desde que nació. Él era su destino.
Solo debía mirarlo, solo debía ver esos ojos amarillos llenos de amor y ternura, había miles de promesas que él cumpliría, ella lo sabía.

Rane siempre habia sido independiente, no le gustaba que otros manden con su vida
pero ahora, quería pertenecer a Hexel. La sola idea de despertar todos los días en la cama de Hexel, saber que cada mañana él la miraría como ahora, como si fuera su vida entera, hacia que su cuerpo anhele la unión entre ambos.

- Este lindo coñito está muy hambriento ¿Verdad?- Le susurró en el oído mientras le acariciaba los labios vaginales.

- Si...- Susurró disfrutando de la sensación.

- Mí sherik, seré lo más gentil posible.

Rane vio la preocupación en los ojos del macho, de nuevo era porque ella es muy pequeña.

- Las mujeres nos estiramos, no te preocupes.- Le susurró antes de besarlo.

Hexel se concentro en besarla ahogando sus miedos de lastimar a su sherik mientras la acariciaba con delicadeza, recorriendo su cuerpo entero.
En teoría sabía que debía excitarla para que no sufra pero temía lastimarla de todas maneras.

- Hexel.- Dijo Rane separandose.- No me vas a romper, bueno si romperlas mí himen pero no me vas a lastimar. Olvídate de esos miedos Hexel, mírame, soy tuya y puedes hacer de mí lo que quieras.

Hexel cerró los ojos absorbiendo esas palabras y luego la miró con deseo crudo, había esperado toda su vida por este momento y lo iba a dejar que sus miedos lo arruinen.

- Enséñame lo que es el placer, Hex.

- Lo que mí sherik ordene.

Hexel la presionó más contra la pared juntando sus cuerpos de manera que apenas el agua podía meterse entre ellos. Los suaves pechos de Rane se aplastaron contra el duro pecho de Hexel dándole una sensación tan excitante que no pudo evitar gemir en la boca del macho.

- Antes de hacerte mía, voy probar de lo que Rowen me recomendó.

- ¿Que te recomendó?- Le sonrió coqueta, estaba anhelando que Hexel la haga llegar al cielo con su lengua.

- Esto.

Entonces Hexel se agachó y le abrió las piernas para rápidamente meter su cara entre ellas y comenzar a lamer el sexo de Rane. Esto solo era para calentar el momento pero en el momento en que su lengua tocó la piel caliente de la raja de Rane, se volvió loco, todo en él vibró.

- Oh, cielo, eres tan adictiva, ahora entiendo de lo que hablaba Rowen.

Rane no sabía porqué pero se sentía muy sensible, entre la lengua de Hexel explorando la y el agua caliente recorriendo su cuerpo, sentía el placer abrigarla.

- Se siente bien hexel.- Gimió apenas podia hablar.

Hexel necesitaba un mejor acceso por lo que la obligó a darse envuelta, inclinarse y abrir las piernas y comenzó a lamerla desde atrás. Rane estaba sorpendida por lo rápido que Hexel la cambio de posición pero gracias a eso ahora lo sentía más intenso todo hasta el punto de correrse en la boca del macho.

- ¡Hexel!

El extraterrestre lo tomo todo, lo bebió como si bebiera agua. Su hermosa humana era mucho más dulce que cualquier cosa que hubiera probado antes.

Ella era una divinidad en persona y él era su devoto esclavo. No recordaba como era su vida antes de saber de la existencia de ella porque nunca existió, desde que tenía memoria la anhelaba aún sin saber lo que es una sherik, aún sin saber cómo ser un macho, él ya la amaba.

Ella era vida y muerte, el día y la noche, la alegría y la desdicha. Ella era todo, su universo sin fin.

- Ámame.- Le suplico Hexel.- Ámame, mí Rane.

Rane se giró y acunó la cara de Hexel entre sus manos para besarlo tiernamente lo que provocó que el macho ronroneara.

- Ya te amo Hexel, yo te amo.- Le susurró juntando sus frentes.- Y te amaré siempre.

- Eres mí Cielo.- Dijo Hexel antes de levantarse y tomarla de la cintura acercándola a su cuerpo.- Y ahora serás mí esposa.

Rane sintió su cuerpo vibrar ante la sola idea de ser su esposa, al fin pertenecería a alguien y ya no estaría sola en la vida, ya no tendría que afrontar las adversidades de la vida sola, ahora lo tendría a él.

- Dolerá.- Dijo Hexel olfateando su cuello mientras metía uno de sus dedos dentro de ella, sintiendo la húmedad pegajosa bañarlos como si fuera miel.

- Lo sé y esto lista para eso.- Jadeó cerrando los ojos.

- Luego de esto nuestras vidas estarán unidas por siempre.

- Eso es lo que quiero, casate conmigo Hex.- Gimió cuando Hexel metió otro dedo.- Ahora, te necesito adentro, márcame como tuya.

Hexel sonrió y quitó sus dedos antes de alzarla, Rane rodeó con sus piernas las anchas caderas de Hexel y entonces el macho la besó antes de alinear su grueso pene y a continuación la penetró lentamente y con cariño, pero eso no evitó que Rane no le mordiera el labio hasta sacarle sangre ante el dolor.

Hexel se sintió maravillado ante la estrechez del coño de su pequeña humana. ¡Joder! Si tan solo sus hermanos supieran el paraíso que hay entre las piernas de su, ahora, mujer cambiarían de idea de inmediato. El interior de Rane lo absorbía, lo succionaba, sus paredes húmedas y calientes lo acunaba de tal forma que se sintió mareado ante la necesidad de llenarla con su semen pero se resistió.

- Puedes moverte.- Dijo Rane soltando el labio de Hexel mientras lamia la sangre que es igual de roja que la de ella.- Hazlo.

Hexel ahogó su miedo y retiró su polla antes de volver a meterla a un ritmo dolorosamente lenta para volver a hacerlo, está vez sin mucha resistencia por parte de la cueva caliente de su mujer y así siguió aumentando cada vez más el ritmo hasta que su propio cuerpo vibró de tal forma que sintió la necesidad de morder a Rane y así lo hizo, justo en la clavícula.

Rane sintió el pinchazo de sus colmillos y lejos de hacerla doler la llevó justo al punto del placer explotando en un orgasmo arrasador haciéndola ver luces de todos colores mientras su grito salió de lo más profundo de sus entrañas apretando cada vez más el pene de Hexel hasta que sucedió lo inevitable: él se corrió dentro de ella.

Rane se aferró a él ante la sensación de sentirse estirada y llena junto al leve dolor de los colmillos afilados de Hexel, intentó moverse pero él la sujeto fuerte.

- No, no te muevas. Tengo un nudo, hasta que se baje mí nudo no puedes moverte o te lastimaras.

Rane tembló ante la idea de seguir acunando el miembro de su ahora esposo dentro de ella, eso significaba que estarían unidos por un poco más de tiempo y eso le encantaba.

- Quítate el traductor, quiero saber si te puedo entender.- Dijo Rane suavemente en su oido.

Hexel llevó su mano al cuello y se lo quitó si tiendo su piel más ligera y aliviada de la opresión del dispositivo.

- Shurik, Lot blushir teak corl niap.- Dijo Hexel pero Rane no entendió nada, solo notó la voz más ronca y profunda.-¿Puedes entenderme Rane?

- Si, ahora sí.- sonrió Rane antes de volver a besarlo pero entonces sintió que Hexel se volvía a corre dentro de ella sacándole un gemido.

- Me excita tanto sentirte, no puedo evitarlo.

Rane lo volvió a besar y Hexel no pudo evitar fregar su cuerpo con el de Rane, le encantaba tocarla por todo el cuerpo, descubrí cada rincón de ella, tal vez deba estar desnuda siempre.

Ambos sabían que algo dentro de ellos los conectó, podía sentir las emociones del otro así como la necesidad de seguir y seguir follando hasta que sus cuerpos no puedan más. Desde hoy Rane Kozwich pasaría a Rane Dendrus, la esposa del capitan Hexel Dendrus y ya no estaría nunca más sola.

Crónicas de Hyurilk: RaptadaWhere stories live. Discover now