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—  Iré contigo, ya lo dije.  —.  Dijo Rane tomando su bolso.

— No, te quedarás con las humanas.— Dijo Dravos cruzándose de brazos.

— ¿De verdad dejarás a tu Sherik embarazada en manos desconocidas?

— si, justamente porque está embarazada la dejaré en un lugar seguro.

— ¿Que puede ser más seguro que a tu lado?

— Rane...— Gruñó cansado.— Sabes que ese lugar es peligroso.

— Todos los lugares son peligrosos.— Rane se cruzó de brazos.— ¿O que? ¿Ya no quieres estar conmigo?

—¿Que?— Preguntó confundido.

— Es que me veo fea ¿Verdad? Entonces por eso ya no quieres estar conmigo.— Dijo Rane comenzando a llorar, usaría todas sus técnicas para que la llevara.— ¡Sé que te abarco mucho pero necesito contención! Te necesito.— Dijo llorando más escandalosamente.

— Rane tranquila...— Dijo Dravos acariciandola pero ella solo lloraba más y más, entonces Dravos suspiró vencido.— Está bien, vendrás conmigo pero seguirás mis órdenes si o si ¿Entendido?

— ¡Si! — Dijo Rane abrazando a Dravos y luego tocó su vientre.— ¿No es papi el mejor? ¡Si lo es! — Miró a lukian.— Nos vamos.

— ¿Y Lukian por que?

— ¿Cómo que por qué? No lo voy a dejar solo además es muy protector.

— Rane...

— Ese es mí nombre, vamos. No podemos perder tiempo. Lukian, ven cariño, buscaremos tu comida y agua.

— Está  hembra me va a volver loco.— Susurró negando.

Rane lo ignoró, por supuesto que no lo iba a dejar ir solo. Estar lejos de él sería el infierno real, ahora que se habían unido y que estaba embarazada tenía la necesidad de estar sobre él todo el tiempo, no podía alejarse de Dravos ¿Sería normal?

— Estuve pensando...— Dijo Dravos siguiéndola.— ¿Quieres ir a verlos?

Rane paró de inmediato y se giró a él.

— ¿P-puedo?

— Cuando volvía... Estuve pensando que aunque queremos protegerte estamos siendo egoístas contigo... Eres nuestra esposa, de ellos también y necesitas verlos. Además el embarazo es... Diferente al de los humanos. Naturalmente necesitarás estar sobre nosotros todo el tiempo, puedes exagerar tus emociones y despertar sentidos como el olfato porque honestamente no sentirías ese perfume si no estuvieras embarazada. El embarazo es duro y aunque ellos no volverán pronto... Al menos verlos y hablar con ellos te ayudará.

— Dravos. — Dijo Rane acariciando su mejilla y Dravos sustuvo su mano.— Eres un gran macho, un fantástico hermano, un maravilloso esposo y no tengo dudas que serás un increíble padre. Lo estás haciendo bien ¿Si? Lo haces bien.— Dravos asintió aliviado.— ¿Realmente quieres que vaya a verlos?

— Si.— Dijo de inmediato.— Es tu derecho y ellos te necesitan... Necesitan saber que serán padres para seguir peleando y que tienen una esposa que los espera en casa.

— Está bien... Iremos a verlos.

— Ahora.

— ¿Ya? — Preguntó sorprendida y se miró.— Voy a cambiarme.

Dravos sonriendo al verla enloquecer por buscar ropa mientras que él empacaba todo lo necesario para el viaje, incluso las cosas de Lukian.  No irían en la nave de siempre sino en otra más pequeña y más rápida.

Los machos se enojarían con él, si, porque ellos querían proteger a Rane de todo, incluso de sus visibles enfermedad pero ellos no podían simplemente prohibir a Rane verlos. Ella es su esposa y futura madre de sus hijos.

Futura madre.

Dravos no podía describir la emoción que tenía por ser papá de nuevo y que la madre sea la única mujer que siempre había amado. Aún no podía creer la noticia pero ahora todo encuadraba: los cambios de humor extremistas, que no comiera, su pisesividad, su "celo" y su buen olfato... Todo era indicio de embarazo.

— Dravos...— Dijo Rane desde la puerta sin ropa aún.— Estuve pensando, vamos a estar rodeados de gente ¿No?

— A si es.— Dijo mirándola con deseo, su miembro se puso duro en el minuto que vio su piel blanca, también los padres se ponían muy excitados con el embarazo y tenían la necesidad de reclamar a la madre todo el tiempo.

— Entonces necesito tu olor en mí... Ya sabes... ¿Un rapidito?— Sonrió coqueta jugando con su cabello.

— Lukian, mira si falta algo ya volvemos.— Dijo al pequeño animalito pero este simplemente se acomodo juntó las cosas para dormir, ya sabía lo que harían.— Vamos nena.— Gruñó Dravos tomandola de la cintura para levantarla y Rane lo rodeo con sus piernas.

— No quiero juegos previos Dravos, ya estoy muy caliente y lista para ti.

— Oh y yo que pensaba en un tratamiento especial. Ya haremos eso, ahora te daré lo que buscas.

Dravos liberó como pudo su miembro sin dejar a Rane libre y luego la puso contra la pared para penetrarla de inmediato.

Ella no mentia, estaba chorreando por él.

— ¡Oh si!— Gimió aliviada Rane.— no sabes cómo lo necesitaba.

— Sostente cariño.— Dravos se apretó un poco más a ella, aplastando los ligeramente hinchados pechos de ella contra sus músculos, tratando de no lastimarla o a los bebés.— Aquí vamos cariño.

Los tentáculos de Dravos jugaron con su clítoris, pezones y su agujero fruncido aumentando más la excitación mientras que el gran falo de Dravos se movía con violencia provocando gritos de placer de Rane.

— ¡Más Dravos!¡Si joder!

Dravos sentía las apretadas paredes exprimirlo deliciosamente. Le encantaba el coño de su mujer, era increíblemente adictivo y su cara de placer era demasiado sexy para su salud mental.
Rane buscó sus labios y se besaron con verdadera hambre, con tanta necesidad como si fuera su último momento juntos. Las uñas de Rane se clavaban en su dura piel gris con marcas azules y la verga se Dravos trabajaba sin parar en ella.

Nada más hermoso que complacer a tu mujer con tu verga.

Dravos bajó su boca a sus pechos y los devoró prácticamente, los chupó y lamió con adoración afinando los pezones para las bocas de su hijos.

—  ¡DRAVOS! — Gritó Rane cuando el orgasmo la alcanzó, era tan increíble la sensacion de electricidad en su cuerpo como sentirse estirada ahí abajo por él.—  Me encantas... Hermanito.

Dravos se agitó al escuchaela decir así y de inmediato de corrió llenándola mientras un rugido animal salía de él.

— Que rico se siente estar llena de.. "chocolate"— Se rió Rane.— Cuando tenga antojos de chocolate chuparé tu verga hasta que me des semen.

— Con gusto cariño, con gusto.— Susurró Dravos para besarla levemente.

Crónicas de Hyurilk: RaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora