Comencé a hacerle cosquillas hasta que sorpresivamente y para nada cliché terminé sobre ella mientras mi mano la tocaba por debajo de la camisa.

Estaba por besarla pero Jess hizo la cobra y besé su cachete.

-Tu te llevas y no la aguantas...-Mirar sus ojos cuando sonríe se ha vuelto una adicción.

Agarré sus cachetes y la besé a la fuerza y ella sopló cuando la besaba.

Pasamos jugando un rato hasta que finalmente solo nos quedamos recostados mirando televisión y la noche había caído.

-¿Estás segura que tu madrastra no vendrá a buscarte aquí?-Ella decidió quedarse.

-Es tu culpa que no pueda caminar bien y es tu culpa que esté llena de chupetones. Sé que mi responsable novio puede lidiar con mi bruja madrastra por quedarme a dormir.-Ella acarició mi mejilla antes de besarme.

-Si crees que con un beso te salvas te equivocas.-Me acerqué a su odio y le susurré. -Además nadie dijo que íbamos a dormir.

La besé con fiereza y ella colocó sus piernas alrededor de mis caderas.

Maldita sea...

Lo único que evitaba que la profane eran las telas que llamamos ropa.

Estaba por arrancar esa tela y obligarla a gritar mi nombre...

Pero recordé porque la traje aquí.

Me aparté y aunque Jess trató de evitarlo mi fuerza era superior.

-¿Qué pasa?-Noté la inseguridad de Jess, no me gusta jugar con sus sentimientos.

-Es solo que estaba olvidándonos razón por la que te invité.-Ella me miró en blanco.

¿Creíste que la invité solo a coger?

-¿Me cortas el cabello?-Ella puso su mano en la cara y comenzó a reírse

-¿Dejas a tu novia encendida y le pides que te corte el pelo?-Levantó una ceja.

-Hey es importante para mi, solía cortarme el cabello cok Bob pero ha pasado mucho tiempo.-Ella suspiró.

-¿Dónde están las tijeras?-Jejeje....

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Me gustaba mi nuevo estilo, casi protagonista de hentai pero lo suficiente decente para no serlo.

Me puse una camiseta negra y volteé a ver a Jess quien miraba como si solo fuera un pedazo de carne

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Me puse una camiseta negra y volteé a ver a Jess quien miraba como si solo fuera un pedazo de carne.

-¿Acaso solo soy un pedazo de carne para ti?-Fingí estar ofendido y ella descaradamente me toco el trasero.

-No sé de qué estas hablando.-Ella me besó y se quitó un cabello mio de su labio.

-Ve a ducharte, hoy tendrás el honor de probar mi comida.-Levanté una ceja.

-¿Crees cocinar mejor que yo?-Oh ahora que lo recuerdo ella no ha probado mi comida...

Ya vez la próxima.

-No lo creo, lo sé. Las mujeres cocinan mejor que los hombres.-Ella se cruzó de brazos y se encogió de hombros.

-Eso fue super sexista.-Inditanado me fui a bañar.

Algo que tú deberías hacer maldito otaku.

Algo interesante fue que de hecho mi sangre se evapora al salir de mi organismo pero mi cabello no...

Eso podría ser peligroso, recogí todos y los puse en una bolsa.

Podría ser valioso para analizarlo o producir otros con exactamente los mismos poderes que yo.

Salí de la dicha sintiéndome renovado, mi cuerpo musculoso exudaba vapor y olía sorpresivamente bien.

Me puse algo cómodo y fui hacia la cocina donde para mi sorpresa estaba Jess cocinando pollo frito.

-Toda la carne está congelada y no sé cocinar vegetales así que te aguantas.-Jess se veía encantadora con el delantal y mi camisa.

Abracé su cintura delgada desde atrás y besé su cuello, ella soltó un dulce gemido mientras apretaba su cintura.

-Buen intento pero no vas conseguir nada más.-Acarocio mi mejilla y yo me alejé dejándola en lo suyo.

Le envié un mensaje a Lydia, lamento que esta será la última vez que lo haremos así que lo haré memorable.

Dejaré una marca en su cuerpo que nadie podrá quitar.

Estuve dos minutos en mi celular antes de que un olor a pollo frito llegue a mi nariz.

En la mesa había un plato con bastante pollo frito y algunas patatas fritas.

Regresé a ver a Jess solo para verla traer salsa y mayonesa.

Yo me levanté y saqué del refrigerador una gaseosa con algunos vasos.

Le di una mordida al pollo y estaba realmente bueno.

Comencé a comer más rápido y escuché la risa de Jess.

-Es bueno saber que te gustó.-Presume todo lo que quieras, cuando pruebes mi comida vas a ver.

El pollo se acabó en segundos y después de dejar los platos a lavar y lavarme las manos junto a los dientes fuimos a ver una película.

La noche no termino allí y decidimos continuar aquello que no terminamos hace unos momentos.

Dormí como un bebé esa noche.

Bien acobijado y con una teta en la boca.

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