Polos opuestos

Extra I

Especial para mis lectorxs y porque amo escribir sobre Enzo y Olivia ✨
Lxs quiero con todo el corazón, gracias por leerme, por el apoyo tanto lxs del principio como lxs que se van sumando.❤️
Y obvio que por las 40.9k de leídas 🤙

Les deseo Feliz navidad junto a mis nenes y este extra es también para los que son como yo que seguramente estarán leyendo mientras los demás socializan🤟🛐

Olivia French Smith

El agua fría recorre por mi cuerpo liberando la tensión de mi cuerpo sobre estás últimas semanas tan agotadoras y a la vez mentalizadome para ir a la nueva casa de mi hermano de hace unos cuatro meses de aquí en el centro del pueblo como todos los domingos, cumpliendo su boba tradición de juntarnos todos, incluidos mis amigos. Ahora es padre de familia y a pesar de que no tengo ni cuarenta años actúa como un jubilado.

Cierro el agua al termina mi ducha, corro la cortina para ponerme mi bata, salgo del baño para dirigirme a mi habitación con el secador y peine en mano, al entrar lo veo sentado en la cama mirando la televisión con Iron acotado en la alfombra de la punta de la cama.

— Amor, lo haces por mí? —pregunto llamando su atención.

Sus ojos negros de posan por mí y con su mirada me recorre de arriba a bajo para luego centrarse en como le estoy extendiendo el secador y el peine en su dirección.

Una tierna sonrisa tira de sus camisuras.

— Claro que sí, cielo. Ven.

Me acerco a él para entregarle las cosas, me siento en el borde de la cama dándole la espalda, siento como de mueve para enchufar el secador a la vez que escucho como lo enciende y empieza a secarme el pelo con lentitud, paciencia y con total destreza de tantas veces que se lo pido. El recuerdo de cuándo lo hizo en las duchas después de habernos masturbado el uno al otro y al salir seco mi pelo llega a mí, robándome una sonrisa.

Cómo pasaron los años.

Juego con el nudo de mi bata perdida en mis pensamientos, mejor dicho en los recuerdos.

Un suspiro de satisfacción sale de mis labios cuándo Enzo peina con suavidad mi corto pelo de por sí es lacio pero me gusta que él me peine. Cuando termina deja un beso en mi pelo y puedo imaginar su sonrisa orgullosa.

— Listo, cielo.

Me dejó caer para que mi espalda quedé en su pecho, él me rodea con sus brazos y yo tomo su mano entre las mías.

— Gracias, amor. — murmuro. Ladeó la cabeza para tener acceso a su cuello. — Podemos faltar hoy? Prefiero quedarme en casa contigo — Iron levanta la cabeza para verme, ruedo los ojos. — y con nuestro hijo, obvio.

Él se ríe al ver cómo Iron mueve la cola feliz.

— Cielo, es lindo pasar tiempo en familia y a parte muy pocas veces nos reunimos todos juntos. — bufó. Siento como acerca sus labios a mi oído cuando me aparta de su cuello. — También, tenemos un trato, te acuerdas, mente sucia? — murmura.

Sonrió con picardía.

Nuestro trato consiste en ir sin falta todos los domingos y la recompensa es follar duro, si yo no quiero ir no hay follada. Hasta ahora no falte ningún domingo, así que no pase por esa tortura.

— Por supuesto que lo recuerdo. Admito que me sorprendió que se te haya ocurrido eso y las maravillas que hace tu lengua en mi vagina. — de solo recordar nuestras domingos a la noche siento la necesidad de apretar las piernas.