Capítulo 10 [ ¿El cielo o el infierno? ]

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Advertencia: Escenas+18


Olivia

No puedo decir que me siento de puta madre, pero si pude descansar y el dolor de cabeza se fue. Necesitaba quemar energías.

Mamá se fue el viernes, me dejó miles de advertencias y cosas que hacer, a veces parece que no me conoce, seguro haré todo a último momento. La adrenalina es lo mejor.

El día de la fiesta llegó, las chicas están arreglandosé y yo estoy maquillando a Milo como pinocho. Aún no me cambié solo me hize hondas en las puntas y me maquillaje, falta ponerme el disfraz.

— Cito lo que dijo; “ tienes razón con ella no sería un polvo, sino más y eso que soy insaciable” — Milo hace una mala imitación de la voz de Enzo.

Dejo de ponerle rubor a sus mejillas para mirarlo con duda y con ganas de sonreír.

— Estamos hablando de Enzo, no? Es raro que lo haya dicho, más enfrente de todos. A ver, no niego que tiene su lado directo y pervertido, pero que lo diga así, no sé. — dudo.

— Es enserio! Ese chico babea por tí.

Chasqueo la lengua.

— No negare que ambos queremos follar al otro, pero estamos interesados sexualmente nada más. — contradigo. Pongo iluminador en su nariz.

— Claro, como tú digas. — canturrea.

No digo nada más.

Termino de maquillarlo y ambos observamos lo tierno que quedó. Sus zapatos formales, un jardinero azul, una remera blanca, su gorro de pescador que fue lo más similar al dibujo. Sus mejillas rojas, su nariz brillante y resalte más sus pecas.

—Uno menos, y ustedes tortolas?! — grito.

Ellas salen riendo del baño de mi habitación. Sus trajes son enteros de color negro con el nombre Swat en blanco sobre su pecho, ambos usan una coleta y sus labios pintados de color rojo.

— 2 menos. Solo faltas tú, Oliv. — me señala Julieta.

Asiento, voy a mi armario donde tomo uno de los trajes y me encierro en el baño para ponermelo. Es bastante cliché, seguro que los demás serán más originales que yo.

Un corset rojo con pocos brillos, una falda blanca con manchas rojas y una cola por detrás, alas rojas, la típica vincha de diabla y por último, zapatos rojos.

Sin pensar en como me veo demasiado, salgo del baño para ver a mis amigos.

— Es muy cliché, lo sé. — es lo primero que digo.

Ellos se levantan de sus asientos y me sonrien.

— Te queda genial, Oliv. — dice Milo. Sonrió.

— Fija que hoy follas, amiga. — habla Julieta. Reímos ante su comentario.

Con él único que quiero follar, apenas ahora me da un beso en la mejilla.

— Estamos listas? — pregunta Iara. Asentimos con la cabeza. — Perfecto, vamos a emborracharnos! — chilla.

Tomo un pequeño bolso con cosas importantes, en uno de los bolsillos del disfraz pongo condones.

— Esa es mi amiga, siempre cuidando a sus amigos. — dice Julieta. Ruedo los ojos.

Salimos de mi casa, nos subimos al auto de Milo, ya que él no toma será el conducto asignado. Luego de unos minutos llegamos a la fiesta, una gran casa de color beige con varias decoraciones como si fuera Halloween, al entrar saludamos a algunas personas y compañeros.

Polos opuestos Where stories live. Discover now