Capítulo 47 II [ Vacía ]

3.8K 323 55
                                    


Segunda parte, mis nenxs.


Olivia

Al estar toda mi familia en la cocina, Julieta me escribió diciendo que le abra la puerta y cuando lo hice; las palabras para que me calmen de parte de ella, Iara y Milo no tardaron pero mi atención estaba en Enzo, su rostro con sangre, su ojo izquierdo hinchado, sus muecas de dolor y como se sostenía del abdomen.

Me mantuve en silencio porque sentía que si hablaba seria para maldecir y poder estallar, quiero salir como una loca a buscar a los que le hicieron eso y solo hay una persona en mi mente que le pudo haber echo esto.

Nos encontramos los cinco en mi habitación, ellos parados en silencio, Enzo mirándome con su ojo sano, mientras, lo curo acostado en mi cama.

— Será que se quedo muda? — escucho la voz de Milo.

— Ella te dejará mudo si no te callas. — le responde Julieta.

Los ignoró y sigo pasando algodón con alcohol por el rostro de Enzo, intento ser lo más delicada posible. Su ceja rota y sus nudillos están rojos, si se defendió esperó que sea porque hayan sido pocos los que lo atacaron.

— Cielo. — carraspea ante su voz ronca. — Deja de pensar tanto. — murmura.

No digo nada y acarició sus rizos, luego tomo su mano y con otro algodón lo paso por sus nudillos.

— Olivia...

Miro a los chicos con poca paciencia y así callo a Julieta. Me centro otra vez en Enzo, en un silencio que es interrumpido por mi puerta abierta de parte de mis padres y mi hermano, mi madre mira Enzo con los ojos abiertos y los hombres solo lo ven fijamente.

— Enzo, por dios. Qué paso? Por qué estás así? — se acerca preocupada.

Él la dedica un intento de sonrisa pero que parece más una mueca.

— Estoy bien, me atacaron unos chicos al venir pero estoy bien. — le responde como puede.

Pongo mi mano en su abdomen, subo y bajo en una caricia, él me mira y pone su mano sobre la mía, dándole un apretón.

— Enzo Smith? — pregunto con voz dura mi papá.

Lo miro ante la forma en la que hablo, su voz detonó casi que despreció.

Enzo asiente con la cabeza.

— Sí, señor. Lamento encontrarme así en su casa. — se disculpa.

— Eres el que estuvo en rehabilitación por las drogas. Qué eres de mi hija? — lo mira serio.

Enzo se tensa y miro a mi padre de mala gana, mi hermano frunce el entrecejo a Enzo.

— Tu eres el que beso a mi hermana fuera de mi casa? — otro que lo trata mal.

Me levanto de mi cama y los miro con el entrecejo fruncido.

— Que mierdas le pasa? — hablo molesta por fin. Ellos me miran. — Ninguno de ustedes le va a haber así a él, menos con ese tono de despreció. — los apunto con un dedo. Nadie dice nada. — No ven como está?

Polos opuestos Where stories live. Discover now