Capítulo 11 [ Pregúntale a tu papá! ]

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Enzo

Las decisiones son productos de los deseos, y yo malditamente desee estar con Olivia y se cumplió, lo hice, lo hicimos. No voy a decir que me arrepiento porque no lo hago, pero me sentí como un idiota al otro día, todo lo que negué ahora está echo.

Mande el autocontrol al infinito y más allá.

Luego de hacerlo, íbamos a seguir, pero nos interrumpieron Julieta e Iara que quisieron entrar a la misma habitación, salimos apurados y las caras de nosotros era para una foto; Olivia divertida, Iara sorprendida, Julieta ni sé inmutó, estaba rojo por lo que habíamos echo y por la situación.

Al bajar al primer piso, la fiesta seguía como si nada y como todo un cobarde salí corriendo, me fui a mi casa y evite hablar con alguien. No sé porque lo hice exactamente, tal vez el no saber manejar lo que acababa de pasar.

Folle con Olivia? Si. Me arrepiento? Jamás. Es un delito? Si lo es, que me arresten.

El fin de semana termino, eso significa que ya no me puedo esconder en mi casa como un niño. Lo beneficio es que la profesora está enferma, eso quiere decir dos horas libres y esa será mi excusa para alejarme de todos.

Al entrar al instituto, varias miradas son puestas en mí y no puedo evitar fruncir el ceño. Camino lentamente para ver si es a otro persona, pero no, me miran a mí. Al llegar a mi casillero, lo abro y me veo en el espejo, no tengo nada, entonces, por qué me ven?

Sabrán lo que pasó en la fiesta?

Me giro, cerrando fuerte el casillero y los miro a todos con mala cara, algunos se sorprendieron ante mi arrebató.

— Qué demonios me ven? — espeto molesto. Callan, niegan con la cabeza y otros me miran mal.

— Eres un idiota! — gritan en el fondo.

— Que mal amigo!

— Cómo vas a hacer eso?!

Un sector de los estudiantes empieza a insultarme y no entiendo nada.

— Oigan, imbéciles moralistas! Vayanse a la mierda y dejen al chico! No les debe nada a ustedes! Tienen dos segundos para irse sino quieren que les prenda fuego el auto de sus padres! Uno..! — grita Julieta molesta. Antes de que termine, todos empiezan a irse a sus salones.

Ella borra su cara de enojo para sonreír divertida. Su pelo castaño en una trenza, su uniforme desordenado y atrás de ella veo a la causante, Iara.

— Estás bien? — pregunta Iara acercándose y Julieta se pone a su lado rodeándola por la cintura.

— Si, pero qué demonios fue eso? — pregunto confundido. Iara me mira con pesar y Julieta me da una sonrisa de lado.

— Eso te pasa por irte antes de la fiesta. — se burla. Frunzo el ceño. Ella suspira.— Parece que alguien los escucho a tí y a Olivia en la fiesta, a la vez los vieron salir de la habitación, juntaron las piezas de que follaron y eso paso. — dice. Una sonrisa maliciosa se plasma en su rostro.— Oh, y tu amiga, Camila, confesó su amor por tí estando borracha para después enterarse que su amado había terminado de follar con otra. Listo. — finaliza.

Que carajos?

— Juli! — la riñe su novia. Ella rueda los ojos.— Se puso mal, todos la consolaron y se pusieron de su lado, ahora a gran parte les caes mal. — agrega Iara.

— Te odian. — corrige Julieta.

No puede ser, en que momento todo se convirtió en un caos.

— La vieron a Camila? — pregunto impaciente.

— No creo que venga, estaba muy borracha hasta ahora debe querer cortarse la cabeza. — responde Iara.

Polos opuestos Where stories live. Discover now