Olivia
Segunda vez en mi vida que me siento totalmente aturdida e ida, mis pensamientos me alejan de lo que sea que pase a mi alrededor.
Confieso que el echo de poder ser expulsada me dejó helada, en el momento reaccioné molesta, luego lo pensé y fue preocupante. No puedo hacerle esto a mi mamá, menos ahora que estoy a nada de terminar el instituto.
Paso mis manos por mi rostro frustrada, tanto pensar me da dolor de cabeza.
— Señorita, French. Le estoy hablando. — la voz de la profesora de cálculo me riñe.
La miro y siento la ira en mis venas por su culpa me siento así, pero no puedo cargarla más.
— No la escuché. Qué me decía? — pregunto intentando sonar amable.
Ella bufa y yo levanto una ceja.
— Le pregunte cuál es el resultado del ejercicio F. — aclara señalando el pizarrón.
Centro mi vista al frente, hago los cálculos en mi mente y eso solo me hace sentir una punzada. Suspiro.
— Doce sobre once. — respondo cansada.
Niega con una sonrisa. — Incorrecto, es once sobre doce.
Sonrió con suficiencia. — Cuando haga el pasaje vera que tengo razón, profesora.
Ella mira al pizarrón haciendo la cuenta, veo el momento en que se da cuenta que tengo razón y a pesar de mi dolor de cabeza, la satisfacción de saber que tengo la razón me distrae.
— Que poca humildad, señorita French. — dice mirándome.
— Nunca dije que la tuviera, profesora. — respondo tranquila.
Ambos nos miramos mal, pero para irritarla más le sonrió, ella suspira y dejamos de mirarnos para que pueda continuar la clase. Apoyo los codos en la mesa, me sostengo la cabeza con las manos y miro fijamente a la mesa sin darle importancia a la clase.
Siento una leve brisa en mi rostro, arrugó la nariz y abro lentamente mis ojos, no se en que momento me quedé dormida pero no me extraña, estoy durmiendo fatal. Enfoco mi vista en unos ojos negros, sonríe nervioso, y frunzo levemente el ceño.
— Qué haces aquí? Y por qué me soplabas la cara, bobo? — pregunto burlona.
— Te dormiste a la mitad de clase, te estabas por caer, así que vine y me senté contigo. Te sople porque tenías una pelusita en tu nariz. — responde.
Rio levemente, al estar más despierta me doy cuenta en la posición que estamos, él me rodea con sus brazos y mi cabeza estaba en su hombro.
— Me puedo quedar así? Eres cómo una almohada. — digo. Tengo mucho sueño.
— No arruinaras tu reputación de chica mala? — cuestiona alzando una ceja.
— Si quieres te hago una paja para no perder mi toque. — sugiero. Sonrió cuando empieza a toser.
— Mente y boca sucia. — gruñe.
— Me quieres educar? — pregunto inocente.
Aprieta la mandíbula. — Deja de decirme esas cosas.
— Bebé, cuando te pruebe, tu solito querrás hacer todo lo que te insinuo. — murmuro poniendo mi cabeza en su hombro.
Él respira hondo y no dice nada más, nos quedamos así en silencio y cuándo cierro los ojos, él habla:
— Te invitó Camila a su fiesta? — pregunta.
Asiento levemente. — Si, me dijo ayer por mensaje.
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Polos opuestos
Teen Fiction[ Romance ] +18 Los polos opuestos se atraen, sí, pero ¿Durarán lo suficiente para llegar a amarse? Es posible saciar tu curiosidad y listo? Para Olivia French solo aumentará. Enzo es un chico como cualquier otro que tiene a la chica más codiciada d...