RAVENOUS (3ª y 4ª Temporada) // LARRY STYLINSON

17. - 𝚎𝚗𝚍𝚕𝚎𝚜𝚜 - (FINAL)

Se sentían como en una película besándose bajo la lluvia. Como si una cámara rodase alrededor suyo captando aquel momento tan mágico. La lluvia espesa cayendo sobre sus cuerpos, la niebla densa sobre el pavimento, los faros del coche encendidos enfocándoles. Aquello era digno de una película, pero, sin embargo, era real y era suyo, su momento.

- Vamos a recoger a Haig del colegio -dijo Harry después de romper el beso

- ¿Qué? Todavía quedan muchas horas de clase

- Necesitamos unas vacaciones en familia. Unas vacaciones largas

- ¿Otro fin de semana en la casa de tus abuelos en Holmes Chapel? -pregunto Louis irónico sabiendo que era lo más lejos que Harry podía desplazarse

- ¿Qué te parece un par de semanas en Valencia?

Louis se separó sorprendido, aquel destino era algo que Louis solo sabia. Bueno, después lo pensó más detenidamente, Niall también lo sabía.

- ¿Niall? -pregunto Louis

- Me lo dijo hace mucho -dijo riendo el rizado

- Pero tú no puedes irte tan lejos, esto es tu trabajo

- Que le den al trabajo, Zayn y Harvey se arreglan llevando este sitio. Mereces que te dé las vacaciones que quieras, no un fin de semana en casa de mis abuelos

Y ahí es cuando lo supo, supo que era la persona más afortunada del mundo. Sabía que Harry era capaz de mover cielo y tierra para encontrar lo que le gustase, lo que hiciese que se sintiese cómodo. Fue la primera vez que no le dio pavor irse, de hecho, lo deseaba más que nada.

- Vamos a buscar a nuestro hijo -concluyó  Louis

Y así fue como surgió todo. Se montaron empapados en el coche y llegaron al colegio, al cual Harry entro rápidamente y llegando hasta la clase de su hijo abrió la puerta. Todos los pequeños, incluida Maia, se asombraron de ver la interrupción del rizado empapado de pies a cabeza.

- Señor Styles -comenzó Maia

- Debo llevarme a mi hijo -le interrumpió- Vamos colega

Haig sonrió observando el semblante de sus compañeros. Recogió rápidamente sus cosas y corrió hacia su padre, el cual le sostuvo en brazos.

- ¿A dónde vamos, papá? -pregunto el pequeño animado

- A darle unas merecidas vacaciones a tu padre

El pequeño no podía estar más contento, finalmente su familia volvía a estar reconstruida y feliz. Se montó en el coche y no pudo evitar observar a sus padres durante el trayecto del colegio a su casa. Como cantaban mojados en los asientos delanteros, como Harry le besaba la mano a Louis cuando quería dedicarle una estrofa de alguna canción. Ahí supo que su familia volvía a ser un pedazo completo, que no había piezas sueltas, que nadie sufría, que la normalidad había vuelto a sus vidas.

Las semanas en España eran increíbles, los tres disfrutaban como niños. No se habían alojado únicamente en Valencia, habían ido a conocer más partes de España las cuales habían adorado.

Se encontraban en un pequeño chiringuito de playa. Louis y Haig jugaban a un juego sentados en la arena mientras Harry pedía las bebidas que iban a tomar cuando su teléfono sonó. Era una videollamada de Zayn.

- "Buenos días, mi amor" -pronuncio inútilmente Zayn en español haciendo reír a Harry

- Tu español es aún peor que el mío hermano -contesto Harry

- ¿Qué tal por España? Aquí se os echa de menos

- Esto es increíble, necesitábamos estar aquí

- ¿Sabe algo Louis?

- No, creo que no lo sabe -pronuncio Harry mirando como su marido jugaba con su hijo

De pronto, el pequeño comenzó a correr hacia el mar, siendo seguido por Louis. Haig comenzó a chapotear en el agua con la ropa aun puesta y cuando el agua solo cubría las rodillas de Louis este se giró para mirar a su marido

- ¿Se lo vas a contar? -pregunto Zayn sacándole de sus pensamientos

- Creo que sí, ya es oficial

- ¿Ya has comprado la casa? -pregunto emocionado Zayn y Harry asintió sonriendo- No me puedo creer que os quedéis en España a vivir

- Así es, Louis lo necesita y yo voy a darle todo lo que no he podido darle en años

Y así fue. Harry compro una casa para su familia en un pequeño pueblo cercano a Valencia. Una casa con acceso a la playa, con un precioso jardín en el que su hijo podría correr y en el cual podrían pasar tardes tomando el sol o arreglando las plantas. Le daba cierto pánico la vida que estaba a punto de tener, pero era el momento del cambio. Era el momento de dejar el caos de Londres y comenzar a vivir y era el mayor regalo que podría hacerle a Louis.

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Hasta aquí llega esta pequeña secuela sobre esta novela que me ha encantado tanto escribir y con ella también el final de los finales.

Gracias por todo el apoyo que ha recibido durante estos años, puedo asegurar que soy afortunada de que después de más de dos años esta novela siga teniendo visualizaciones. Me han llegado mensajes preciosos de muchos de vosotros diciéndome lo que os trasmite, lo mucho que os gusta leerla y puedo confesar que yo la he leído más de una vez. Me costó construir la historia, fue complicado saber qué contar en cada capítulo para poder enganchar. 

Creo que he seguido esta historia porque nunca supe darle el final que se merecía porque me daba pena despedirme de ella, pero creo que esta ha sido una manera muy bonita y de la que no me arrepiento para nada. Sinceramente, no sé si volveré a escribir otra novela, pero si es así, espero veros a todos porque me he sentido muy arropada. 

Gracias infinitas.