Lentamente su mente fue atando cabos, el chico de cabellos color teal también parecía conocer al castaño, incluso podría poner sus manos al fuego apostando a que el capitán del equipo también era su amigo, quizá por eso durante toda la prueba de ingreso lo desafió en el campo muchas veces, por supuesto, ganando todas haciéndole honor al cinto en su brazo izquierdo.

Los tres jugadores con los que ingresó al equipo tenían mucho talento para el soccer, curiosamente todos jugaban posiciones diferentes, no sabía si estos tenían técnicas secretas o algo parecido, pero a simple vista cualquiera diría que sí, además le llamó la atención como se pasaban el balón sin siquiera mirarse, como si jugaran juntos desde hace mucho tiempo.

Las presentaciones se llevaron a cabo tal y como el protocolo del club de fútbol indicaba, dando por finalizadas las actividades del día, quedándose a solas los nuevos jugadores y los dos mayores que aprovecharían para entrenar un poco, sin embargo de manera inesperada una presencia nueva hacía acto de aparición, vistiendo una especie de capa morada que cubría su playera roja, lanzando el esférico contra el castaño, haciéndolo caer bruscamente.

De inmediato, todos corrieron para socorrerlo y asegurarse de que este estuviera bien, solamente Shindou se dispuso a encarar al recién llegado, recibiendo un nuevo tiro por parte del desconocido pero devolviéndolo con la misma potencia - ¿Cómo te atreves a profanar nuestro campo de esa manera?

- ¿Eres el capitán? Menuda bienvenida... - Se burló cruzándose de brazos - Me llamo Tsurugi Kyosuke, y desde hoy por órdenes del rectorado de la secundaria Raimon, soy un miembro del club de fútbol - Se pronunció con el tono de voz más sarcástico del mundo.

- ¡Cómo si fuera a creerte eso! - Gritó molesto el peligris - ¡Eres un...

- Shindou-kun, por favor tranquilízate - Intervino un hombre con camisa y corbata, tosiendo para llamar la atención de todos los presentes - Es cierto, así que por favor entrégale su uniforme inmediatamente, desde ahora es un legítimo integrante del club de fútbol, viene directamente desde la central del sector quinto y merece respeto.

El pianista no podía creer lo que escuchaba, lamentablemente el entrenador ya se había retirado y no tenía forma de contradecir al director de la escuela, por lo que no le quedó más remedio que apretar los puños y cumplir lo que se le acababa de ordenar, sintiendo como su sangre hervía con las miradas anonadadas de sus amigos, a quienes les hizo una mueca disimulada para que no intervinieran, pues eso podría perjudicarlos.

Teniendo que enterrar todo su orgullo, le entregó un juego nuevo de equipación deportiva a su contrario, sin embargo este de un golpe arrojó el uniforme al suelo, pisándolo mientras se reía a carcajadas y se burlaba sobre la reacción que este había tenido - ¡¿TIENES IDEA DE LO QUE ACABAS DE HACER?! - Ese fue el punto de inflexión, no podía permitir que siguieran insultando al equipo del Raimon de esa manera.

- ... - Kirino observó como el puño de su mejor amigo se levantaba con claras intenciones de golpear a Tsurugi, así que con un movimiento rápido lo tomó por los brazos, sosteniéndolos con fuerza - ¡Cálmate Shindou! Te suspenderán si lo agredes.

El director se quedó en completo silencio, no sabía como actuar ante una pelea juvenil, a lo que solamente resolvió a desaparecer llevándose consigo al nuevo delantero, quien no dejaba de sonreír maliciosamente tras lo sucedido, alejándose del campo con las manos en los bolsillos cual pandillero.

Una vez estuvieron a solas nuevamente, el pelirrosa soltó a su amigo, no podía regañarlo por la imprudencia cometida minutos antes, él también quiso golpearlo después de ver como sacaban a su hermano volando mediante un balonazo, pero afortunadamente logró conservar la calma cuando vio la presencia de la máxima autoridad del Raimon.

¿Fácil? ¡No! (Completa)Where stories live. Discover now