Capítulo 12

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             ... Nick es mi amigo...

Apenas logré dormir dos horas. Todos los pensamientos respecto a Nick y todo lo que había pasado me torturaba la cabeza, él se abrió conmigo y me dolía no poder hacer lo mismo aún. Me invadió el sentimiento del miedo, al pensar que quizá cuando lo descubriera sería la última vez que lo vería. Y entonces golpearon mi puerta, me levanté perezosa con mi pijama puesto. Mi mamá prometió traerme el desayuno esa mañana, al menos podría sentirme mal con algo rico en el estómago. Cuando abrí la puerta tuve que parpadear cincuenta veces para descifrar si la persona que tenía adelante no era alguien más, pero para mi desgracia no fue así. Bella me sonrío, tenía un aspecto que radiaba alegría y felicidad. Le sonreí nerviosa y la invité a pasar. No sabía que hacer, mi mamá llegaría en minutos y tenía a mi amiga allí, se jodería todo y entonces ella se enteraría de la peor manera posible. 

 — ¡Hola, Electra! — saludó alegre mientras miraba con asombro sus alrededores.

— Hola, Bella — saludé con la voz áspera — ¿Qué haces aquí?.

— Oh, quería invitarte a desayunar. Me comentaste que te quedabas aquí anoche y quise sorprenderte. Vaya que te gustan los lujos eh... Esto debe de ser carísimo — continuó observando con la boca entreabierta.

Reí tímidamente.

— Esto fue un regalo de mis padres. Ah y por supuesto que saldré a desayunar contigo, Bella. Solo dame cinco minutos para cambiarme — respondí y corrí al baño.

Debíamos salir rápido de allí. No quería que mi madre llegara y conociera a Bella. La idea de ir a desayunar con ella me daba la excusa perfecta para sacarla del edificio lo más rápido posible. Tomé mi celular y le escribí a mi mamá que no viniera porque tenía un malestar. Por supuesto que era mentira, pero tampoco podía echar a Bella sin una excusa coherente. Agarré un jean negro y una camiseta blanca. Jamás, me había arreglado tan rápido en mi vida. Apenas salí del baño salí disparada hacia la puerta con mi amiga detrás de mí. Caminé por el pasillo rezando internamente para que ninguno de mis padres se me apareciera. Bella me miraba extrañada mientras esperábamos impacientemente el ascensor. Aparentemente, el destino estaba de mi lado, ya que, logré salir del hotel sin encontrarme con ninguno.

— ¿A dónde quieres ir? — pregunté con una sonrisa.

Bella vaciló y miró a los costados con el ceño fruncido.

— Mm no lo sé. Solo echémonos a andar por la calle hasta encontrar alguna cafetería — respondió comenzando a caminar.

La caminata no duró más de dos cuadras, una cafetería se encontraba frente a nosotras emanando un delicioso aroma, tampoco dudamos en entrar. El lugar estaba medianamente lleno, no obstante pudimos sentarnos en una mesa vacía junto a la ventana, pedimos nuestros cafés y complementos correspondientes. Nuestra charla comenzó, Bella no dejaba de hablar de su decepción al no poder pedirle una foto a mi padre y lo genial que se veía en su traje, sin embargo, yo seguía en blanco, con nada más que los ojos verdes de Nick en mi cabeza. Sé que debería ser un poco más valiente, dejar de darle vueltas al asunto y decirle la verdad. ¿Cómo habría de mirarme a la cara luego de que lo supiera?.

— ¿Estás escuchándome Electra? — Interrumpió mi batalla mental.

— Lo estoy, solo que no dormí bien anoche — suspiré llevando mi café a la boca. La bebida me despertaría un poco.

— Eso te pasa por quedarte hasta tarde con Nick — insinuó mientras con su dedo índice trazaba círculos.

Me atraganté con el café.

— ¿Cómo sabes eso? — pregunté y ella sonrió.

— ¡Lo sabía! — exclama emocionada — ¿Y se besaron?.

Con tu AusenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora