Con tu Ausencia

Capítulo 20.

                                                                        Nick Roux:

Vi la noticia en un post de Instagram, al principio me permití pensar que todo era una pesadilla, porque Electra no sería capaz de mentirme de esa manera, no ella. Después de todas las noches que habíamos hablado, todos los secretos que le había contado y aquellas cosas íntimas que me atreví a hacer con ella a través de una pantalla, mi Stalker no podía ocultarme algo como esto. Cuando caí en la realidad mi cuerpo quedó congelado, realmente la chica en las imágenes y vídeos era ella. Había sido engañado de una forma tan patética... Porque me había enamorado de alguien que me había ocultado todo sobre ella.

Mientras más lo analizaba, más quería borrarla de mi vida. Le había pagado un boleto a la gala de sus mismísimos padres, había hecho chistes incestuosos y fingió admirar a Thais de la misma forma que lo hacía yo solo para mantener su mentira sana, era enfermizo, no lograba entender la situación. Si me lo hubiera contado... ¿Qué pensaba que iba a pasar? Jamás me alejaría de ella, hubiera sido hija de un pobre como de un rico, era de las cosas que menos me importaba, más doloroso es reflexionar que me lo ocultó todo, como si no fuera alguien de fiar. Abrumado de tanto llorar, decidí que quería desconectarme de todo, tenía mensajes de Bella y Electra, pero no quería contestar, sentía la necesidad de tirar el celular por la ventana. Armé el bolso para ir al campamento de mi instituto, quedarme por Electra ya no tenía sentido alguno.

— ¿Nick? — mi madre llamó a la puerta.

Limpié con torpeza las lágrimas de mis ojos y abrí.

Mi madre iba vestida con su clásico estilo primaveral, el paso de los años no la hacían lucir menos joven. Frunció el ceño al verme desprolijo y lloroso.

>> Estuviste llorando... ¿Qué ha ocurrido?

Vacilé un poco sobre la idea de contarle o no, ya sabía sobre Electra, le había contado como un idiota lo mucho que me gustaba y ahora todo se había desmoronado sin siquiera quererlo. Si tan solo supiera que miles de cosas pasaban por mi mente, supongo que simplemente no quería quedar como idiota por enamorarme de alguien a distancia. No pude evitar seguir llorando. Mamá se acercó y me rodeó con los brazos, ella nunca me había visto angustiado de esta forma.

Me alejé de ella cautelosamente y volví mi concentración al bolso, frustrado.

— Nada importante, debo irme o no llegaré a tiempo para el campamento— dije corriendo el cierre como pude.

— Oh, entonces supongo que Electra no viene...

— Exacto— la interrumpí, escuchar su nombre me enfermaba— Ya me voy.

La saludé con un beso rápido en la mejilla y salí del apartamento sin darle tiempo a responder.

Cuando llegué al instituto, varios de mis compañeros se preocuparon por mi aspecto, solo mis dos mejores amigos sabían de ella, por eso no la mencionaron cuando llegué. Pero puedo asegurar que el resto de los estudiantes no dejaban de hablar del tema, incluso llegué a enfrentar furiosamente a algunos que hacían comentarios obscenos respecto a Electra.

¿Por qué la defiendes? Te mintió.

Mi mente y corazón se encontraban en una guerra de espadas en ese momento, como si la razón me dijera que tenía que mandarla a la mierda y el corazón defendiera que si la amábamos... Con el tiempo la podríamos perdonar.

En el momento que escuché su voz, gritando mi nombre desesperadamente, intenté pensar que había sido parte de mi imaginación. Pero al voltearme la vi, corriendo hacia mí, como si su vida dependiese de alcanzarme. Involuntariamente, me acerqué... Es que mi cuerpo sufría algún tipo de atracción electromagnética por ella.

Electra... Electra Firelook.

Gritos, desesperación, llanto, súplicas. Eso fue lo único que logramos expresar entre nosotros. Escucharla decir que tenía miedo y que no sabía como contármelo. Me enfureció aún más, me hizo sentir que nada era recíproco, solo había estado jugando conmigo. Cuando me acerqué aún más dejé de respirar y algo en mí decía que lo olvide todo y la abrazara, le pedí que me convenciera de que todo esto había valido la pena. Apoyó su mano en mi mejilla, me derretí al tacto. Cuando pidió una segunda oportunidad fue como si un bloqueo me apartara de ella abruptamente, contra todos mis deseos retrocedí y le pedí distancia entre nosotros.

Mientras caminaba rumbo al autobús luchaba para no volverme hacia ella.

— ¿¡Eso es todo!? ¿Tú te vas y no volvemos a hablar? — preguntó desesperada.

La miré con las lágrimas furiosas liberadas.

— Tú mientes y yo huyo. Supongo que somos los dos, unos cobardes. — Subí al autobús y me senté en mi asiento asignado.

Por suerte no pasaron más de dos minutos antes que partiéramos viaje. Apoyé mi cabeza en la ventana, mirando las calles alborotadas y los paparazzi buscándola a ella exaltadamente, si supieran que acababa de hablar con ella...

— Lo siento por lo que pasó, se vio del asco. Todos hablan de eso. — Max, uno de mis mejores amigos, se me sentó a mi lado.

No respondí, mi garganta ardía demasiado como para emitir palabra, las lágrimas silenciosas no dejaban de escurrirse por mis mejillas. Sentí el brazo de Max rodearme, depositó un beso en mi cabeza.

Y me marché, dejando los fragmentos de mi corazón roto en los pies de Electra.

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Nota de la autora: ¡Hola a todos!

¿Cómo están? Quería desearles un muy bonito  año nuevo, y decirles feliz navidad atrasada.

Llevó su tiempo pero acá estoy, volví.

Voy a publicar más seguido dado que ya tengo varios capítulos hechos y editados para ustedes.

Así que ya tenemos el punto de vista de Nick... Por suerte ahora podrán saber como viven los dos su situación.

Electra aún debe de hablar con Bella. ¿La perdonará su amiga?

¿Y ahora que se reveló la identidad afectará demasiado la rutina de nuestra querida Stalker?

¿Y Nick? ¿Va a volver?

Supongo que lo sabremos dentro de unos días...

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Kisses, Fio.