Capítulo 4

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... ¿A dónde tan peinada?

Al ver mi celular vibrando sobre el sofá, mi mente entró en cinco tipos de crisis distintas. Salté del sillón como si este comenzara a quemarme el culo y empecé a dar vueltas alrededor de la pequeña mesa de madera mientras me mordisqueaba las uñas. Timbó me miraba con su típico desagrado plasmado en su cara, debía decidir rápidamente que hacer.

¿Atiendo la llamada?

¿Y si es un viejo verde?

Quizá si sea el chico que muestra, si no, no tiene sentido que quiera hacer videollamada

¿Pero si ese chico inocente termina siendo un asesino serial de las redes?

Los pensamientos de mi cabeza comenzaban a generarme escalofríos.

- ¿Hola?- exclamó una voz grave que provenía del sofá.

Ay dios mío ¡GATO DE MIERDA!

El desgraciado me miró con cara de suficiencia mientras se acercaba la pantalla del celular.

- Tú debes de ser el apreciado Timbó...

Sin dudar ni un segundo más brinqué hasta el sofá y miré con una cara asesina a mi maldito gato. Levanté mi celular y me encontré con la figura de Nick, este estaba sentado sobre una cama con sabanas azules perfectamente tendidas, su pelo castaño estaba peinado a los costados y sus enormes lentes resaltaban sus grandes ojos verdes. Se mostraba sonriente, muy sonriente, luego de que se mordió su labio inferior me di cuenta de que en realidad estaba aguantando una carcajada; por un momento había olvidado el dato que me encontraba con una toalla blanca en la cabeza y en pijama. Cuando notó mi cara de confusión no pudo evitar largar la carcajada de su vida y yo sentí que me ponía del color rojo vivo.

- ¿Tan feo soy que me miras así?- Soltó intentando recuperar el aire.

- No es eso, perdona por lucir así es que mi gato atendió la llamada.

Inmediatamente saqué la toalla que me hacía lucir como una pelona- lo que en mí quedaba horrible- y me lo acomodé como pude con mi mano libre. Me senté en mi sillón y apoyé mi celular en el vaso medio lleno de coca cola, de forma que se veía desde la mitad desde mi cintura para arriba.

- Pues la verdad le agradezco al señor gato por dejarme sacar varias capturas tuyas en dónde estás pelona Stalker- largó una leve risa y yo lo miré con los ojos entrecerrados.

- Ja, ja ¿Cuál es el motivo de esta llamada realmente?.

- ¿Debe de haber uno?- preguntó divertido. ¿Es que acaso siempre era así de sonriente?

- No lo sé...

- Ahora dime algo ¿Por qué tan peinada?.

Fruncí el ceño y él en respuesta largó una carcajada.

- Sabía que esto era un error- hice un ademán de cortar la llamada.

Chistó en respuesta.

- Era broma, no estás nada mal.

Lo miré alzando una ceja y él sonrió ladinamente.

- Bueno, tal vez solo lo dije para que te sintieras mejor- se encogió de hombros y no pude evitar lanzar una pequeña sonrisa.

- Ya... ¿Cómo estás?- pregunté sintiendo como el color rosado teñía mis mejillas lentamente.

- Pues bien, aunque un poco cansado por los exámenes... ¿Y tú? ¿Qué tal te fue con tu jefe?.

Con tu AusenciaWhere stories live. Discover now