|~°Capítulo 07°~|

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— ¡Ándale! Déjame tocarla...—hizo ojitos de cachorrito.

— No weon, los únicos que pueden tocarla son mein váter y mein Kaiser—dijo con un tono triste, este realmente los extrañaba.

— Tus ¿Qué? ¿Ese es el idioma de tu tribu?

— ¿Tribu? ¿Y qué es esa wea?

— Ya sabes, en donde te criaste, donde está tu mamá ¿No sabes lo que es una tribu?

— No que yo sepa...

— Oh, ya veo...¿Eres como él, no es así? Eres de una familia "noble"...

— Weon, aunque no lo creai' no tengo idea de lo que hablai'

— Si, tu acento no suena como a la de una persona noble, entonces ¿De dónde provienes?

— Pues...solo se que tengo un padre, no se qué es una madre...

— Carnal...—este se acerco al contrario para brindarle consuelo, cosa que el pequeño, no había sentido desde que perdió a su padre.

— ¿Estás mejor? Es una cosa que hace mi mamá cada vez que me voy con el señor España...

— Gracias Nueva España...

— ¡Oh! Es cierto, ese no es mi verdadero nombre, ese solo lo puede ocupar mi...padre, ¡Mi nombre es México! Mex para los amigos.—dijo provocando que sus alas se movieran de arriba a abajo, en señal de felicidad.

— De acuerdo Mex, ¿De qué trata el libro que sacaste?

— Verás...

El ambiente era tranquilo en aquella habitación pero la preocupación se escurría del otro lado de la puerta, el español escuchó lo que dijo aquella estrella, tenía que lograr que olvidara a aquellos dos países, por las buenas o las malas.

Y así fue transcurriendo el día, aquellas dos naciones corriendo tanto en los pasillos como en el patio, jugando de aquí para allá, el Español se preguntaba aveces "¿De dónde sacarán esa energía tío?" También los veía revolotear en el césped, aunque aveces el mexicano en intento de volar, no le resultaba, España sabía que esos dos se llevarían bien, pero no sé lo esperaba tan rápidamente.

— *sigh* Supongo que es obra del destino.—se dijo a sí mismo.

La noche se acercaba, así que aquel Imperio decidió ir a buscar a ambos pequeños que se encontraban en el jardín, al parecer estaban exhaustos, debido a que solo estaban tirados charlando.

— ¡Venid! Ya se hace tarde, y no queréis que tomen un resfriado ¿No es así?

— ¡Ya vamos señor!—respondió el mexicano.

Ambas naciones se levantaron y se dirigieron donde estaba aquel imponente Imperio, para luego pasar al lado suyo.

— Chile espera...—dijo España con tranquilidad.

— ¿Sucede algo señor España?—la curiosidad lo tomó por sorpresa.

— Nueva España, ¿Te gustaría compartir habitación con Chile? Veo que verdaderamente se llevan bien.

— ¿¡Habla enserio!?—dijo con un tono alegre.

— Claro...

— Gracias... papá, ¡Vamos Chile! ¡Mi habitación es más grande así que tomemos tus cosas!—dijo tomando la mano de contrario.

— Espera, necesito hablar con Chile un momento, puedes ir por sus cosas mientras hablo con él.

— Oh, ¡De acuerdo!—y se retiró rápidamente hasta la habitación del chileno.

✧°•𝐿𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑖𝑡𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑖𝑡𝑎𝑟𝑖𝑎•°✧ ✔︎Where stories live. Discover now