Dieciséis

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Es pronto aún para ir a mi cita con Hyunwoo, quedando una hora y algún que otro minuto para la hora en la que hemos quedado. Estando cerrada la puerta de esta habitación, sabiendo que la pareja dueños de esta casa está en el dormitorio que les pertenece, aunque desconozco si con la puerta abierta o cerrada, termino de recoger mi ropa, la cual doblo de forma que me entra en una sola bolsa, ocupando la otra con las pertenencias de Byeol, quien ya está en su bolsa especial para gatos metido, dormido en profundidad ajeno a todo, a cuanto quiero hacer antes de ir a la primera cita que tengo la posibilidad de disfrutar por primera vez en mi vida.

Cogiendo bien las bolsas en ambas manos, colgando la de mi amigo felino de mi hombro, agradeciendo que esté dormido, abro con cuidado la puerta, asomándome de igual forma para ver ahora a mi alrededor, asegurarme que no hay ni rastro de esos dos para poder irme sin escuchar como insistentemente me piden quedarme.

Abriendo la puerta del todo, saliendo ahora que estoy seguro que no me verán, camino de forma cuidadosa hasta la puerta, cogiendo de igual forma mi abrigo y mis zapatillas.

Abrir la puerta que da a la calle con las dos manos ocupadas no es fácil pero tampoco imposible, consiguiéndolo al igual que poner uno de mis pies descalzos en la calle antes de sentir el tirón que me arrebata una de las bolsas, la que tiene mi ropa, casi perdiendo el equilibrio de no ser por la mano que me sostiene y evita que me caiga al suelo.

— ¿Huyendo como los cobardes?—cierra la puerta a su espalda —y descalzo con el frio que hace hoy. ¿Tantas cosas piensas llevar a tu cita Kihyun?

— No es asunto tuyo —intento coger lo que me ha quitado, sin mucho éxito —no me hagas enfadar otra vez Jooheon y dámela. No despiertes a Min, no tiene porque ver esto.

— ¿No tiene porque ver a su primo siendo egoísta y desagradecido con los que quieren cuidarle? —suelta la bolsa que cae sobre uno de mis pies —lárgate entonces. Le tendré que explicar como su primo ha escapado, marchándose sin pensar en las consecuencias, en como se va a sentir por tal acción. ¿Seguirás dentro de unos días con el trabajo que tienes o volverás a tu antigua vida?

— Idiota —me pongo mis zapatillas —no es que tenga intención de decirte lo que haré con mi vida aunque te faltará tiempo para averiguarlo por ti mismo. A eso te dedicas, a meterte en las vidas ajenas.

— No me dedico a meterme en las vidas ajenas sino a proteger a los que lo necesitan —me alejo ya de él —si te vas sabes tan bien como yo que será cuestión de tiempo que vuelvas a esa vida. Solo harás daño a tu primo, pero también a ti mismo Kihyun. Piénsalo antes de hacer una estupidez de la que te arrepentirás toda tu vida.

Deteniéndome, mirándole el tiempo suficiente para ver como ahora la puerta de la casa se cierra al entrar en su hogar, frunzo el ceño incapaz de dejar de pensar en sus estúpidas palabras, negando, sin preocuparme por el frio que me acompaña en los segundos que me toma decidir y retroceder en los pasos ya dados, no haciéndolo desde luego, dirigiéndome a mi casa, a este apartamento en el que ahora entro, cerrando la puerta a mi espalda, conectando la calefacción antes de dejar libre a Byeol y mirar la hora.

— Todavía tengo tiempo para esa cita —miro a mi peludo amigo —¿debería decirle que lo dejamos para otro día?

Un maullido es la respuesta que tengo por su parte antes de verle marchar moviendo sus cuatro patas con demasiada calma, alejándose hasta el punto de no verle cuando desaparece en el interior del salón.

Mirando mi móvil en este momento, viendo los mensajes que sin parar me llegan por parte de Min, en todos y cada uno preguntando porque me he ido, ordenando que no haga tonterías y vuelva si no quiero que me venga a buscar él mismo, cierro esta conversación para enviarle un mensaje a Hyunwoo que queda a medias por la llamada que me llega desde el mismo número de mi primo.

Get my number * ShowkiWhere stories live. Discover now