Siete

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Incluso habiendo finalizado la llamada de mi padre, la cual me ha despertado junto a mi primo, no me puedo creer que no sea un sueño, que sea una realidad que me esté llamando después de tanto tiempo sin saber nada de mis padres ni ellos de mi, estando en mi mano la decisión de responder al hecho de que quieran hablar conmigo.

Viendo la pantalla que ahora se mantiene completamente a oscuras, siendo consciente de que estoy solo en este dormitorio por decisión de Min de darme privacidad, pienso en si seria buena idea devolver la llamada, desbloquearlo y marcar ese número que queda en llamadas perdidas para saber cual es la razón por la cual mi padre ha llamado.

Recorriendo con mis dedos mi móvil, pensando con calma que es lo que debo hacer, presiono hasta cierto punto decidido el botón a un lado, pudiendo deslizar mi dedo por la pantalla para desbloquear este.

La llamada perdida queda aún reflejada, siendo que unicamente tengo que presionar la opción de devolver llamada.

No pensar demasiado a veces ayuda a hacer las cosas que haciendo justamente lo contrario causan que no lleguemos a hacerlo, por miedo quizá. Tengo miedo siendo sincero y aún así me encuentro mirando las motas de la ropa de mi cama, esperando tono a tono que resuena hasta penetrar en mi tímpano, cerrando los ojos para calmar lo mejor posible los nervios que siento.

— Kihyun hijo mio.

Tres palabras.

Tres palabras es una cantidad que si me pongo a pensar en ello, en ese número que tan cerca se encuentra del cero, número que no significa nada, podria no ser tan importante como para determinar a la persona a la que se están dirigiendo al usar esa cantidad exacta de palabras.

No las voy a recriminar por mucho que pueda molestarme, por mucho que pueda sentir que la llamada de mi padre no será muy larga a diferencia de las tensiones que puedan acompañarnos.

— Papa.. ¿estáis bien mama y tu?

— Tu madre está bien y a mi lado y yo también lo estoy —habla con calma —¿tu estás bien hijo?

— Si, si estoy bien papa —digo sincero —no tenéis nada de lo que preocuparos mama y tu. No es que tenga algo en mi vida que me pueda hacer estar mal realmente.

— Kihyun no te he llamado para hacerte sentir tan tenso. Se y comprendo que estés molesto conmigo y lo merezco. No debí hablarte de esa forma aquel día en el hospital —suena arrepentido —he pensado tantas veces en aquel día que hasta que no comprendí que la culpa era completamente mía no fui capaz de dejar a un lado mi orgullo. Te hice daño hijo y merezco que no quisieras responder a la llamada aunque estoy feliz porque llamaras de vuelta. ¿Puedo hacerte una pregunta mi pequeño?

— No.. no sigo con ese estilo de vida —digo sabiendo que me lo iba a preguntar —estoy en casa de Min y he dejado esa vida papa. No tienes que preocuparte porque no voy a permitir que vuelvan a tocarme una sola vez. He abierto los ojos con respecto a la vida que estaba llevando y quiero empezar de cero, no volver a ello aunque vaya a ser difícil.

— Comprendo que lo hiciste por demasiado tiempo hijo y no voy a juzgarte por ello —las palabras de mi padre causan que una lágrima silenciosa caiga por mi mejilla —y me alegra saber que ya no volverás a esa vida. Si tienes tiempo y quieres por supuesto a tu madre y a mi nos gustaría verte, que vengas a casa y tener un desayuno en familia.

— En familia.. —una palabra que hace que me duela incluso el alma —me encantaría papa, pero no quiero haceros sentir incómodos.

— No será así mi pequeño —limpio las lágrimas que libres caían —tómate tu tiempo y ven cuando lo desees. Estaremos esperándote con los brazos abiertos.

Get my number * ShowkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora