Uno

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Fue hace dos meses la última vez que entré en este club y aquí estoy nuevamente, sentado en este cómodo y mullido asiento, con una copa en mi mano, viendo al que siempre consideré mi mejor amigo revisando papeles y mensajes como si no estuviese en el mismo lugar que él, limitándose a responder y fruncir el ceño a tanto cuanto sus ojos ven.

A mi alrededor el espacio que puedo ver se encuentra vacío seguro por la hora que es, siendo que unicamente alcanzo a ver como uno de sus chicos despide a ese ejecutivo baboso y sesentón que ha cumplido con su deseo por los billetes que le dio a cambio de una hora de sexo con placer para uno y condena que soportar para el otro.

— Tienes que tener una razón de peso para haberme hecho venir hoy aquí Taehyung —digo ya con impaciencia —¿cuanto dinero por cuanto tiempo vas a ofrecerme esta vez? Sabes bien que yo trabajo por libre y no en tu club como en el pasado.

— Ese pasado del que hablas Kihyun son solo dos meses, cuando me dijiste que te irías para seguir por tu cuenta —doy un trago de mi copa —no te pediría venir si no fuese porque realmente es una buena cosa para ti. Solo será el tiempo que te dure quien tanto desea estar contigo y te pagará el triple de lo que te pagan diez clientes en un solo día.

— ¿Cuanto es ese triple que ofrece ese cliente?

Taehyung nunca ha sido alguien que se muestre nervioso aunque si ansioso y ahora justamente lo está haciendo, más cuando con esa sonrisa tan típica suya acerca un papel hacia mi. Tomándolo puedo ver la cantidad a la que se refiere, siendo que casi pierdo el control de la copa al ver la cuantía que si será el triple de lo que gano con cada cliente, incluso lo que vale mi casa y diez más junto con la misma.

— Es una broma —niega —¿quién es tan estúpido y necesitado para pagar esto por alguien a quien ni conoce? Sabemos que es un encuentro en una cama donde solo uno siente satisfacción, pero realmente debe estar desesperado.

— No te puedo dar realmente un nombre porque solo se presenta como señor Seo —me informa —está en la suite que tu siempre ocupaste en el tiempo que trabajaste en el club. Es por así decirlo un VIP y para ello es mejor la habitación que le corresponde. ¿Qué dices? ¿Aceptas y vas o te quedarás aguantando a esos niñatos que te llaman a todas horas y muchos te aburren hasta el punto que tu tienes que hacerlo todo por su inutilidad?

No negaré que se trata de una oferta tentadora y que con lo que me pagaría viviría sin preocupaciones por un largo periodo de tiempo, pero si me pongo a pensarlo, en lo que significa, necesito mis propias normas que Taehyung ya conoce para no ser presionado en un futuro y que comprenda que vivo bien con mi vida en libertad y mi decisión de trabajar como y cuando quiero.

— ¿Cuantas horas son?

— Quiere tres completas —ambos nos ponemos en pie —ya sabes el camino y no te preocupes, si decides aceptar servicios solo de ese hombre seré cuando te llame, sino descuida que no te molestaré más amigo.

— Solo por hoy —le advierto.

Taehyung se limita a asentir y yo a terminarme mi copa, dejando esta en la mesa en la que todas sus cosas continúan tal cual las ha dejado. Mis pies se mueven ya voluntariamente en dirección a esa puerta, esas escaleras que una a una subo sabiendo que dirección y rumbo tomo.

La suite como Taehyung es una habitación el doble de grande que las demás situada en la última planta de este edificio. No son muchas las escaleras que por suerte debo subir, siguiendo ahora el largo pasillo hasta donde está situada la lujosa habitación donde pasaré tres horas de mi día libre por una suma de dinero tentadora a cambio de una relación unilateral de satisfacción a la que acepto someterme unicamente por esa razón.

Get my number * ShowkiWhere stories live. Discover now