Beautiful Promise. 'HunHan'

Capítulo VII. My heart is an easy thing for you -Parte II-

(Analepsis.)

Fue hace año y medio. Justo seis meses después de empezar a salir con Sehun. El recuerdo es vago, tengo pocas imágenes de lo que pasó, realmente no recuerdo mucho sobre lo que me pasó y sobre lo que viví durante un mes. Sé que Sehun pretende olvidarlo al igual que yo y eso es lo mejor. No recordar, tampoco es como que haya sido tan horrible, fue un mal momento pero no me pasó nada lamentable, sigo aquí y por eso pretendo no recordarlo, no atormentarme porque de igual manera no recuerdo nada con claridad, sólo sé que fui llevado lejos de casa por un mes, que mi tía sufrió y ahora es más precavida conmigo pero siendo sincero no me preocupa tanto salir a la calle, no porque él lo hizo en nombre del amor. Claro. Es lo que dijo mientras lloraba y me pedía perdón frente a su familia y la mía, amor, tal vez su definición de amor era errónea. Al menos lo que yo entiendo por amor es ese pequeño cosquilleo que sientes en el vientre cuando miras a esa persona, es sentir que puedes lograrlo todo, que el mundo es tuyo y que ese mundo a veces se transforma en la persona amada, en mi caso Sehun, pero él no lo veía así.

Él veía al amor como una absurda forma de posesión absoluta, un pensamiento lejos de lo real, donde tenía que cometer estupideces y lastimar a las personas. Aveces me da algo de lástima saber que sufría en silencio. No. No es lástima. Es un sentimiento complicado. Podría ser pena porque él quería tenerme a la fuerza; usando el dinero de su padre para raptarme y llevarme a una cabaña a las afueras de Gyeonggi. Simplemente no sé que sentir, no odio porque él siempre fue amable aún mientras me tenía secuestrado.

YiXing seguía siendo un tanto agradable a mis ojos. Agradable pero aveces inspirandome miedo, agradable pero una parte de mi sentía ira cuando me decía que me amaba y que hacía eso por amor. Mierda, acaso nunca le dijeron que eso no es amor, eso es... eso es... cualquier cosa menos amor. Diría obsesión pero yo mismo estoy obsesionado con Sehun, vamos lo amo. Pero no por eso lo he raptado y alejado de su familia y amigos, aunque  aveces ganas me sobran de hacerlo especialmente cuando lo veo con esa niña de pelo negro, estoy seguro que ella está interesada en él. Pero aún así sé que Sehun me ama. Debo insistir en que soy el de arriba.

YiXing creía que haciendo todo eso lo amaría y un día con una sonrisa de mierda le diría "Te amo", como si el amor fuese así, tan repentino y de la noche a la mañana, claro, no por nada estuve junto a Sehun doce años, doce perfectos años. No me arrepiento de nada, la verdad. Y YiXing quería conseguir mi amor así de fácil. Idiota. Raptandome no iba a conseguir nada.

El día exacto en que eso pasó, no lo recuerdo, fue en Octubre es lo único que sé. Octubre de ese año no fue el mejor para mi. Estando en el bosque, en una cabaña vieja, con visitas frecuentes de YiXing, con su estúpida voz diciendo siempre "Lo hago por amor". Los veinticinco días que estuve encerrado allí fueron desagradables. Era terrible no saber de mi familia, de mis amigos, de Sehun, de todos. YiXing siempre que iba a verme me decía que ellos estaban bien, que mi tía estaba bien, que basura, era obvio que ella no estaba bien si yo estaba desparecido. Y que decir mi tío. Para él yo siempre he sido como su hijo. Recuerdo cuando tuvo a YiXing frente a él, se contuvo de golpearlo porque más o menos entendía que YiXing necesitaba ayuda psicológica. Tan sólo era un chico de dieciséis, un año mayor que yo y de alguna forma mi tío entendía lo mal que estaba. Pero eso no evitó que pusiera una orden de restricción contra YiXing.

Cuando Sehun volvió a verme tenía el cuerpo tembloroso y los ojos llenos de lágrimas. Me recordó a cuando éramos pequeños y él lloraba todo el tiempo por mi causa, siempre siguiendome y diciendo su amor hacía mi, fue bueno recordar aquellos tiempos, fue bueno saber que aún con el paso del tiempo él aún es capaz de llorar por mi. Le sonreí y como otras veces atrás tuve que abrazarlo por el cuello y decirle al oído lo mucho que lo quiero, hacer esas promesas de amor infantil que siempre quiero que se hagan realidad, y él se calmó.