Capítulo 21: Intenciones

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Las armas se acercaron peligrosamente a su posición, el masculino las esquivó realizando movimientos con el cuerpo e inclinándose hacia adelante para apartarse del ultimo Kunai que iba hasta su posición. Una espada se dirigía hacía él y dio un salto impulsándose con sus piernas y en el aire iba a ser interceptado por una kama. Él simplemente inclinó su cuerpo hacia abajo, sintiendo el arma pasar encima de su rostro.

Aterrizó a varios metros, tomando una distancia considerable, hasta que ya la tenía encima suyo atacando con un bō. Los ataques fueron repelidos con sus manos y con una palma acercó a darle al palo de madera con fuerza, que chocó con el cuerpo de la fémina, haciéndola retroceder.

Tenten desenrolló su gran pergamino que colgaba de sus caderas, saltando en el aire y arrojando un gran numero de armas hacía su contrincante. Él simplemente giró utilizando su Kaiten y de esta forma bloqueando todo el armamento.

La kunoichi sonrió mientras se acercaba con un paño limpiando su frente del sudor que se le había formado y respirando profundamente.

―Tan bueno como siempre, Neji.

El Hyūga sonrió en su lugar mientras buscaba en su bolsa una botella de agua que le pasó a la kunoichi. Era su primer entrenamiento en más de dos años. A pesar de eso, él aún se sentía coordinado con los ataques de la fémina. Sus estilos de pelea se complementaban, por eso mismo hace varios años había entendido la razón por la que Gai los había juntado. Eso y el hecho de que su sensei tenía como proyecto personal forjar una pequeña bestia con su entrenamiento de taijutsu.

La familiaridad de sus movimientos, las armas pasando cerca de su cuerpo, los movimientos que solo realizaba para contrarrestar los ataques de su compañera, todo el conjunto era un suspiro agradable en su interior. No sabía cuanto había extrañado toda esta cotidianidad hasta que se encontraban en plena acción.

Aunque los movimientos y ataques de la maestra de armas estaban bastante... flojos. Algo que no diría en voz alta ni mucho menos entraría en detalle. Había estado incapacitada durante una larga temporada, lo cual explicaba que perdiera aquel conocimiento al pelear contra él. Y más cuando el Hyūga no había dejado de entrenar en todo este tiempo. Aún como líder del clan Hyūga se mantenía en forma, dedicando un poco de su apretada agenda para un enfrentamiento con Tokuma o su prima Hanabi, a la cual seguía instruyendo de vez en cuando.

El mismo había perfeccionado el Furaito byakugan, a fin de cuentas, cuando ella no estuvo y su vida se regía en ser ANBU, en sus días o momentos libres tenía tiempo suficiente para dedicarle a su entrenamiento.

Tenten no había tenido esa oportunidad, había estado encerrada y...

Detuvo sus pensamientos para evitar un trago amargo, no quería pensar en nada de eso y más porque la sangre hervía a niveles impensables al querer encontrar a los bastados que habían osado tocarla. Y era peor por que recordaba que el que la tocaran había sido su culpa, lo cual generaba un círculo de malos pensamientos.

Gai y Lee llegaron en ese momento con una sonrisa en el rostro y sugiriendo que tenían un hambre feroz, por lo que quedaron en ir a un nuevo restaurante que apenas había abierto esa semana en la aldea. Los rumores decían que sus platillos eran delirantes.

―Yo invito. ― Mencionó Lee con una sonrisa y apuntando su pecho. ― Mi llama de la juventud esta ardiendo más fuerte que nunca. ― Habló tan efusivamente como siempre, apuntando con un dedo su pecho y sonriendo ampliamente.

Gai gritó a la par que su alumno haciendo eco al maldito fuego de la juventud que repetían una y otra vez. Suspiró al escuchar todas esas habladurías. Sus ojos malva captaron a la chica a su lado, que ocultó una risa traviesa con su mano. El sonido cantarino de su risa lo distrajo un momento.

Gazes to the soul [Nejiten]Where stories live. Discover now