CAPÍTULO 12

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El equipo de asalto salió del refugio rápidamente, dividiéndose en los tres tramos de la ruta en puntos estratégicos a cada lado de la ladera. Cuando todos estuvieron colocados en sus respectivas posiciones, el silencio que percibían era de lo más inquietante, más incluso que el hecho de tener que esperar a que los tres camiones apareciesen.

El cielo se había ennegrecido y amenazaba con derrumbarse sobre ellos en cualquier instante, el estruendo de los truenos ya se escuchaba y seguramente la tormenta no tardaría en empezar.

[Todo está preparado en el refugio, ¿Han aparecido ya?] se escuchó por el walky.

—Todavía no. Acabo de hablar con Jules, no hay rastro de ellos por ahora—contestó el moreno sin dejar de mirar el camino—.

[Esto sigue sin darme buena espina.]

—Si de lo que tratas es de convencerme para que hable con Jonathan y los demás y obligar a Zia a desistir, ya te aviso que no va a funcionar—bromeó—.

[Tenía que intentarlo. En serio, ¿a qué desequilibrado se le ocurrió este plan?]

[Creo que a todos]

[Chicos, siento interrumpir la charla, pero me gustaría recordaos que esto es una vía abierta y podemos escuchar todo lo que decís.] rio Jonathan.

[Esa era la idea, rubiales] respondió Archie.

[Veo a dos SPR y el primer camión. Jonathan y los demás, preparaos]—les cortó Zia— [Entráis a mi señal]

[Refréscame la memoria, Zia, ¿Qué tipo de señal decías que tenías exactamente?]

Una gran explosión se escuchó resonar en el eco, seguido de una oscura columna de humo.

[¿Te sirve o he sido demasiado sutil?]

[Tú si sabes cómo llamar la atención de un chico] rio Jonathan [Jax, en cuanto el camión doble la esquina del desprendimiento, entras en acción.]

—Oído

Los dos camiones restantes habían acelerado su paso notoriamente, la lluvia había empezado a caer de manera violenta y los relámpagos partían el cielo con sus formas zigzagueantes y nerviosas.

Jonathan lanzó unas pequeñas granadas encadenadas a las ruedas del primer vehículo para desestabilizarlo, pero lo que no logró prever es que Edrien dejaría atrás el camión que custodiaba las claves y se uniría a los hombres del primero para defenderlo del grupo de Aleados.

Disparó a las bombas e inmediatamente las hizo estallar antes de que alcanzaran las ruedas de su objetivo, provocando que el camión solo se tambalease y se golpeara con la pared de la montaña por unos segundos.

La explosión no solo afectó al vehículo sino también al equipo, que terminó resguardándose entre las rocas.

—¡Se están alejando, vamos!—gruñó Jonathan montándose en uno de los transportes articulados de un salto junto con otro de sus compañeros—

Jax no podía quitarle la vista a la moto que escoltaba al camión de Serena. Había pasado mucho tiempo desde la última vez.

—Edrien...

[Chicos, no me gusta meter prisa, pero ¿alguien va a parar ese camión o no?]

—¿¡QUÉ DIABLOS TE CREES QUE ESTAMOS INTENTANDO, OWEN!?—gritó el rubio sin dejar de disparar—.

—Voy a entrar—contestó el moreno por el walky—Jonathan, mantenlo distraído tanto como puedas.

[¿Qué? No, no, no. Todavía no ¿me oyes? ¡JAX, LA ZONA AÚN NO ESTÁ DESPEJADA! ¡TODAVÍA NO!]

Aleación: Las ruinas del cobre  (Corregida y Editada)Where stories live. Discover now