La gente se va. La familiar frase susurra por su mente, penetra sus oídos, un patrón que su cuerpo exhala. La gente se va, protégete antes de que lo hagan.

Se pregunta cuándo Seokjin -su risa, su voz, la presión de sus dedos en la piel de Yoongi- empezó a ahogar la voz en su cabeza. La gente se va susurra la mente de Yoongi con la risa de Seokjin resonando en sus oídos.

Separarán sus caminos, pero aún no. Aún no.

Se levanta de su escritorio y sigue a su asistente fuera de la oficina. 

—Minjoon— llama.

Minjoon levanta la vista esperando las instrucciones de Yoongi.

—Arregla para que Seokjin vaya conmigo a Macao— dice. Tiene que hacer algo. No sabe qué pasa con Seokjin. No importa. Lo arreglará. Seokjin sigue siendo suyo por unos meses más. No tiene intenciones de desperdiciar el tiempo.

Desde la noche que Seokjin se dio cuenta que era un tonto por permitiste ser él mismo, ha sido cuidadoso

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Desde la noche que Seokjin se dio cuenta que era un tonto por permitiste ser él mismo, ha sido cuidadoso. Cuidadoso con sus toques, cuidadoso con sus palabras, cuidadoso con sus ojos que siempre encuentran el camino a Yoongi. Ha sido un tonto. Ha olvidado todo lo que sabe de la vida, se ha dejado atrapar por la fantasía de Yoongi y esta vida que pretender tener. Dejó que sus sentimientos crecieran. Dejó sus emociones correr sin control, y eso solo fue la noche que se dio cuenta cuánto había caído. Es aterrador. Sabe que la vida rápidamente puede arrebatarle todo lo que sostiene su corazón. Sabe que usó todos sus deseos y esperanzas en Jungkook. No puede permitirse perder la versión dorada del mundo, humo y espejos que se romperán cuando el reloj marque la medianoche.

El problema es que es fácil enamorarse de Yoongi. No debería serlo. Tiene cientos de capas, todas aseguradas bajo llave. Es cerrado, privado, cuidadoso, callado, reservado. Seokjin no debería tener problemas al mantener distancia, guardar su corazón. Excepto que Yoongi es gravedad, una fuerza que jala a Seokjin más cerca con cada vuelta. No está cayendo, se acerca al centro de Yoongi, a su corazón latiente. Seokjin es el océano, poderoso contra el impulso, una magnitud que se acerca sin pensar.

Seokjin está determinado a poner una distancia entre su corazón y Yoongi, de nuevo. Necesita ser práctico. Debe recordarse que es pragmático. Necesita prepararse para la inevitable separación que tendrán al divorciarse. Si tiene alguna esperanza de deshacerse del contrato, necesita construir una pared entre ellos. No tiene tiempo para ladrillos. Reúne la paja y los tablones en su corazón, las endebles excusas, mentiras y fabricaciones que inventa en su mente. La sonrisa de Yoongi no significa nada, es una reacción natural, Yoongi es amable. Las manos de Yoongi son como cualquier par de manos, cinco dígitos cada una, hueso, carne y piel que no electrifican todo el ser de Seokjin. Las miradas de Yoongi están desenfocadas, probablemente él simplemente se está distrayendo. No envían una emoción a través de la sangre de Seokjin, no significan nada. Yoongi y Seokjin tienen una relación por negocios, nada más y nada menos.

A Gilded World | MYG + KSJ - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora