Jeon Seokjin tiene exactamente cuatro semanas para impedir el compromiso de su hermano menor, condenado a un matrimonio sin amor. La única manera de pararlo es hacer un compromiso mejor, más ventajoso, más lucrativo para la familia Jeon. Es imposibl...
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Si Hoseok pudiera escoger otro empleo, serían las bodas. Un planeador, o cantante en las bodas. Brevemente se pregunta si existe algo como bailarín en las bodas.
—Tal vez sería un florista— dice balanceando su cabeza en consideración. Escucha a Namjoon apretándose junto a él pero no se gira a verlo. —¿No crees que podría ser un gran florista?—
Namjoon desliza un brazo alrededor de los hombros de Hoseok.
—Creo que serías el mejor. Pero hay un problema.
Hoseok finalmente le frunce a su novio.
—¿Qué?
—Las personas no podrían diferenciarte de las flores—. Namjoon sonríe, los hoyuelos apareciendo en sus mejillas y esconde su cara casi inmediatamente, tímido de sus propias palabras.
Hoseok hace un sonido agudo y toma la cara de Namjoon, presionando sus mejillas juntas.
—No sé si besarte o golpearte.
—¿Qué tal dejar mi cara?— Sugiere Namjoon, murmurando las palabras debido a las manos de Hoseok.
Hoseok aprieta su cara con disgusto.
—Pero necesitas ser castigado por ser tan empalagoso. Eres afortunado de que estemos en una boda. Te perdono—. Golpea por última vez la mejilla de Namjoon antes de retirar sus manos. Gira de nuevo para ver la mesa principal, sonriéndole perversamente a Yoongi y Seokjin sentados incómodamente juntos.
—¿No estás un poco preocupado?— Pregunta Namjoon. Hoseok puede escuchar el fruncido en los labios de Namjoon, el que se le marca cuando ha estado pensando mucho y no haciendo suficiente. Es el mismo ceño que usó los cinco meses que le tomó a Hoseok cortejarlo, atraparlo y asegurarlo.
Hoseok resiste el impulso de poner los ojos en blanco, solo por respeto a la boda, y dice:
—Estás haciendo eso otra vez.
—¿Qué cosa?
—La cosa donde empiezas una conversación como si estuviéramos a mitad de ella y yo no tengo idea de qué estamos hablando—. Hoseok se gira para mirar a Namjoon y arquea una ceja. —Esa cosa. La estás haciendo ahora.
El ceño fruncido de Namjoon se profundiza.
—No sé de qué debería preocuparme— dice Hoseok. —¿La cosa del florista? ¿Nos quedamos sin leche? ¿Hay una serpiente lista para atacarme? Espera, olvida lo último, ni siquiera quiero pensar en eso—. Se estremece.
Namjoon luce como si quisiera decir algo sobre la serpiente, pero lo deja ir y en su lugar, asiente hacia la mesa principal.
—Yoongi-hyung y Seokjin-hyung. Se acaban de casar después de tres semanas de salir. ¿No estás, no sé...— Namjoon para y hace un amplio gesto con sus manos, —...preocupado sobre su futuro?—
