Jeon Seokjin tiene exactamente cuatro semanas para impedir el compromiso de su hermano menor, condenado a un matrimonio sin amor. La única manera de pararlo es hacer un compromiso mejor, más ventajoso, más lucrativo para la familia Jeon. Es imposibl...
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—Solo sé claro— comienza Jungkook, con los brazos cruzados sobre su pecho y mirando a Yoongi del otro lado de la mesa. —Solo acepté venir porque tenía hambre.
Yoongi se encoge de hombros y asiente hacia el gran tazón frente a Jungkook.
—Entonces come.
Jungkook lo mira con cautela.
—Y solo porque defendiste a hyung no quiere decir que de repente apruebo su matrimonio. Aún estoy completamente en contra.
—No sé cuántas veces debo decírtelo, niño, pero no necesito o quiero tu permiso—. Yoongi suspira
—Eres realmente molesto— dice Jungkook con los ojos entrecerrados.
—También lo eres—. Yoongi responde. Señala la comida de nuevo. —Pero aún así, te compré comida, así que come o vete.
Jungkook lo mira por un momento y eventualmente toma su cuchara, perdiendo la expresión dura cuando traga la primera cucharada.
Los labios de Yoongi forman una sonrisa y se inclina para llenar su cuchara también. Mira a Jungkook comer y piensa, no por primera vez, que el niño es tierno. No lo había notado antes, pero puede ver partes de Seokjin en Jungkook. Los grandes ojos dicen más que sus bocas, la amplia complexión que Yoongi está seguro que puede lanzarlo del otro lado de la sala, la manera en la que hablan del otro como si fueran capaces de morir para que el otro sea feliz. Yoongi sonríe ampliamente y empuja el plato hacia Jungkook.
Jungkook finge no darse cuenta, tomando el plato por un lado y evitando los ojos de Yoongi. Yoongi no se ríe, pero no es fácil.
Cuando Jungkook casi termina su comida, Yoongi dice:
—Quiero saber, con detalles, exactamente cómo tu familia ha tratado a Seokjin.
Jungkook deja de masticar y mira a Yoongi, poniendo sus utensilios en la mesa y frunciendo.
—Sabía que era una trampa.
—Nada es gratis en esta vida—. Yoongi se encoge de hombros.
Jungkook se burla y cruza los brazos, recargándose en su silla.
—¿Por qué no le preguntas a hyung? Ustedes son muy cercanos.
—No somos 'cercanos', estamos casados—. Yoongi dice y Jungkook pone sus ojos en blanco. Yoongi suspira. —Tu, entre toda la gente, deberías saber que hyung nunca me lo diría. Le gusta pretender que las cosas no están tan mal.
