30 - Primera vez | TimDami

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Pareja: TimDami (Tim Drake x Damian Wayne)


El sexo no era algo desconocido para Damian, como alguien que había sido instruido en diversas materias, conocer las debilidades más bajas de los humanos fue fundamental en su enseñanza. Pero todo siempre fue tan frio, tan metódico. Conocía términos, conocía el funcionamiento, pero jamás lo había sentido en su propia piel, y tampoco sentía el deseo de conocerlo.

Era muy joven, sus ambiciones eran otras, había mucho porqué preocuparse antes que por pensar en deseos carnales a los que siempre le habían enseñado a ver como una debilidad. El sexo era un placer, no una necesidad, así que no era fundamental en su día a día.

Pero claro, la pubertad llegaba inevitablemente, y con ella la curiosidad por explorar un terreno desconocido.

Damian se reprendía a sí mismo por rendirse ante sus deseos más salvajes, pero era inevitable, y más que nada, nadie tenía porqué saberlo. Él podía seguir fingiendo que estaba por encima de todo ese bajo mundo del placer, que era mejor que eso. Nadie tenía porqué saber que había descubierto el placer en tocarse a sí mismo, y, sobre todo, que esto solo funcionaba cuando veía a su tercer hermano adoptivo en paños menores.

Admitir eso sería caer muy bajo, sería aplastar su orgullo y su dignidad.

Así que siguió fingiendo, fingió que odiaba a Tim para que el otro no sospechara de sus miradas. Fingió querer pelear para así tenerlo cerca sin que el otro notara su ansia por tocarlo.

Porque Tim era todo lo que Damian veía como hermoso. Con su delgada cintura, sus esbeltas piernas, su pequeña figura que aun así era más alta que él. Su cálida sonrisa que dedicaba solo a sus amigos, su lacio cabello que caía en su frente cuando se quedaba dormido junto a la computadora. Sus rosados labios que incitaban a Damian a querer probarlos, su suave piel, sus largas pestañas, esos ojos azules que hasta ahora solo lo habían mirado con fastidio. Tim parecía perfecto, algo que Damian quería solo para él.

Pero Tim no era paciente, sus desplantes y su arrogancia lo hicieron alejarse. Tim prefería estar lejos de él para no tener que lidiar con su carácter o para no terminar siendo regañado por su padre adoptivo junto a él.

Y eso entristeció a Damian. Él no quería eso, quería a Tim cerca, pero al parecer lo había arruinado, como todo en su vida.

Aun así, se resignó, era mejor así. Tim se estaba volviendo su debilidad y eso no podía permitirlo.

No quiso llorar porque no sabía cómo hacerlo, así que solo expresó su dolor a través de sus dibujos. Aquel era su primer amor y él ni siquiera terminaba de entenderlo cuando ya lo había perdido.

Tim lo incitaba a querer probar el placer, pero en su larga observación, Damian había aprendido a conocer al mayor y a ver el valor que todos veían en él. Tim no era solo hermoso, era inteligente y un digno igual para él. Pero lo había arruinado, lo había alejado y ahora debía resignarse a verlo estar con alguien más.

.

Una noche de insomnio, Damian permaneció en la biblioteca de la mansión, recargado junto a un gran ventanal, contemplando el cielo y moviendo el lápiz sobre su hoja a la luz de la luna.

Tim estaba con los Titanes, seguramente sonriéndoles como nunca lo hacía con él. No lo había visto en días y echaba de menos verlo vagar por los pasillos de ese gran lugar.

A su lado, Damian tenía a Titus, casi dormido, pero con un ojo siempre abierto para cuidar de su cariñoso amo. Su pequeño gato seguramente yacía descansando sobre la cama de su amado, al menos a él si le permitía estar cerca el mayor. Pequeño traidor.

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