26 - Perfume | VicBilly

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Pareja: VicBilly (Victor Stone x Billy Batson)

Extra: AU sin poderes, y donde Billy vive feliz con sus padres biológicos.

Billy consideraba que ya estaba lo suficientemente grande como para tener una niñera, tenía doce años, él podía cuidarse solo. Pero, aún así, sus padres habían insistido y no hubo más remedio que aceptarlo.

Esa tarde, con sus padres listos para salir y tener una agradable velada, el timbre de la casa sonó, y al abrir la puerta, un muchacho de color, alto y de buen ver, saludó a los señores Batson.

—Billy—llamó su madre y el pequeño tuvo que asomarse de mala gana.

Al acercarse a la puerta, se dio cuenta de que su niñero sería Victor, vecino de al lado al que a veces veía practicar con sus amigos en el parque, aunque el mayor quizás eso no lo sabía. Fue tanta la sorpresa que le fue inevitable soltar un leve jadeo, seguido de su mal intento por fingir desinterés y pretendiendo ser cool.

—Hey, hoy te toca ser niñera, eh—le comentó en broma, pues de hecho ambos solían saludarse cuando se cruzaban en la calle o se veían tras la cerca.

A Billy le agradaba Victor, quizás de una forma extraña que aún no comprendía del todo. Le gustaba verlo reír y le gustaba cuando él lo hacía reír. El mayor se iría a la universidad el próximo otoño, así que Billy debía aprovechar cada momento que tuviera para poder estar cerca de él.

Quizás sus padres sabían de sus deseos, quién sabe, lo importante era que le habían hecho un gran favor.

Los señores Batson le explicaron algunas cosas al muchacho y luego se despidieron. Sabían que Victor era un buen chico, conocían a sus padres y sabían que eran personas muy respetables, así que no había nada porqué preocuparse.

—¿Y? ¿Qué quieres hacer primero? —cuestionó el mayor de forma simpática, abriéndose paso hasta la sala, con el chico siguiendo sus pasos.

—Pues estaba teniendo un épico combate en Mortal Kombat hasta que llegaste—explicó con orgullo el chico, haciendo énfasis en que lo invitaba a superarlo.

Victor aceptó el reto y se unió al menor en el sillón para comenzar un enfrentamiento en videojuegos.

Luego, gracias a que los padres de Billy habían dejado algo de dinero, ambos pudieron ordenar pizza y ver películas de terror. Billy de verdad adoraba pasar el rato con Vic, pues este nunca lo trataba como a un niño, o al menos nunca lo hacía tan evidente. Reía con sus bromas y sabía seguirle el juego cuando el menor soltaba algo de su sarcasmo que comenzaba a ser parte de su personalidad.

Tanta euforia en una tarde, y quizás el llenarse la tripa de golosinas, causó que Billy pronto cayera rendido.

Y entonces lo sintió.

Victor era muy fuerte, él lo sabía. Sabía que jugaba en el equipo de futbol americano de su escuela, y que de hecho era muy bueno, aunque nunca había tenido oportunidad de verlo en primera fila.

Y ahora, los fuertes brazos de Victor lo habían alzado para llevarlo a la cama. Billy pensaba que era muy dulce de parte del mayor que tuviera ese gesto con él. Quizás en otros lo habría tomado muy mal, pero con Victor se podía permitir dejarse consentir de ese modo. Sobre todo, porque así podía oler el perfume del mayor.

No era algo intenso ni asfixiante, era suave, y se podía confundir ligeramente con la lavanda de su ropa, pero aún así Billy podía sentirlo, y le encantaba. Se dejó embriagar de ese aroma hasta que Victor lo abrigó en su cama y se alejó. Le hubiese encantado fingir que tenía una pesadilla para que el otro lo cuidara, pero tenía su orgullo, y tampoco llegaría a esos extremos para conseguir un poco más de atención.

Billy no entendía qué era lo que sentía, pero sabía que estar cerca de Victor lo alegraba mucho más de lo que podía aceptar, así que solo se dejó envolver en la sensación cálida que había quedado en su pecho, esperando porque noches como esa se pudieran repetir aunque fuera una vez más.

Flufftober 2021Where stories live. Discover now